Desmoralización en la Policía Nacional de Colombia: Un problema que afecta la convivencia y seguridad ciudadana

Responder a las preguntas ¿Cuál es el clima laboral en el interior de la Policía Nacional? y ¿Cómo afecta el clima laboral en la solución de los problemas de convivencia y seguridad ciudadana? nos encamina en una paradoja de posibilidades, por un lado un ambiente de relaciones internas basadas en el respeto, la igualdad, el amor, la comprensión y por otra lado la soberbia y el despotismo autoritario de la parte administrativa (oficiales) encaminado a cumplir sin dilación las ordenes restrictivas e inhumanas disfrazadas de legalidad mediante un acto administrativo llamado norma, ley, reglamento, resolución y entre otros.

La Policía Nacional viene sufriendo una transformación vertiginosa en lo que corresponde al ánimo y al amor institucional, hoy por hoy se nota un desanimo en cada uno de los policiales de las diferentes regiones y el clima laboral cada vez es más tenso, hoy la línea que los separa de la protesta y del conflicto en busca de un cambio social que respete la dignidad policial, es cada vez más frágil.

Desde este parámetro se debe hacer hincapié en una Policía que se encuentre satisfecha con sus funciones y su trabajo lo cual se verá reflejado en un buen servicio de Policía, lo cual permitirá el desarrollo social del país en armonía con los principios constitucionales enmarcados en un estado social de derecho que vele por la dignidad humana no solo de la sociedad, sino que sea incluyente con el Policía.

Cuando el Policial se siente tranquilo consigo mismo, es muy probable que también lo esté con su entorno personal y laboral. El hombre y mujer Policía deben gozar de un equilibrio emocional y de iniciativas propias para poder rendir de forma más exitosa y productiva. Al sentirse incentivados, sus esfuerzos se verán «justificados».

Según Pace (1968) citado por Vega, Arévalo, Sandoval, Aguilar Y Giraldo (2006), el clima laboral es el patrón que define las características de la organización con relación a la calidad del ambiente interno que se viva dentro de esta, el cual puede ser percibido por sus miembros como positivo o negativo e influye directamente en sus actitudes (Pág. 329)

Mejorar el clima laboral en la institución juega un papel demasiado importante en el país y más aún cuando estamos en un postconflicto que deberá traer transformaciones en el que hacer policial, cambios que serán importantes para la reconstrucción de un país que por más de cincuenta años ha sido azotado por un conflicto armado

La gran mayoría de policías en Colombia debido a su ambiente laboral, cuentan insistentemente los minutos que faltan para culminar su servicio. Se sienten hastiados, desmotivados y sin ganas de trabajar, sin embargo, ¿cómo se puede mejorar esta actitud? El crecimiento o desarrollo personal impulsa la creatividad, liderazgo y organización de los individuos. La institución policial debe impartir las herramientas y técnicas necesarias para potenciar el adiestramiento y la responsabilidad de sus policiales.

Para generar un genuino interés de los policiales por su servicio e institución será necesario comenzar a pensar en un verdadero líder que tenga el carisma y el poder de generar verdaderas transformaciones en el interior de una institución que merece lo mejor, los policías finalmente lo que esperan es un líder que hable su mismo idioma y que se interese por sus necesidades, dudas e inquietudes que los confunden a diario.

Según Jiménez, J (sf): La experiencia de varias empresas demuestra que cuando los líderes de las compañías examinan sus propias creencias y percepciones sobre el cómo se deben hacer las cosas en la organización, el proceso de cambio tiene un buen comienzo. Después de esto es más fácil junto con los demás empleados construir un ambiente definido por creencias y valores claros y comprensibles para todos que permitan que los integrantes de la organización se sientan seguros y cómodos para poner sus competencias y habilidades en práctica (Recuperado el día 01 noviembre del 2015  de http://www.cograf.com/site/wpcontent/uploads/2014/01/DesarrollandoCultura.pdf).

Desde este punto de vista la institución deberá centrar sus esfuerzos en los siguientes pilares los cuales se hacen necesarios intervenir para alcanzar un clima laboral tan satisfactorio que se verá proyectado en el progreso y consolidación de la convivencia y seguridad ciudadana, así:

  • el represamiento en los ascensos.
  • la falta de descansos
  • la falta de estímulos
  • La corrupción en alto nivel
  • el maltrato sistematizado de los superiores
  • las incertidumbres de las expectativas laborales

 

El represamiento en los ascensos

Tener Patrulleros con 20 años de servicio es el mejor resumen para hablar de represamientos de los ascensos y es un tema que día a día se acrecienta más, porque año tras año son más los policiales que cumplen los requisitos para el mismo.

