La renuncia del Fiscal General Néstor Humberto Martínez es la punta del iceberg de una estrategia para socavar las instituciones en Colombia y abrir la puerta para que los sectores más radicales del país hagan una reforma al Estado y a la Constitución de 1991. Acá les explico:
Las chuzadas a las Altas Cortes, las propuestas de regular la tutela, la idea de unificar las cortes en una sola, los cuestionamientos a la JEP, las críticas a la Corte Suprema de Justicia por denegar una extradición y los cuestionamientos al papel de la Corte Constitucional sobre el uso del glifosato en Colombia y las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP, son el resultado de una estrategia de largo plazo para llevar al país a una coyuntura donde se abra la posibilidad de una reforma a favor de los intereses de la derecha radical en Colombia.
Los sectores más radicales han creado todas las condiciones, o lo que en ciencia política llamamos una ventana de oportunidad política, para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Han puesto las fichas donde deben estar. ¿El problema? En su afán de crear descontento, deslegitimar instituciones y crear una necesidad imperiosa de cambio han desinstitucionalizado el país. Lo hicieron desde que nos pusieron unos contra otros en el plebiscito, pasando por la persecución a las Altas Cortes y el bloqueo de la JEP.
La extrema derecha creó el escenario perfecto para cuestionar el fin más básico del Estado: Proveer justicia y así mediar en los conflictos entre los ciudadanos. El problema es que han creado una tormenta política y no van a tener control de ella. Pues, el Gobierno Nacional no tiene influencia suficiente en el Congreso, las Cortes han recibido sistemáticos ataques y la ciudadanía está polarizada y con altos niveles de descontento. Están llevando el país al abismo.
Imaginense que tipo de reforma quieren sacar adelante que prefieren llevar el país al borde del abismo en vez de convocar a la unión y consenso para sacar adelante las reformas. Si tanto quieren una reforma a la justicia, ¿por qué no lideran una gran coalición en el congreso, pluripartidista, que lo haga? Porque necesitan del caos y el huracán.
Esta situación tiene el aval del Gobierno Nacional, que carga con el paso de haber creado una crisis institucional sin precedentes para la historia reciente del país. No sólo han creado una crisis hacia adentro, sino que con el apoyo y liderazgo del Gobierno Nacional han escalado la crisis a lo externo.
La renuncia de Néstor Humberto Martínez es una cortina de humo para abrir una oportunidad y los radicales van a entrar por ahí. Quieren convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, pero en estas condiciones es sólo abrirle la oportunidad al populismo para destruir nuestro sistema constitucional. El título de este escrito hubiese sido mejor: De como crear una ventana de oportunidad política para que Colombia se convierta en Venezuela.
Esta ventana de oportunidad es sólo un paso más en su estrategia de implosionar las instituciones para establecer las reglas que más les convenga. Nestor Humberto Martinez y la derecha radical quieren ser legisladores, fiscales, gobierno y jueces a la vez; sus intenciones no son diferentes a lo que ha venido ocurriendo en Venezuela, donde el equilibrio, separación y contrapesos de poderes se ha roto..
Un sector del país que juega sucio y atenta contra la democracia. Que estos juegos y cortinas de humo no nos engañen. Vienen por nuestras instituciones. Y aquí los esperamos.
La ñapa: Néstor Humberto Martínez llamó a la movilización ciudadana; pero, ¿y por qué no tuvo en cuenta la masiva movilización ciudadana por sus vínculos con la red de corrupción de Odebrecht?