“Combate de Santo Domingo. Al llegar las esperadas fuerzas del General Braulio Henao y nombrado como jefe de todas las tropas en el frente de Santo Domingo, procedió a sitiarlo en regla,… El ataque a la plaza se hizo al amanecer del día 1 de enero de 1.862 y después de un combate de varias horas, los sitiados se vieron obligados a rendirse antes del atardecer. Allí sucumbió la segunda invasión de la Costa. Todos sus Oficiales pasaron como presos de igual forma que los tomados en Carolina.
Las fuerzas antioqueñas a mando del General Henao en el sur, antes de venir a Santo Domingo, se habían portado heroicamente en su campaña, obteniendo no pocos triunfos en el Estado del Cauca y notándose entre otros, el triunfo de La Honda, sobre las fuerzas del General Eliseo Payán. Por eso habían avanzado hasta Silvia cuando les llegó la petición de ayuda para contramarchar hasta una gran distancia, como la de Santo Domingo.” Francisco Duque Betancur; Historia del Departamento de Antioquia; Pag. 750
Es la guerra contra Antioquia que desató Tomás Cipriano de Mosquera, al cual se le unieron José María Obando, José Hilario López, y en la que estuvieron presentes defendiendo a Antioquia: Pedro Justo Berrío, el Dr. Rafael María Giraldo, el General Marceliano Vélez, el Sargento Obdulio Duque, Don Pascual Bravo, el General Eliseo Arbelaez, el Coronel Cosme Marulanda.
Esta guerra comenzó en los inicios de 1860 y concluyó finalizando 1.862. Casi tres años en los que Antioquia fue protagonista, pues era Presidente de la Confederación Granadina Don Mariano Ospina Rodríguez que se había asentado en estas tierras después de la conspiración septembrina de 1.828 y del levantamiento de José María Córdoba en 1829. Ospina tuvo 3 matrimonios con tres antioqueñas: Marcelina y María del Rosario Barrientos Zulaibar, hermanas; y Enriqueta Vásquez Jaramillo.
Mosquera, como Gobernador del Estado del Cauca se había levantado en armas y arrastrado al Gobernador de Bolívar y Santander. La revolución había triunfado en toda la Confederación, salvo Antioquia.
No es una característica del pueblo antioqueño que sea recordado en los campos de batalla. De todas maneras fueron recordados en la independencia: Atanasio Girardot, Liborio Mejía, José María Córdoba, como importantes militares. Lo que quiero traer a colación es que cuando ha sido necesario, allí han estado presentes los antioqueños.
Fue Antioquia pues el último Estado soberano en caer, después que había caído todo el territorio de la Confederación, cuando ya todos los ejércitos se habían reunido contra este último. El Gobernador Rafael María Giraldo, cuando acaba su período constitucional, se enrola como simple soldado y cae en el campo de Cartago el 18 de septiembre de 1.862. El resultado de esta guerra fue la Convención de Rionegro que dio lugar a la Constitución de 1.863 y que hizo nacer a los Estados Unidos de Colombia.
Antioquia tiene mucho que enseñarle al País. Antes de esta guerra de 1861 había sido protagonista de la de 1851 y luego lo será en la de 1876.
No sólo Antioquia es cuna entonces de empresarios, comerciantes, agricultores, mineros y ganaderos. Cuando ha sido necesario tomar las armas para defender sus principios y libertades, Antioquia estará presta.
Siempre, esta sierra altiva y libre, con vocación de costa, con ríos para la generación de la energía que requiere el progreso, los minerales que abundan (oro, plata, platino, cobre), hará respetar su integridad territorial y le mostrará al País un norte.
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