Cristiano fue un hijo no deseado y pudo ser abortado, su madre tuvo que trabajar mucho para sacar a su familia adelante, su papá estuvo ausente, era alcohólico y murió por eso, casi se da por vencido cuando Messi ganó el balón de oro por cuatro años consecutivos.
No conocía, ni alcanzo aún a conocer lo suficiente a Cristiano Ronaldo como muy seguramente sí lo conocen quienes lo siguen por mucho tiempo. Pero lo primero que veo en él cuando juega, lo entrevistan y expresa lo que hay en su mente, es una sólida confianza en sí mismo. Esa seguridad, serena pero inamovible, es la que caracteriza a los personajes que han logrado un éxito superior y una influencia que perdura en el tiempo. Lo que hace Cristiano con la pelota, es solo la manifestación de lo que hace con su mente. Mente y habilidad que lo ha llevado a ganar cinco veces el Balón de Oro, cinco premios de la FIFA al mejor jugador del mundo, cuatro Botas de Oro y en 2020 ser elegido el mejor Jugador del Siglo XXI en la gala de los Globe Soccer Awards.
¿Pero esa seguridad, que es casi una veneración a sí mismo, de donde proviene? ¿Es buena o es mala? ¿La puede conseguir cualquier mortal o está destinada solo para unos cuantos?
Nuestra cultura generalmente castra el propio potencial y los sueños personales. Nos ha dicho que no está bien ser ambiciosos y aspirar a ser mejores que otros es muchas veces recriminado desde una doble moral que cercena el talento innato de los seres humanos y su deseo de expansión ilimitada. Hay que decirlo: para muchos es mejor tener a las personas de pasajeros que de pilotos. Y también hay que decirlo: la inmensa mayoría se acomoda mejor como pasajero que como piloto excusándose en su historia, su pasado, sus enemigos, sus circunstancias, el entorno y todas las demás limitaciones autoimpuestas.
Si fuera por historias tristes, pasados difíciles y circunstancias complejas, ni Cristiano Ronaldo ni el personaje exitoso que a usted se le venga a la mente en cualquier arte, profesión u oficio hubiera podido llegar hasta donde ha llegado. Han necesitado justamente de las adversidades para romper patrones mentales y empezar a contar una historia distinta sobre sus vidas. Cristiano fue un hijo no deseado y pudo ser abortado, su madre tuvo que trabajar mucho para sacar a su familia adelante, su papá estuvo ausente, era alcohólico y murió por eso, casi se da por vencido cuando Messi ganó el balón de oro por cuatro años consecutivos… en fin, pudo haber tomado un mal camino pero su deseo de alcanzar la gloria personal, su visión de largo plazo y su voluntad disciplinada fueron más grandes que la pobreza, el rencor y el miedo.
Entre las principales características que logré identificar en Cristiano Ronaldo, y que determinan sus patrones de éxito, destaco las siguientes:
- Busca comandarse a sí mismo (autodominio).
- Se traza objetivos claros.
- Tiene mentalidad de ganador.
- Le gusta ganar, pero sabe perder.
- Busca mejorar constantemente.
- Cuida su cuerpo y su mente.
- Se nutre del amor.
- Sigue su pasión.
- Habla con la verdad.
- Es directo, pero discreto.
- No le gusta hablar de los demás.
- Es natural y sencillo.
- Tiene sentido del humor.
- No le gusta sobrexponerse a los demás.
- No guarda resentimiento.
- Reconoce el valor de estar solo.
- Respeta y valora a su familia.
- Toma las críticas como motivación.
- Confía en su inteligencia, pero se rodean de personas que saben más.
- Es su propio asesor de imagen.
No creo en el mito de los grandes hombres o de los superhéroes que todo lo pueden. Hay muchos personajes que se han creído superiores y han ocasionado las peores tragedias de la humanidad o han terminado en el foso de la humillación y la desgracia. Yo prefiero darle valor a los hombres y mujeres que creen en sí mismos y trabajan en un estado del ser especial, como Cristiano, pero que el reconocimiento de su poder es tan maduro y consistente que son capaces de combinarlo con la templanza, la moderación, la humildad y el amor.
Esos son los verdaderos súperhumanos, los que confían en si mismos, sueñan en grande y alcanzan con valor todos sus propósitos sin importar lo que piensen los demás. Pero también, los que son genuinos de corazón, los que una vez salen de la cancha alimentan su espíritu en el silencio puesto que saben que su presencia en el mundo necesita inteligencia, conciencia y visión.
Sin lugar a dudas la mentalidad, los valores y los hábitos de Ronaldo no tienen nada de excepcionales en cuanto todos podríamos alcanzarlos. El asunto es ser excepcionalmente valientes para seguirlos. No es cuestión de suerte ni de historias buenas… es una forma primero de ser y de hacer, para luego tener. Así de simple pero así de retador.
PD: termino con tres frases que oí de Cristiano. Por ahí dicen que de lo que habla la boca está lleno el corazón:
“El futuro es el presente. Y el presente es ahora”.
“Para lo único que no hay solución, es para la muerte. La vida es bella”.
“Nací para ser el mejor”.
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