COVID-19 en la Colombia oculta

Cuentan que el demonio se amamanta de la verruga y al hacerlo sale el pelo, entre más pelos tenga la verruga mayor poder tiene la hechicera en razón del pneuma del diablo.


La lluvia era torrencial, no paraba de caer agua, Don Fulano de Tal en su lecho de muerte solo pronunciaba – me mato la desgraciada bruja – sus hijos y una mujer ensimismada acompañaban al esquelético viejo en sus últimos suspiros. Los herederos no entendían como había pasado, que enfermedad se había llevado al progenitor, nadie se explicaba las razones de su muerte, pero entre la superstición y la razón, para consolar el dolor se acordaban de una joven delgada, de pelo negro azabache, muy formal la muchacha, pero todo el mundo la consideraban una bruja, la cual, se decía, que entre sus quehaceres y pócimas le dio burundanga al señor para que lentamente se ahogara y se quedara sin respiración.

Los libros prohibidos nos han enseñado las características propias de una bruja, nariz larga, cabello despelucado, uñas extrañas, dientes mal cuidados y dicen que huelen feo, porque se mantienen orinando por todo lado. Sin embargo estas explicaciones al nieto de Don Fulano no le cuadraban, ya que la mujer que tanto se mencionaba en su casa, no encasillaba en la descripción de bruja. Ahora bien, en un viejo libro estaba el secreto para saber quién verdaderamente era de la bandola de aquellas mujeres expertas en las artes ocultas, simplemente se tenía que encontrar la verruga de la bruja y ésta debía tener al menos un pelo. Cuentan que el demonio se amamanta de la verruga y al hacerlo sale el pelo, entre más pelos tenga la verruga mayor poder tiene la hechicera en razón del pneuma del diablo.

Este joven, entre su astucia e indagación, buen mozo y con la herencia de la coquetería de su abuelo, se propuso enamorar a la bella dama, la supuesta bruja, para descubrir en su cuerpo donde estaba la verruga, era la única posibilidad de encontrar la razón finita de sí la muchacha era la culpable de la muerte de su abuelo y así poderla llevar a un juicio público con las autoridades del territorio (La ley del monte). El amor afloró entre los cafetales, profundo como las selvas y fuerte como un roble, las almas se encontraron y la lectura de los cuerpos fue tan sublime que nuestro personaje quedó anonadado de tal perfección hecha por la naturaleza, en la figura de esta mujer no se hallaba mancha alguna.

Pasados los 15 días, un joven y la supuesta bruja murieron en las montañas escondidas de Antioquia, la misma parca que se llevó a Fulano de Tal se ensañó con los dos enamorados, la muerte fue diagnosticada a causa de un famoso virus llamado COVID 19, una especie de hechicería quien sabe salida de donde, algo claro si tenían los montañeros, se decía que las brujas no se pueden enamorar, ya que si lo hacen, su mismo hechizo se revierte y la mata.

Así pues, en el sepulcral día, en un cuarto frío y rústico, un médico, el sepulturero y el señor de la funeraria preparaban a los fallecidos, era indispensables dejarlos listos para su sepelio. El miedo al virus (Hechicería) asustaba a los auxiliares de la necropsia, estaban rodeados de un sin sabor en la decisión sobre abrir los cuerpos, lo más seguro era, que al hacerlo se esparciría el virus y se apoderaría de ellos. La tarea no era fácil, pero se pusieron manos a la obra. El bisturí se abría paso con gran cuidado por el cuerpo de la joven, desmembrando cada célula y marcado una delgada línea roja en un estado de perfección sobre la incisa, blanca como la leche y sin rastro alguno de manchas, pero de un momento a otro un silencio pausado, concentró a los tres hombres con miradas absortas en el corazón de la mujer, ya que en este se visualizaba unas pequeñas hebras de pelos atados con gran fuerza no a una verruga sino a una arteria del órgano, se confirmó en este inhóspito lugar que la musa era una bruja y que a ella también les da COVID 19, ya sean por enamorarse o porque tampoco saben de dónde viene tremenda brujería.

Nota: En las montañas lejanas de nuestros territorios, hoy no se sabe que es el COVID 19. El mito sobre el virus es la verdad, ¿podrá entonces, el estado explicarles a nuestros coterráneos de la Colombia oculta sobre el surgimiento de la ciencia (Vacuna) para evitar la gran desgracia de morir sin saber de qué se muere? Es decir, una brujería quien sabe salida de dónde.

Sergio Augusto Cardona Godoy

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