Este covid-19 hasta cosas buenas trae. Como ha enviado a tantísima gente al hospital y al cementerio, he pensado mucho en ese círculo familiar más inmediato a la víctima de la pandemia. Papás, hermanos, hijos, cónyuges que de la noche a la mañana tienen que relegar sus tareas cotidianas no solo para atender lo que tenga que ver con la salud del suyo, sino que deben montar de afán una oficina de comunicaciones para todos los públicos interesados en el paciente.
Resolví proponer un decálogo para emisores y receptores de información que verse sobre lo anterior:
Del emisor:
1. Revístase de paciencia. Hay muchísimos y variados intereses de la gente por conocer de primera mano, cómo sigue su familiar. No pierda la cortesía.
2. No prejuzgue la intención con la que se le pregunta por su doliente. Si lo hace, puede estar en un error, y no vale la pena correr ese riesgo.
3. Como casi nadie maneja términos técnicos y científicos, trate usted de «traducir» a lenguaje más popular la información de su médico. Su público lo agradecerá.
4. Cree para esa eventualidad un grupo de difusión en su whatsapp con aquellos que están preguntando. Procure enviar información muy precisa, concisa y en períodos de 1 día, 2 días, una semana, dependiendo. No cometa el garrafal error de crear grupo. Me darán la razón…
5. Agradezca. Algo bueno tiene que tener su familiar enfermo, como para que los conocidos pregunten por él.
Receptores:
6. Póngase en el lugar del familiar del enfermo. Puso en riesgo su empleo para atender al paciente. Está preocupado, ansioso y triste. No se vuelva usted una carga adicional.
7. ¿En qué le puedo servir?: esa disque es la pregunta más noble del ser humano. Hágala, antes que mostrarse preocupado por la salud de ese fulano. Obras son amores, y no buenas razones.
8. Si lo incluyeron en un grupo de difusión y recibe información clara y oportuna, por favor, no pida AMPLIACIÓN. Entienda que el generador de la información produce un texto para usted y muchísimas más personas, y tener que hacer «rueda de prensa» para aclarar es muy penoso.
9. Si tiene fe, ore… no proclame su oración. Presiento que pierde la esencia. Si no es persona de fe, envíe sus buenas vibras por esa recuperación. Recuerde: el universo es más sabio que todos los habitantes juntos.
10. No se desgaste en preguntar lo mismo a cuanto familiar se encuentre. Eso no te da más… pero le quita mucho a usted y a esa familia.
Ñapa con mensaje incluido: se me erizó la piel al escuchar en reunión virtual de trabajo, tres palabras de Jesús Albeiro Villa Pérez. Él y yo somos personas de fe cristiana, así que gracias a Dios. Albeiro: toda, absolutamente toda la gente, desde Caucasia hasta Cartagena, no hizo sino preguntar por tu recuperación. Seguro estoy, que fueron parte de un corito que Dios en su sabiduría escuchó. Estamos felices porque tendremos Albeiro pa’ rato.
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