Dime qué propones y te diré quién eres…

“Porque cada persona en México tiene necesidades muy particulares, éstas serán atendidas de manera individual mediante el Registro Nacional de Necesidades de Cada Persona…” (José Antonio Meade – Vía Twitter).

 Por estas épocas en las que el verbo prometer se hace protagonista en el país, recordé que días atrás, mientras leía noticias internacionales, encontré la propuesta de José Antonio Meade, candidato a la presidencia de México para 2018, en la que promete crear un Registro Nacional de Necesidades para cada persona, todo un reto que fue visto por muchos como un reverendo disparate y que de inmediato caldeó el ambiente en las redes sociales con respuestas tales como:

César H. Cepeda @Csarhercep

-Señor, ¿Aquí es el Registro Nacional de Necesidades?

-Sí, ¿Cuál es su necesidad?

-Necesito dejar de ser pobre, pese a que trabajo jornada doble.

-Lo que usted necesita es dejar de votar por el PRI.

 

Carlos Bravo Regidor@carlosbravoreg

El candidato más “preparado”, con más “experiencia” y técnicamente más “sólido” hace la propuesta más improvisada, absurda y ridícula: el Registro Nacional de Necesidades de Cada Persona.

Sin embargo y a pesar de lo inviable que parece resultar la propuesta, el candidato y sus seguidores la han defendido con vehemencia.

Así las cosas, al escritor de esta columna le pareció interesante, ad portas del proceso electoral en Colombia, revisar algunas propuestas de los candidatos y mirar, más allá de su viabilidad, la coherencia entre las ideas y quienes las proponen.

La tarea, aunque no resultó fácil, estuvo bastante entretenida ya que con más de 2.500 candidatos al Congreso y con una baraja tan amplia de aspirantes a la presidencia, termina uno por crear en su cabeza un banco de soluciones a las que espero acudir cuando lo requiera, especialmente cuando de hacer veeduría se trate, pues como olvidar que Juan Manuel Santos, cuando era candidato, firmaba sobre mármol que no subiría los impuestos, pero en sus últimos años como mandatario aplicó una dura reforma tributaria que muchos actuales congresistas aprobaron con su voto y que paradójicamente, ahora que aspiran de nuevo al legislativo, entre sus promesas puede leerse: “Buscaré que se reduzcan los impuestos”.

Bajo este panorama, podemos mencionar algunos casos que resultan bastante ilustrativos, ya sea por contradictorios, cínicos, descontextualizados o por simplemente inviables.

  • Germán Vargas Lleras: Candidato presidencial que proclama su lucha contra la corrupción, una bandera bastante trillada y que resulta algo extraña en manos del ex vicepresidente, pues de ser real su intención, deberá purificar, inicialmente, a más de la mitad de los miembros de su partido político (Cambio Radical) a no ser que su idea sea como aquella que hace años difundiera el entonces presidente Julio César Turbay Ayala: “Toca reducir la corrupción a sus justas proporciones”.
  • Olga Suárez: Candidata al Senado por el partido conservador y cuyo lema de campaña resalta: “Una mujer de hechos”. Esperemos que esos hechos no sean como aquellos en lo que se vio involucrada junto con algunos de sus familiares, los Suárez Mira, cuando en 2015 les estalló un escándalo en el que se les acusaba de haber convertido al municipio de Bello (Antioquia) en un millonario negocio familiar, basado esencialmente en la concesión de multimillonarios contratos y en la asignación de licitaciones, aparentemente entregadas “a dedo”.
  • Christian Garcés: Candidato a la Cámara de Representantes por el partido Centro Democrático, propone garantizar el derecho a la tenencia y porte de armas, toda una estrategia, según él, para la defensa personal. Una propuesta un poco descontextualizada en un país con altos índices de violencia. No obstante, no resulta extraña la idea, menos para quienes la aplaudieron, tal vez aquellos mismos que no vieron con malos ojos la aprobación, en su momento, de las Convivir.
  • Alejandro Ordoñez y Piedad Córdoba: Ambos candidatos a la presidencia y aunque bastante contrarios en sus posiciones políticas, coinciden en una propuesta sobre el IVA, el primero (Ordoñez) promete reducirlo al 10% y la segunda (Piedad) propone eliminarlo de golpe. Ideas algo populistas que obvian temas económicos de fondo y solo buscan capturar incautos.

De igual manera pueden leerse ideas como las de defender o ampliar los subsidios, estratagemas utilizadas por muchos para mantener a la pobreza como aliada de  campaña, pues es claro que proponer algo distinto o incentivar ejercicios de reciprocidad por el dinero recibido, resultaría totalmente impopular.

Estos son solo algunos ejemplos, pues necesitaríamos muchas columnas más para referirlos todos. Por eso invito a los lectores no solo a replicar esta nota sino también a comentar los casos que conozcan, para que al final podamos afirmar sin titubeos la tesis principal de esta columna: “Dime qué propones y te diré quién eres…”

Mauricio Albeiro Montoya Vásquez

Docente e investigador. Coordinador del proyecto de escritura “100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano”. Fue reconocido en 2012 con la beca Jóvenes Investigadores de la Universidad de Valencia (España). Ha sido docente de diferentes universidades de Medellín e invitado como conferencista tanto en Colombia como en el extranjero.

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