«Coronachimbo»

Como siempre me disponía para salir a trabajar, me alisté y de mi mujer en su frente me despedí. Tomé mi bicicleta y como rabión partí dando pedalazos que servirían de calentamiento para empezar a laborar—pues que mejor que preparar las piernas para en la “rusa camellar” — son las 6 de la mañana y el patrón no llega, así que disponemos de un cigarrillo compartir — respecto a ‘compartir’ me refiero a rotar un cigarrillo entre todos— y ¡claro! El vasito de tintico no podía faltar. Nos comenzábamos a preocupar porque el patrón no llegaba, y en este medio ‘si un día no se trabaja, es un día que no se come’. Lamentablemente en estos momentos de encierro no tenemos la capacidad de pagar latas de atún a $18.000 y menos tapabocas a $35.000, sólo nos alcanza para los huevos que de $8.000 a $12.000 subió, y claro es de entender.

—“las gallinas están muriendo por el Coronavirus y es difícil conseguir huevos.”

O peor aún, los productos del campo como tomate, lechuga, yuca y otros, están comenzando a subir su valor, ¡pues obvio!

— el Coronavirus también los ataco y son muy pocos los productos que se logran salvar.

Yo entiendo la situación y nos compadezco, todo esto gracias a nuestros medios de “desinformación” que se encargan de explicar y excusar las grandes estrategias de algunos.

Marcan las 7 de la mañana y se divisa al “gordo” del ingeniero llegar, nos dice:

— tranquilos el patrón si va a venir

Sentí un fresquito en el pecho, porque me di cuenta de que no tendría que utilizar “el papel periódico con agua panela para mis niños alimentar”