Todo comienza en 1993 cuando se crea el nivel ejecutivo en la Policía Nacional y se convoca a millares de jóvenes bachilleres a ingresar a una carrera que daba la opción de ascenso cada cuatro años, pero como en el delito de trata de blancas, los policiales fueron sacados de sus hogares con engaños para llevarlos a otros departamentos para al final no cumplirles y someterlos a la barbarie de las FARC-EP.

Posteriormente en el 2002 por políticas de austeridad del expresidente ALVARO URIBE VELEZ se congelan los ascensos y luego en 2006 se cambian las reglas del juego creando un concurso que no respeta la antigüedad de los policiales cuando es la antigüedad la base primordial en la jerarquización.

Paradójicamente lo mismo no ocurre en el nivel de oficiales quienes gozan de su inmunidad monárquica dentro de la institución y ascienden con su respectivo tiempo.

Es tal el descontento que en el clima laboral actual se perdió el respeto y la mística hacia superiores, porque ahora puede ser superior cualquiera, como es el caso de patrulleros del 2010 que ya ascendieron y pretender mandar a patrulleros de 1998, ya se han realizado manifestaciones y marchas lideradas por las esposas de los Policías afectados, las cuales fueron calladas con traslados a territorios nacionales.

 

La falta de descansos

La falta de descanso no solo desmejora el clima laboral sino que destroza la familia, el decir de la institución es que son necesidades del servicio y que están sometidos a un régimen especial, bajo estos argumentos el policía realiza a diario jornadas laborales hasta de más de doce horas, desconociéndose tratados internacionales que indican que el trabajar más de ocho horas son prácticas de esclavitud, no tardara la hora en que se acuda a la corte interamericana de derechos humanos para liberar el servicio de Policía de verdugos desconocedores de los derechos humanos.

Son tan extenuantes las jornadas laborales que la salud mental del policía ha decaído en gran proporción y el suicidio es el tema de todos los días, el alto mando pareciera un convidado de piedra ante tal situación y cuando se pronuncia acerca del tema lo hace para prohibir mediante un acta de instrucción las practicas suicidas.

 

La falta de estímulos

Este es otro factor que ha desmejorado el clima laboral siempre se mira lo malo del Policía pero pocas veces se estimulan las buenas acciones, los estímulos hacen parte del abuso del poder de los señores oficiales quienes siempre estimulan a dedo sin tener en cuenta factores como el desempeño policial y ni qué decir del alto mando quienes se auto condecoran para defraudar patrimonialmente al estado y a la institución como fue el caso del anterior Director de la Policía General JOSE ROBERTO LEÓN RIAÑO.

El decir hoy en día de los policías es “al policía le pagan por lo que dure y no por lo que haga” y en la práctica es cierto no vale la pena ser destacado ya que esto no trae ningún privilegio, pero si trae problemas económicos ya que la mayoría de los casos positivos son demandados por los delincuentes ante la mirada fría de una institución que malversa los recursos y que poco le interesa la situación de sus policías frente a casos judiciales.

Según Calderón, G., Murillo, S y Torres, K (2003), la calidad de vida del empleado dentro de la organización, la cual se evidencia en la actitud y la percepción general que se tiene frente a la cantidad de recompensas que recibe el trabajador y la cantidad que cree debe recibir. Esto quiere decir que el bienestar es el resultado de la búsqueda de la empresa por darle al trabajador beneficios justos frente a su trabajo y que le mejoren su calidad de vida (pág. 109)

 

La corrupción en alto nivel

El lema “En el cielo Dios y en la tierra los oficiales” es el mejor preámbulo para ilustrar la formación de los oficiales en la Escuela General Santander, pareciera que dicha escuela quisiera proyectar a sus oficiales como personas superiores a los demás con una semejanza ancestral y poniéndose a la misma posición de seres supremos.

Supremacía que la han hecho sentir dentro de la sociedad y sus subalternos, donde la codicia y el amor por el dinero llenan de escándalos día tras día el devenir policial, muchos ejemplos entre ellos: La condena de 13 años de prisión del General MAURICIO SANTOYO por los delitos de paramilitarismo y narcotráfico, el Coronel NESTOR MAESTRE quien en el Cauca le servía a narcotraficantes, el carrusel de la contratación del ex Director de la Policía General ROBERTO LEÓN RIAÑO, la corrupción de la inspección General para sancionar disciplinariamente al antojo del Director de turno, los grandes capitales económicos que ostentan los Generales de la Policía y que nadie llama a cuentas, la lista sería interminable para exponer los casos de corrupción.

