El antisemitismo y la política educativa del «Gobierno del Cambio»

“(…) hay entonces una cita secreta entre las generaciones pasadas y la nuestra”

Walter Benjamin

El desprecio por los judíos no es extraño entre nosotros. Campea por el desconocimiento de la gente o, lo que es peor, por su deliberada aceptación. “Hacer la judía”, “Judas”, “judío” o “fariseo”, son expresiones o términos degradados y degradantes con los que se señalan los peores defectos. Por supuesto, de los otros. Expresiones o términos en los que la gente poco repara y mucho menos se esfuerza por corregir. Introduciendo una demarcación, por antisemitismo no entiendo la típica judeofobia de carácter religioso cultivada por el cristianismo occidental (González Salinero, 2000), sino la gestión y organización del odio exterminador hacia los judíos por motivos raciales. En 1879 Wilhelm Marr acuña por primera vez el término antisemitismo con el contenido que acabo de relacionar. Añadiendo que el odio hacia los judíos es revolucionario porque con él se enfrenta de una vez por todas la dominación judía sobre Alemania. A los judíos no solo hay que atacarlos por su religión y sus formas de vida familiar y social, también hay que hacerlo por su “raza”. Es decir, la gran miseria de los judíos es existir. Perseveran en su ser no solo por elección, también por la “biología”. Juan Nuño (1986) diría que el problema del antisemitismo es real porque los judíos existen, solo basta extinguirlos para solucionarlo.  

Colombia no es inmune a las recurrentes olas de antisemitismo que se levantan por cualquier motivo. Basta que se trate de algún tema que se relacione con los judíos para que se reactualice el desprecio y el odio. Aunque, puede suponerse, estos afectos malsanos vienen camuflados de “amor por nuestro señor Jesucristo”, “rendir honores a Alemania”, “defender los derechos humanos de los palestinos” o “luchar contra el capitalismo”. No se necesita una gran documentación histórica para verificar lo que afirmo. 

El intelectual Luis López de Mesa, nombrado en 1934 en el Ministerio de Educación, no cesa de ocuparse de la cuestión judía para desestimarla. En pleno auge del nacionalsocialismo alemán, influye para que en el mismo año el Ministerio de Relaciones Exteriores niegue a migrantes judíos la posibilidad de instalarse en el país, siendo la identidad nacional y la estabilidad de los empleos la justificación. Más adelante en 1950, después de la Segunda Guerra Mundial y de conocerse el culmen de la atrocidad alcanzada por el fascismo, la revista norteamericana Life documenta una manifestación en apoyo a Hitler. No en Alemania, pero sí en el atrio de la Iglesia de la Veracruz de Medellín (Life Magazine, 1950). De manera más reciente en el año 2021, en una escuela de policía de Tuluá (Valle) se realiza un “evento pedagógico” en el que festejan la Alemania Nazi (BBC News Mundo, 2021). Tras las críticas, el todavía presidente Iván Duque afirma: “Hoy más que nunca, la educación de la Shoá es un elemento indispensable en la lucha contra el antisemitismo y el racismo, que en los últimos años ha tomado nuevas formas y surgido desde nuevos orígenes” (Duque citado por Entre Ceja y Ceja, 2021). Más allá de la respuesta protocolaria, el todavía presidente percibe que el antisemitismo y el racismo no han finalizado sus trayectorias. Como se indica, se renueva con nuevos motivos, no pocas veces presentados como justos por cierto hemisferio político empeñado en juzgarse a sí mismo como el lado bueno de la política. Si todavía no es suficiente, el año pasado también en el marco de una “actividad educativa” del área de historia, un grupo de estudiantes de un colegio de La Unión (Antioquia), otra vez celebran el ejemplo de la Alemania Nazi para el mundo, enarbolando el eslogan “Alemania du musst immer für die freiheit kämpfen” —Alemania siempre debes luchar por la libertad—. No se requiere más ilustración sobre el punto que informa que Colombia no es inmune al antisemitismo.  

Investigadores de la Universidad de San Buenaventura y la Universidad Católica de Oriente, desde hace algunos años, venimos adelantando una investigación titulada Narrar la excepción. Literatura de Auschwitz. Con el ánimo de presentar a la sociedad en general y a la comunidad académica en particular los resultados de la investigación, se programa un Seminario titulado: “Enseñanza del Holocausto”, en el que se busca realizar un acercamiento histórico, pedagógico y didáctico, en torno a qué hemos aprendido de la Segunda Guerra Mundial como sociedad, cómo contextualizar lo aprendido en la realidad latinoamericana y a través de cuáles recursos se puede trabajar en las aulas los efectos del fascismo, la memoria de las víctimas y la no repetición de las catástrofes históricas. Por extraño que parezca, la investigación comparada en torno a los pasados traumáticos es necesaria para iluminar la propia situación histórica y comprender mejor el propio pasado. 

