Las elecciones presidenciales 2018-2022 sin duda son las elecciones más emocionantes en las últimas décadas. Las y los cristianos bien sea católicos, protestantes o evangélicos hemos estado en el centro del debate para ver quién se queda con nuestros votos. Así pues, los candidatos han hecho todo tipo de maromas para convencernos de que son nuestros dignos representantes. Solo que hemos olvidado que nuestra representación no está en el discurso más grandilocuente que hable sobre temas morales, sino en buscar en esencia la propuesta y opción política de Jesús. Es en el ministerio del nazareno, que encontramos nuestra respuesta. Luego de meditarlo en oración y profunda responsabilidad política y cristiana, he decidido que votaré por Gustavo Petro en la segunda vuelta el 17 de junio por las siguientes razones, que espero conozcan muchos cristianos y se decidan en el mismo sentido.
1. Concepción sobre el poder. Mc 10:42-44
Marcos 10:42-45 42 Pero Jesús, llamándolos, les dijo: —Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos, 45 porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.
Jesús enfatiza a sus discípulos que el poder para el pueblo cristiano no es para someter, sino para servir a los demás. Petro propone fortalecer el Estado de derecho poniendo como prioridad algunos temas sociales como la salud y la educación, es decir, servir a las personas. Este fortalecimiento de la institucionalidad social sería un equilibrio necesario para poder garantizar algunos mínimos sociales. Por otro lado, la propuesta del uribismo hoy representado por Duque, es la concentración de poderes en una súpercorte al servicio del ejecutivo, eliminando así la posibilidad de que la clase política que ha cometido delitos pueda ser juzgada con independencia, algo que a todas luces es ese poder que no le gustaba a Jesús, el poder que sirve para dominar a los ciudadanos.
2. Opción preferencial por los sectores excluidos
Jesús siempre tuvo una actitud preferencial por los pobres, las viudas, los huérfanos, las mujeres y todo el que se encontrara en una situación de indefensión e injusticia. No existe una sola referencia bíblica que ponga a Jesús de parte de los poderosos y acaudalados, por el contrario cuando hablaba con ellos les llamaba al arrepentimiento diciendo que para entrar en el Reino de Dios (que es justicia y paz), debían abandonar sus riquezas, dárselas a los pobres y seguir un nuevo estilo de vida. El programa de la Colombia Humana liderado por Petro y Ángela María Robledo se centra en la superación de la desigualdad profunda que vive en nuestro país, haciendo que los campesinos y trabajadores tengan la oportunidad de dignificar su vida haciendo productiva la tierra y favoreciendo al pequeño y mediano empresario. Cosa contraria opinan en la campaña de Duque que propone fortalecer a los grandes grupos económicos y a las multinacionales a través de beneficios y exenciones tributarias, mientras gravan a los sectores populares desde la base, como el IVA que viene desangrando la economía de las familias.
3. El respeto y cuidado de la casa común
El papa Francisco nos llamaba en mayo del 2015 a través de la encíclica Laudato Si, a los cristianos de todo el mundo a poner atención al asunto ambiental. La tierra clama y gime con dolores de parto decía el apóstol San Pablo, y hoy es claro al ver tragedias ambientales como la causada en La Lizama con el derrame de petróleo tras un mal procedimiento en los pozos de Ecopetrol, o la situación dramática en Hidroituango donde por ambición económica se desvió el río Cauca y hoy vemos los resultados de estas malas decisiones.
El programa de la Colombia Humana replantea nuestra relación con la naturaleza e invita a superar el modelo extractivista que tanto daño le hace a las comunidades y al ambiente. Esto significa que la economía debe estar basada ya no en la extracción de minerales, sino en el desarrollo del sector agrícola (en el que podríamos ser potencia mundial), se buscará y promoverá el uso de energías limpias y renovables; se prohibirá el fracking como método de extracción de petróleo, por sus probados daños irreversibles.
De entrada si logramos con Petro en la presidencia, avanzar en materia ambiental, estaremos respondiendo a la encomienda de Dios en el Génesis de tener una relación armónica con la naturaleza.
4. La paz como fruto de la justicia social (Is 32:17)
Isaías 32:17 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
Hay dos proyectos contrapuestos en materia de construcción de paz en estas elecciones. El de Duque y el uribismo representa volver al pasado, no podemos olvidar que durante los periodos de Uribe se presentaron el mayor número de desplazamientos, ejecuciones extrajudiciales (mal llamadas Falsos Positivos) y masacres cometidas por los paramilitares en colaboración con el ejército, la Policía y los organismos de seguridad (el antiguo DAS). Adicional a esto, la campaña de Duque ha dicho que acabaría con el proceso de paz con el ELN, que recortaría los acuerdos de paz con FARC y ha prometido más guerra para profundizar el modelo de inversión extranjera.
La otra propuesta, la de Petro, la de Ángela María, la de Jesús y por tanto la mía busca alcanzar la paz como resultado de la justicia social, de disminuir las brechas sociales mediante el trabajo dignificado, la productividad social y la construcción comunitaria. Además honraremos la palabra, implementando los acuerdos firmados con FARC, llevando a buen término la negociación con el ELN y ampliando la participación de la sociedad para construir la paz.
Lo digo sin ninguna duda, Jesús no tranza con la muerte, la mentira y la injusticia. Hoy los cristianos coherentes con nuestra fe y el ejemplo de cristo, votaremos por Gustavo Petro y Ángela María Robledo.
Via: Revista Hekatombe.