En medio de los múltiples retos que enfrenta Latinoamérica, identificamos estas dos estrategias como herramientas para reducir los efectos negativos en las economías de los países, con el objetivo de alcanzar una mayor estabilidad y crecimiento.
A lo de nuestra historia, hemos visto que enfrentar ciertas dificultades en soledad, nos lleva siempre a caminos sin salida. Ahí es donde entra la internacionalización de proyectos y la globalización, como una especie de equipo que nos ayuda a estar más unidos en este mundo que cada día está más interconectado. Como señala la Directora General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala: “Ahora más que nunca necesitamos cooperación multilateral y solidaridad”.
Por otro lado, estudios realizados por el Banco Mundial, sugieren que los países que participan activamente en la economía global, tienden a experimentar un mayor crecimiento del PIB.
Cuatro beneficios claves de la globalización:
- Expansión de mercados y diversificación de riesgos:
- En tiempos de crisis, la dependencia exclusiva de los mercados internos puede resultar perjudicial. Por ello, la globalización permite a las empresas explorar nuevos horizontes, actuando como un escudo ante la volatilidad local.
- Acceso a nuevas oportunidades:
- La internacionalización va más allá de defenderse contra una inestabilidad económica, es una oportunidad para capitalizar nuevos mercados, nichos inexplorados, acceder a clientes potenciales y participar en sectores en crecimiento. Esta expansión genera flujos de ingresos adicionales que pueden contrarrestar las pérdidas internas durante periodos difíciles.
- Eficiencia, innovación y competitividad:
- La competencia global impulsa la optimización de procesos y la innovación, elevando estándares de calidad y eficiencia. Enfrentarse a competidores internacionales obliga a las compañías a elevar sus estándares, lo que se traduce en una mayor calidad de productos y servicios.
- Este impulso competitivo no solo beneficia a las empresas individualmente, sino que también contribuye al desarrollo económico general.
- Generación de empleo y desarrollo sostenible:
- Mientras más se genere, más trabajo se necesita. La expansión global contribuye a la creación de empleo y promueve prácticas sostenibles, beneficiando al país de origen y a los nuevos mercados sin verse limitada por fronteras.
Los pasos de Corea del Sur y China
Uno de los ejemplos de que la globalización puede salvar una economía en riesgo es la de más destacados es Corea del Sur, que en la década de 1960 enfrentó una crisis económica significativa. Adoptaron políticas de industrialización y promovieron la exportación, abrazando la globalización. La apertura a los mercados internacionales impulsó su crecimiento económico, convirtiéndolos en una potencia industrial.
China es otro caso emblemático. A partir de las reformas económicas en la década de 1970, se abrieron al comercio internacional y atrajeron inversiones extranjeras. Este enfoque en la internacionalización contribuyó enormemente a su rápido desarrollo económico, convirtiéndose en una potencia global.
El motor de Latinoamérica: colaboración y resiliencia
Nuestro continente es una región que sigue pasando por distintos desafíos, sin embargo, el lado positivo es que la sociedad adoptó el trabajo colaborativo como una costumbre y un mecanismo para encontrar soluciones. Este enfoque no es solo una respuesta, es un ejemplo de resiliencia y nos motiva a seguir construyendo en comunidad un futuro sólido y compartido.
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