Partiendo del presupuesto que la alta dirección está contaminada la incidencia en el clima laboral coincide en el malestar que sienten los Policías de cumplir órdenes que talvez estén empañadas por la corrupción, el subalterno estaría siendo sometido a una crisis moral de doble vía, por un lado, quedar bien ante sus superiores y por otro no verse inmerso en futuras investigaciones disciplinarias y penales, el panorama es espantoso porque los tentáculos de corrupción seducen.

 

El maltrato sistematizado de los superiores

Dice el adagio popular “hecha la ley, hecha la trampa” en las condiciones actuales todo aquel que no se somete a las pretensiones inequívocas de los señores comandantes sufre un maltrato legal consistente en separarlos de sus familias con traslados a zonas de orden público, constantes refuerzos para mantener el personal cansado, bullying en las formaciones por su personalidad, estado físico o condición económica, relaciones generales precedidas por Coroneles y Generales donde se inventaron el minuto de la vergüenza para ridiculizar los miembros de la institución sin tener en cuenta el principio de la dignidad humana y entre otros métodos utilizados para maltratar de forma sistematizada al personal.

El clima laboral ante esta prerrogativa institucional se ve afectado por el miedo constante que tiene el policial frente a sus superiores, nada le importa a la institución generar respeto, será el miedo y el maltrato sistematizado de una forma sutil el camino para dirigir el personal.

 

La incertidumbre de las expectativas laborales

“Las simples expectativas no son derechos adquiridos” bajo esta premisa el estado y la institución han pisoteado y reformado los derechos laborales de sus policías, en los noventa comenzaron violando el régimen de carrera de agentes y suboficiales quienes sufrieron la persecución laboral y los despidos masivos por el famoso decreto 2010 sino se homologaban al nivel ejecutivo, de 1998 al 2004 se negó el incremento salarial por el IPC a la Policía Nacional, posteriormente al nivel ejecutivo le niegan la posibilidad de ascenso cada cuatro años como se acordó en el proceso de incorporación, se creó el grado de Intendente jefe sin tener en cuenta el estatuto de carrera del nivel ejecutivo y se creó un concurso para acceder al grado de Subintendente.

Para el policial la falta de garantías y de una norma marco que se respete durante la trayectoria institucional ha desmotivado su estabilidad y deja sin piso su proyecto de vida ya que todo está sometido al azar cambiante por el director de turno, el clima laboral en este sentido proyecta una desconfianza hacia la institución y un deseo reprimido de salir adelante, es injusto no conocer el rumbo del destino institucional porque este tiene una incidencia en el rumbo personal.

 

Conclusiones

Se hace necesario preparar la Policía nacional para tratar el tema del clima laboral dentro del interior de su institución, hoy por hoy los policiales sienten rabia y frustración al sentirse oprimidos por una institución que rompe las promesas suscritas en los procesos de incorporación y por un sin fin de errores en su administración, tratar este fenómeno requiere de un gran esfuerzo y de una verdadera transformación en el servicio de Policía, se propone una agenda que toca varias aristas que afectan el clima laboral lo cual tiene unas repercusiones en el servicio policial que desmejoran la construcción e innovación de una institución preparada y arrojada al desarrollo de la ciudadanía para promover el progreso social.

Es importante no descartar y fortalecer los pilares de un buen clima laboral los cuales son el amor, la dignidad humana, el respeto por la familia y el ser policial, lo cual bien implementado nos convertiría en la mejor Policía del mundo porque a pesar de las grandes inconformidades los policías aún se siguen haciendo las cosas bien.

Es importante dejar muy en claro que el clima laboral juega un papel muy importante para la ejecución del servicio de policía, un buen ambiente laboral será esencial e inevitable en el diseño de políticas públicas que impacten los problemas sociales de fondo.

 

Lista de referencias

Vega, D., Arévalo, A., Sandoval, J., Aguilar, M. y Giraldo, J. 2006. “Panorama sobre los estudios de clima organizacional en Bogotá, Colombia (1994 – 2005)” Revista Diversitas – Perspectivas en Psicología. 2 (2) p. 329 – 349.

Jiménez, J .sf. Desarrollando una cultura organizacional. Recuperado el día 01 noviembre del 2015 http://www.cograf.com/site/wpcontent/uploads/2014/01/DesarrollandoCultura.pdf

Calderón, G., Murillo, S y Torres, K. 2003. “Cultura Organizacional y Bienestar Laboral.” Cuadernos Administrativos de Bogotá. 16 (25) p. 109 – 137.

James Velarde

Paisa de 40 años, casado, dos hijos, 22 años de servicio en la Policía Nacional, hoy por hoy pensionado, abogado de la Corporación Universitaria Americana sede Medellín, docente policial en las áreas de derecho penal, derecho penal militar, derecho de policía y codigo nacional de policía en la escuela de Policía Carlos Holguin, en la actualidad litigante independiente y una visión critica del mundo actual.