De maestros y misterios, una visita al Paraíso Clausurado de Pedro Ángel Palou

La melancolía del intelectual decadente y la esperanza ingenua del novicio que aspira ser quien entienda cómo trazar la sombra de su maestro, porque en ella se descubre”


Arte poética, artista, creador, poeta, maestro… discípulo. Las anteriores palabras gozan de una serena fortaleza que parece haber perdurado a través del tiempo, no porque las dinámicas estéticas e intelectuales que las envuelven hayan permanecido inalteradas, sino más bien, porque el constante cambio e intercambio logra renovar los sentidos e implicaciones que las originan.

Es una cuestión de profundidad de hecho, misma que tantos narradores y cineastas han intentado representar en sus obras. Podríamos, de tales formas de arte, decir que usualmente, por inexperiencia o ambición, recaen en extremos antagónicos. Por un lado, se nos suelen ofrecer narrativas que lejos de celebrar la belleza estética y el milagroso hecho de la construcción del conocimiento compartido, caen en la frivolidad de la simplificación y el abandono de toda complejidad en interés de resultar más atractivas para el público generalizado; y en la otra punta de la flecha, lejos de las blandas y abundantes plumas, encontramos el filo de una narrativa cuyo peso discursivo e intrincada estilística sólo es accesible para aquellos pocos que durante décadas se han ido entrenando en las lecturas más especializadas.

Una belleza compleja pero entendible, un poeta humano y no un semidios apolíneo, un retrato de la psicología humana que no se torne en un documento de las ciencias duras, un sentido narrativo que sin ser una obra revolucionaria ni imprescindible, sepa adentrarse en sus lectores y, porqué no, en la tradición cultural de su nación. Son valores bastante particulares los que menciono, y como siempre, son difíciles de condensar, hasta que en efecto alguien lo hace.

Escrito para encarnar las hazañas que he teorizado en el anterior párrafo Paraíso Clausurado es un proyectil narrativo que rasga el aire desde hace un par de décadas, de manera casi paradójica, su dinámica principal responde a un clasicismo -la dialogicidad entre maestro y discípulo-, pero su estilo encuentra, lejos de los fríos escrúpulos de la academia, una peculiaridad autónoma que nos permite adentrarnos en los pensamientos elevados, y también en las repugnancias que sienten sus personajes, quienes coquetean sus ambiciones vitales con una verosímil locura transitoria que los acecha, contando desde la conmiseración de Gavito, hasta las aspiraciones de héroe hemerográfico que impulsan a Eladio.

Pedro Ángel Palou es un autor que gusta de los acercamientos tonales entre los contrastes fuertes. Ese tema del “pasado” que tiene estilo del “futuro” es solo uno de los comodines que presenta su novela. Asuntos como la solemnidad de una vida literaria y artística, contrapuesta con la elemental búsqueda de un sincero e íntimo afecto femenino, representa de manera efectiva un problema recurrente en los poetas, que como Gavito, suelen imaginar largas y pesadas peroratas en lugar de resignarse al habla convencional de sus semejantes, lo que los lleva, irremediablemente, a tener que acariciar más y más páginas de libros, en vez de buscarse una oportunidad de pasear sus dedos por los cabellos y los frutos de una modesta dama.

La melancolía del intelectual decadente y la esperanza ingenua del novicio que aspira ser quien entienda cómo trazar la sombra de su maestro, porque en ella se descubre, y el rescate es también decaer y hablar con el loco, con la locura, y contarla, con amplitud y fragilidad, o con dureza y abandono, temperamentos que el autor representa muy bien en su narración, y que al ser conjugados, logran la pureza que hace a la novela buena, profunda, pero también accesible, porque el texto en su multiplicidad ha mirado bien a sus maestros y sus misterios, y de ellos forja su identidad, de la que saltan chispas al rojo vivo.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/cf-leyva/

Referencia:

Pedro Ángel Palou, Paraíso clausurado, Muchnik Editores, 2000, 293 pp.

 

Cristian Felipe Leyva Meneses

(Armenia, Quindío, Colombia, 1997) ha publicado su trabajo literario en ERRR Magazine, Seattle escribe, Himen, Palabrerías y otras. Ocupó el segundo lugar en el V concurso departamental de cuento Humberto Jaramillo Ángel; fue invitado al XI Festival internacional de poesía de Manizales y al XXXVI Encuentro nacional de palabra, proclamado como escritor del año en el XIV encuentro nacional de escritores Luis Vidales, autor del poemario «Ansiedad sobre los senderos» y participante de numerosas antologías de microrrelato, cuento y poesía.

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