Elogiar la dificultad, ¡qué buen tema para hablar hoy! Inspirado en el Texto de Estanislao Zuleta aparece una crítica acerca de lo que en cuestiones de procesos mentales se realizan, es especial cuando se piensa acerca de la felicidad. El maestro Estanislao Zuleta fue un intelectual nacido en Medellín, el 3 de febrero de 1935 y fallecido en Cali el 17 de febrero de 1990.
Es uno de esos autores ilustres que llenan nuestras calles y plazas sin nunca haber sido reconocidos en las aulas de una Universidad. Pareciera que el autoconocimiento en este país es una ciencia inválida más que no reconocida. Fue Zuleta un autodidacta que abandonó sus estudios de bachillerato antes de cursar el grado décimo y mucho menos se enlistó en la admisión de alguna universidad.
La obra referenciada es una obra que me ha impactado. Lo que o lleva a desear eso que imagina como bueno y no a pensar en una sociedad realizable, en la que el trabajo por ella es lo que da felicidad. Por medio de distintas figuras literarias y comparaciones metafóricas, el autor continua explicando que la sociedad de hoy vive bajo la dialéctica terror-idealización, en la que los individuos prefieren vivir en esos mundos idealizados a vivir en pensando la sociedad tal cual es. En la inventiva está la capacidad humana de hacer ciencia, hacer arte… y hasta construir ideas que solo son materializadas en el microcosmos de la mente.
Es un llamado a la formación no solo a las nuevas generaciones, sino a todos, incluso si se pudiera hablar también a los que no nacen para que se preparen a ser dados a luz en un mundo donde lo fácil es lo mejor y lo que menos in-felicidad cause será la mejor opción. Nuestro mundo está rodeado por verdaderos imaginativos de felicidad. Vivimos –al parecer- siendo felices. Y cada mañana el hombre se levanta a buscar la ruta más fácil, el café instantáneo, la comida rápida, el vehículo que ande a mayor aceleración… a ver los “quick-news”, todo lo que sea rápido y fácil, así es que se vive feliz. Se vive imaginando la mejor forma de adquirir de manera eficiente la mayor cantidad de felicidad de la manera más rápida y que implique menos trabajo. Trabajo como el pensar que es quizá lo más cotidiano pero lo más complejo y difícil. Pensar no es solo pasar imágenes mentales por la cabeza inventando en ella hasta el límite de lo que la imaginación permita. Pensar como acto del raciocinio nos da la sensación de que es mejor un mundo que no se piense. Para qué tanta racionalización en un mundo que parece estar diseñado para vivir cómodos y felices. Un mundo ideal, un mundo imaginario.
Estoy de acuerdo con el autor cuando habla del paraíso que nos hemos inventado para vivir felices: “Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él”. Así es. No en concebible la idea de un paraíso perfecto, donde solo la alegría fuera el polo que mueva la realidad. Para qué una existencia donde el trabajo y el sudor no existen, donde todo es feliz. Vana sería la existencia del hombre en un mundo así, para qué gastar las energías viniendo a un mundo programado para un destino y un horizonte tan promisorio que es inútil. ¿Para qué tanta felicidad? El mundo se detendría, la vida se extinguiría: y es que si la meta del hombre es alcanzar su felicidad en la plenitud de su vida, para qué si ya a esto ha llegado.
El pensamiento humano es una herramienta por la cual se puede acercar al pensamiento del otro, aceptándolo o rechazándolo pero es allí donde el pensar no solo tiene un papel creador y transformador sino también comunicador. Las ideologías y modos de pensar son transmitidos a los hombres por medio de un discurso, de un gesto, de una mirada. Y quizá la idea de rechazo a ésta sea más grande que la de aceptarla, así que se elige la última, con tal de vivir feliz, y no complicarse la vida pensando.
¿Qué es lo fácil? El autor pide que cada quien se interpele acerca de que es lo fácil, o al menos a pensar donde pone en su valoración lo fácil o difícil e invita a que no se conforme la gente con solo no pensar, sino que al menos realice un proceso mental menor de constatar los hechos o deducir lógicamente las consecuencias de los actos.
Dispuestas están las sillas para los espectadores, las camas para los soñadores, y las herramientas para los trabajadores que ya han visto la realidad y la han imaginado distinta y que ahora se ponen en la brega de alcanzarla, de no solo dejar ideas al azar ni a la simple imaginación, sino que cada quien está llamado a laborar, a dejar ese tabú de “pensar = complicar” y empezar desde ya a construir, para que, así nos sea del todo posible, se inicie a materializar lo que la mente majestuosamente crea para generar felicidad.
Gallo, M. (23 de 06 de 2010). Colombia Aprende. Recuperado el 05 de 11 de 2012, de http://aplicaciones.colombiaaprende.edu.co/colegios_privados/content/estanislao-zuleta-el-elogio-de-la-dificultad
Zuleta, E. (2000). Elogio de la Dificultad. Agenda Cultural Medellín, 2-5.
Camarada, veo algunos acercamientos a lo que para mí es la definición más clara del pensar, pero quedan cosas sueltas. Le comparto una exposición exhaustiva del tema precisamente de una corporación cultural que tiene a Zuleta como principio. En ella también se logra develar de manera más amplia esa resistencia tan de ahora a pensar y se explica porque, aunque suene insólito, la ciencia no piensa. Creo que esto lo debería ver todo el mundo.
http://www.youtube.com/watch?v=XdgMpLqeRO8