Como podrá apreciarse, para una verdadera contribución al conocimiento científico y a la apropiación social del conocimiento, este Seminario necesita ser gratuito y demanda apoyo en materia económica. Por esto se eleva una solicitud al ICETEX, en virtud de las “oportunidades” que la entidad del Estado estipula para obtener apoyos económicos dirigidos a la realización de actividades académicas de importancia nacional. La respuesta lacónica que se obtiene es que el tema no es de interés para las políticas educativas del país. Esto significa, no hay apoyo para una actividad académica que se ocupa del fascismo, la guerra, el racismo y el odio por la alteridad. Argumentos por los que adelantar reflexiones, investigaciones y puestas en común entorno al Holocausto, desde una perspectiva política, pedagógica y educativa, los hay de sobra. Sin embargo, el problema no son los argumentos, sino el desdén con el que se observa el pasado y la distancia que siempre se supone con respecto a las deudas históricas. También hay argumentos para interrogar si el gesto de “desinterés” del ICETEX es solo por desconocimiento o por motivos ideológicos no expresados de manera formal, pero que se pueden percibir con claridad. Un país que apenas ha reparado en los Informes de la Comisión de la Verdad, no tiene cómo decir que el Holocausto no es de su interés. Para no eludir lo que quiero afirmar, el “desinterés” compromete al “gobierno del cambio”, sus agendas y sus compromisos con la educación. Nietzsche lo advierte, la educación por parte de los Estados jamás será desinteresada, siempre se realiza en función de los intereses del gobierno de turno. No se trata de partidos políticos de derecha o de izquierda, se trata de los sujetos de la política moderna, proclives a la corrupción y a gestionar lo común en virtud de los intereses particulares. Por supuesto, sin ningún tipo de vergüenza moral al sostener que lo suyo es el bien para todos. 

Ya podrá suponerse que esta columna nada conseguirá. Solo dejar testimonio de lo que nos lleva a repetir que del pasado no aprendemos nada. Ni la derecha ni la izquierda tienen un verdadero interés para que aprendamos algo del pasado. Este solo se invoca con fines políticos de campaña. Nada más. Por eso somos tan vulnerables a que su irrupción intempestiva en el presente lo arrase todo. 

El seminario cuenta —o contaba— con la intención de participación de los profesores Emmanuel Taub (CONICET), Tomas Borovinsky (CONICET), José Sánchez Tortosa (Universidad Complutense) Juan David Piñeres Sus (Universidad de Antioquia), Juan Felipe Garcés (Universidad de Antioquia), Diego Alejandro Muñoz Gaviria (Universidad Católica de Oriente) y Elkin Ríos Osorio (Universidad Católica de Oriente) como responsables de las actividades académicas. Ofrezco estos nombres no por amistad y confianza, sino para dar cuenta de lo que se pierde como país con las palabras acalladas, los oídos sordos y los diálogos pospuestos. Cuando un seminario de esta naturaleza no puede realizarse se pierde la oportunidad de pensar alternativas para una política educativa de la no repetición.   

Referencias bibliográficas

BBC News Mundo. (2021). Tuluá: el escándalo en Colombia por el «evento pedagógico» en el que la policía utilizó símbolos y trajes nazi. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-59354485

Benjamin, Walter. 2012. “Sobre el concepto de historia”. En Obras. Libro I/vol. 2 (pp. 303-318). Abada.

Entre Ceja y Ceja. (2021). Escándalo en la Policía por fiesta en la que se hizo apología a los Nazi. Disponible en: https://entrecejayceja.co/noticias/escandalo-en-la-policia-por-fiesta-en-la-que-se-hizo-apologia-a-los-nazi.html

González Salinero, Raúl. (2000). El antijudaísmo cristiano occidental (siglos IV y V). Trotta.

Life Magazine. (1950). Colombia sees Nazis again. Anniversary of Nuremberg hangings bring out Swastikas and fascist salutes. Vol. 29, N° 21.  

Nuño, Juan. (1986). Sionismo, marxismo, antisemitismo. La cuestión judía revisitada. Monte Ávila.

Alexánder Hincapié García

Doctor en Educación de la Universidad de Antioquia, Magíster en Psicología, con estudios de pregrado en psicología y filosofía. Realizó su estancia doctoral en la Universidad Nacional Autónoma de México. Su tesis doctoral obtuvo la máxima calificación, Summa Cum Laude. Reconocido como Investigador Asociado por COLCIENCIAS. Ha sido profesor de pregrado y postgrado en distintas universidades. Se define más que profesor como un investigador social sin credos epistemológicos.

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