El país se estremeció este fin de semana por cuenta de las declaraciones de la Secretaría de Gobierno de Bogotá, que aseguró que la culpable de la violación, el empalamiento y el posterior asesinato fue la misma víctima, pues ella sabía quién era la persona con la que estaba y decidió irse con él, quien se había ofrecido a llevarla a su casa.
El caso de Rosa Elvira Cely conmocionó al país los días posteriores a su acontecimiento. La búsqueda de su asesino y los cuestionamientos a las diferentes instituciones estatales encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos fueron protagonistas de los noticieros y diarios del país. Críticas a la fiscalía que dejó libre al hombre que la asesinó, sabiendo que ya había cometido un hecho similar en el pasado; críticas a la policía que se demoró en llegar al lugar de los hechos; críticas al cuerpo de socorro, que llevó a la mujer, gravemente herida, a un hospital lejano y no al más cercano. Luego, el captor fue aprehendido por la policía, y la indignación, a la par de las voces que buscaban todo el peso de la ley, fueron los protagonistas.
Hoy, a casi 4 años de su muerte, Rosa Elvira Cely vuelve a aparecer en los noticieros y periódicos del país. Esta vez por cuenta de una demanda que entabló su familia en contra del distrito de Bogotá, a causa de las irregularidades que se presentaron la noche de su homicidio. La respuesta de la Secretaría de Gobierno de Bogotá a esta demanda fue decir que se trataba de un caso de culpa exclusiva de la víctima, pues según ellos, fue Rosa Elvira la que no midió las consecuencias de irse con un compañero de estudios que era cuestionado por su comportamiento por parte de sus otros compañeros de clase, fue Rosa Elvira la que decidió subirse en la moto de su asesino y así puso en riesgo su vida.
Al dimensionar el impacto que tuvo la defensa del Distrito de Bogotá frente a la demanda interpuesta por la familia de Rosa Elvira, salieron rápidamente comunicados por parte del Secretario de Gobierno y del Alcalde mayor, en los que se decía que iban a rectificar dichos señalamientos y tomarían medidas en contra de los autores de la defensa. De todas maneras, ya es demasiado tarde, ya el daño ha sido causado y las críticas han caído sobre el Secretario Miguel Uribe Turbay, a quien se le señala de responsable por haber permitido dicha defensa jurídica.
Sin embargo, el concepto de “culpa exclusiva de la víctima” es algo que se ha empleado para justificar muchos crímenes en el país. Se culpa a aquel que saca su celular en público y luego es víctima de hurto, se culpa a las mujeres por vestirse de manera provocativa y ser víctimas de violación, se culpa a las personas por ser descuidadas y “dar papaya”.
Tal vez en el fondo, sí sea todo culpa exclusiva de las víctimas, unas víctimas que creyeron en un gobierno, en unas instituciones y en una serie de cuerpos de seguridad que deberían hacer todo lo posible por brindarles seguridad y garantizarle unos derechos básicos. Un gobierno que se dedica a exponer tesis de este calibre con el fin de no reconocer su culpabilidad en los casos y ahorrarse la indemnización que implica aceptar su falla. Un gobierno que nunca se hace responsable por las situaciones que puede evitar, pero que saca crédito cada que puede en las ocasiones en que todo va bien.
Tal vez el país esté lleno de 47 millones de víctimas a las que se les puede atribuir la culpa de creer en un gobierno y un Estado que se supone debe hacer todo lo posible por sus ciudadanos, pero que a la hora de la verdad busca disculpas y atribuirle la culpa a las mismas víctimas por no haber previsto el riesgo en el que estaban.
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