“Todo este amor por el Estado y la ciudadanía nació en las aulas de clase desde la universalidad y la formación, con ello resalto que hoy me dirijo a la Colombia como un amigoniano de corazón que está dispuesto a la construcción de un País, región y ciudad.”
En el 2017 ingresé a la Universidad Católica Luis Amigó, centro regional Manizales, una institución de Educación Superior, creada y dirigida por la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos, cuenta con una sede principal ubicada en Medellín y cuatro Centros Regionales (Apartadó, Bogotá, Manizales y Montería) tiene al alrededor 15.000 estudiantes en todo el país.
Mi alma mater, la causante de mis talentos y de la construcción de mis sueños, cuando inicié en primer semestre en el programa de Derecho fui candidato a la representación de la misma, el cual siendo mi primera vez quedé de segundo y con una diferencia del primero de dos votos, tiempo después en el tercer semestre, volví a ser candidato, pero en esta ocasión fui el primero siendo la mayor votación del centro regional, pero seguí trabajando por lograr la máxima representación de mi institución, llegar al consejo superior, donde se toman las decisiones más importantes de la universidad, no obstante por ser de un centro regional era pensar en una utopía debido a la diferencia de estudiantes entre la sede principal y el centro regional, y por ello opte por la reelección como representante del programa, donde se duplicó el apoyo en cuanto a la primera elección victoriosa, así las cosas seguimos en la proyección y entendimos que había un grado de posibilidad de lograr el escaño más alto.
Viajé a Medellín (la sede principal) y por primera vez en la historia de la Universidad Católica Luis Amigó se oficializó una candidatura distinta, porque había un candidato del centro regional Manizales, en esta candidatura la hicimos para todas y todos los estudiantes de la Universidad en Colombia y afortunadamente ellos nos dieron su confianza e hicimos historia en mi bella casa de estudios donde se volvió a tener la máxima representación y confianza democrática que se ha tenido en el tiempo.
Entendí que la representatividad es una gran responsabilidad y que la Universidad es un todo donde trabajamos por y para los estudiantes y que de esta manera fue creciendo un liderazgo el cual permitió siempre representar a nuestra universidad, estableciendo un proceso que desarrolló un crecimiento gracias a las experiencias, a los buenos consejos y todo el apoyo de grandes maestros que siempre estuvieron para guiarnos en pro de un camino que hoy ambiciona hacer historia.
Todo este amor por el Estado y la ciudadanía nació en las aulas de clase desde la universalidad y la formación, con ello resalto que hoy me dirijo a la Colombia como un amigoniano de corazón que está dispuesto a la construcción de un País, región y ciudad.
¡Muchas gracias Universidad Católica Luis Amigó!
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