Durante siglos fueron reconocidas como diosas de los trivios, reinas de la noche, enemigas del sol, amigas y compañeras de las tinieblas, errantes en la oscuridad… ¡brujas!
El tránsito del Malleus Maleficarum -martillo de las brujas- en Europa a la convención de Belem do Pará en las américas ha sido permeado por historias heroicas, mujeres como Sarah Good desde Salem, pasando por Emmeline Pankhurst, Marie Curie, Simone de Beauvoir hasta llegar a personalidades como Margaret Thatcher y Anne L’Huillier han dibujado un panorama turbio trazado por dificultades pero a su vez de hitos revolucionarios en favor de la nueva era femenina en la cultura, la economía, la política y las ciencias.
Comencemos reconociendo que la representación de la “bruja”, asentada en la narrativa del Malleus Maleficarum y por supuesto en la narración de la caza de brujas Europea no puede ser entendida como un hecho épico, sino más bien como la crónica de momentos penosos en la historia, donde por supuesto las mujeres -brujas, indomables y revolucionarias de la época- se opusieron a la cosificación de sus cuerpos y la resistencia primitiva “demoniaca” de aceptar formalmente los estereotipos de género formados en aquella sociedad, pues no era digno ser viuda o soltera, vivir sola o con otras mujeres, no tener hijos (as), ser líderesas, cuestionar la iglesia, despertar deseo sexual, practicar abortos o incluso realizar cualquier mínima actividad que cuestionara los perfiles científicos de la época.
Curiosamente 5 siglos después de Salem y Zugarramurdi esta “decorosa y digna” sociedad se resiste -en parte- aceptar los nuevos paradigmas peleados por mujeres lideresas, ello es así por cuanto el calificativo de bruja se sigue usando hasta nuestros días, pero que en la actualidad suele llevarse con orgullo por un importante número de mujeres feministas. El 21 de septiembre de 2021 un diputado de Vox llamó “bruja” a una diputada del PSOE por defender el aborto en el parlamento de Andaluz[1] y asi en la voz de miles de “correctísimos patriarcas” que lamentan -en todo o en parte- la gran conquista de derechos de las mujeres, por ejemplo; en la constitución Colombiana, la ratificación de la convención de Belem do para, la ley de cuotas, la controversial promulgación de la Ley 1761 “Por la cual se crea el tipo penal de feminicidio como delito autónomo y se dictan otras disposiciones (Ley Rosa Elvira Cely)”, la despenalización del aborto mediante sentencia C-055 de 2022, entre otros grandes hitos en favor de la población femenina y la perteneciente a la población LGTBQI+.
Recuérdese pues que, En el mes/día Internacional de la Mujer es una ocasión significativa que invita a reflexionar sobre los avances logrados en materia de igualdad de género, así como a reconocer los desafíos persistentes que enfrentan las mujeres en todo el mundo, los feminicidios, la violencia sexual y reproductiva, los cuerpos como botín de guerra, la violencia política, los ciberacosos, los micro machismos y un sinfín de situaciones que aún se presentan y colocan a nuestras brujas y lideresas del siglo XXI en pie de lucha.
En esta jornada, se conmemoran los logros y contribuciones de las “brujas – lideresas” en todos los ámbitos de la sociedad, al tiempo que compromete a la sociedad a seguir trabajando hacia un mundo más inclusivo, equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género. En este punto vale la pena destacar las palabras de Valeria Acosta Isaza y Diana Marcela González Calle al exaltar que: “En el accionar feminista, en la puesta en escena de la praxis y la militancia feminista, la figura de la bruja permite, sobre todo, irrumpir la quietud y solemnidad que muchas veces son el telón de fondo de la cotidianidad, que día tras día desde la oficialidad disfraza las violencias existentes contra las mujeres; esta figura, con sombrero, escoba, risa estruendosa o en las formas en que la encarnan las mujeres, no pide permiso o autorización: se impone ante el silencio, la censura y la naturalización; se impone insurrecta ante las iglesias, los feminicidas, las instituciones negligentes y todo aquel o aquella que pretenda seguir desvirtuando las luchas de las mujeres y las feministas”.
Finalmente mi invitación en este mes a las mujeres, guerreras, lideresas y desafiantes: Sean sabias, madres, abuelas, curanderas, sanadoras, yerbateras, parteras, aborteras, herejes, solteras, viudas, lesbianas… sean lo que quieran ser, sean irreverentes, crucen fronteras, crucen los límites de lo permitido y lo debido dentro de instituciones de poder hegemónico como la Iglesia, la familia, el Estado y la ciencia. Sigan siendo brujas orgullosas, porque ustedes grandiosas heroínas adelantadas en tiempo no corresponden a las exigencias y demandas del modelo único de ser mujeres, gracias inefables por el avance, por el entendimiento profundo de la lucha en favor de los derechos humanos y la sed de justicia, por la sororidad, por el cambio plausible de la nueva época y por no bajar la voz ante el gran Leviatán.
Todas las columnas de la autora en este enlace: https://alponiente.com/author/paulav/
[1] Aduriz, iñigo, Un diputado de Vox llama “bruja” a una del PSOE por defender el aborto y se niega a abandonar el Congreso tras ser expulsado https://www.eldiario.es/sociedad/ultima-hora-coronavirus-actualidad-politica-21-de-septiembre_6_8321641_1077690.html
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