Declive Político

“Enfrentar el declive político implica superar las trampas del populismo y la polarización. La política es una herramienta poderosa para la transformación, pero sólo puede ser efectiva si se basa en la integridad y la preparación”.

En un mundo cada vez más conectado, es natural que las cosas cambien y de esta manera también la forma de hacer las mismas, pero resulta inadmisible que el escenario político se encuentre sumido en un declive, la política debería ser un motor de transformación y progreso, si bien la participación activa y postulación de los ciudadanos a cargos de elección popular es un factor que fortalece la democracia, esto solo es positivo cuando estas postulaciones vienen respaldadas por preparación y experiencia, de lo contrario solo se le estaría haciendo un daño irreparable a la política y a la sociedad misma, al mismo tiempo elementos como el populismo y la polarización hacen de esta una situación más preocupante.

El populismo, como estrategia política, busca apelar a las emociones y aspiraciones de las masas, presentando soluciones aparentemente simples a problemas complejos. Esta táctica, aunque puede ganar seguidores rápidamente, a menudo carece de un fundamento sólido y puede conducir a políticas ineficientes y decisiones impulsivas. A su vez, la polarización ha fracturado comunidades y sociedades, dividiendo a la población en facciones opuestas y dificultando el diálogo constructivo.

Un aspecto aún más alarmante de este declive es la explotación de situaciones lamentables para obtener ventaja política. El uso insensible de desastres naturales y crisis humanitarias como herramientas para promover una agenda política resalta la falta de empatía de algunos líderes y su priorización de objetivos individuales sobre el bienestar colectivo. Esta forma de hacer política no solo socava la confianza pública, sino que también socava los valores fundamentales de la democracia y la responsabilidad.

Es esencial que las nuevas generaciones comprendan la trascendencia de la política y reconozcan que no es un juego de poder, sino un medio para impulsar la transformación positiva. La preparación y la educación son pilares fundamentales para aquellos que deseen postularse a cargos de elección popular. La política moderna exige una comprensión profunda de los problemas y un enfoque en soluciones basadas en evidencia y análisis sólido. Los líderes políticos deben ser agentes del cambio, capaces de abordar problemas complejos de manera colaborativa y ética.

Mientras nos acercamos a las elecciones locales en Colombia, tenemos la oportunidad de revertir esta tendencia negativa. Los votantes deben ser críticos al evaluar a los candidatos y sus propuestas, evitando caer en discursos simplistas y vacíos. En cambio, deben buscar líderes comprometidos con la justicia social, la igualdad y el bienestar general de la sociedad. Además, la participación activa en el proceso democrático es crucial para asegurar que las voces de todos sean escuchadas y consideradas.

En resumen, enfrentar el declive político implica superar las trampas del populismo y la polarización. La política es una herramienta poderosa para la transformación, pero sólo puede ser efectiva si se basa en la integridad y la preparación. Debemos recordar que nuestro voto tiene el potencial de remodelar el rumbo del país. Es el momento de rechazar las tácticas políticas insensibles y buscar líderes que trabajen en pos del bienestar colectivo.


Todas las columnas del autor en este enlace: Felipe Martinez Plaza

  

Felipe Martinez Plaza

Consejero de Juventudes Cartagena de Indias, Activista, Líder estudiantil, Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Cartagena, Miembro Fundador de Movimiento Sinergia.

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