Muchas de las propuestas de Gustavo Petro pasan por la fantasía, el desconocimiento del país y hasta por lo reprochable, como es el caso del tal perdón social, pero en sus entrevistas y redes sociales, ha dejado claras dos propuestas que afectarían directamente el bolsillo de todos, absolutamente todos los colombianos.
La primera de ellas es la de frenar del todo el proyecto Hidroituango, el cual significaría no solo una gran pérdida moral y financiera para los antioqueños, sino que debemos recordar que esta obra tiene como objetivo suplir el 20% de la demanda energética del país.
Palabras más, palabras menos, suspender la obra significaría poner en riesgo la seguridad energética Colombia, lo que tiene dos consecuencias: la primera sería la necesidad de importar más energía, y la segunda, un eventual aumento en las tarifas de energía que terminaríamos pagando los ciudadanos… y la cereza del pastel, un golpe al hígado a las finanzas y reputación de EPM, que ya bastante daño ha recibido por parte del alcalde petrista Daniel Quintero.
La segunda de las propuestas de Petro que tienen un efecto inmediato sobre nuestros bolsillos es el plan antihidrocarburos que busca frenar de manera abrupta la exploración de petróleo y gas en el país, lo que ocasionaría que el costo de la gasolina y el gas se vaya por las nubes.
Una cosa es una transición calmada y planeada hacia energías más verdes y limpias como lo propone Fico, y otra un giro de 180 grados, que además deja al Estado sin el principal recurso para su financiamiento, lo que a su vez se traduciría en mayores impuestos y en una mayor inflación, es decir, deterioro en la calidad de vida de los colombianos.
Estas son apenas dos de las locuras de Petro que en nada ayudan a resolver los problemas que el país tiene, y, por el contrario, ayudaría a agudizar la problemática social que hoy existe a raíz de los estragos de la pandemia, la crisis de los contenedores, la inflación mundial, el constante boicot de la izquierda al gobierno del presidente Duque y los inaguantables paros que quebraron a más de un empresario.
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