La posible legalización del aborto hasta la semana 14 en Argentina, ha generado controversia en todo el mundo debido a la polarización que genera un tema tan importante para la vida en sociedad, y en el cual confluyen argumentos religiosos, éticos y políticos.
Quienes están en contra de la legalización se hacen llamar provida, argumentando que desean proteger tanto la vida de la madre como la del feto o embrión que podría convertirse en un bebé en caso de nacer. Sin embargo, la evidencia empírica demuestra que con la ilegalización habrá una mayor probabilidad de que ambas vidas terminen.
Según estadísticas de Ministerio de Protección Social, se realizan aproximadamente 400.000 abortos inducidos cada año en Colombia. La mayoría de estos son realizados en condiciones inseguras y con procedimientos que ponen el peligro la vida de la madre, mientras que sólo 10.000 son realizados por Profamilia de manera segura. En Argentina se dan 450.000 abortos inducidos de manera ilegal al año. De estos, 60.000 entran en hospitalización debido a complicaciones en el procedimiento.
En España, donde el aborto inducido está despenalizado hasta la semana 14, se ha visto una disminución progresiva del número de abortos llegando a sólo 93.000 en 2016. De hecho, se recomienda que el aborto no sea realizado por pastillas sino un centro de sanidad pública del Estado, en las cuales se garantiza que no habrá complicaciones.
En los países donde el aborto es ilegal mueren 47.000 mujeres al año debido a complicaciones en el procedimiento. Además, 5 millones de mujeres son hospitalizadas en razón de las malas condiciones de los abortos clandestinos. Las mujeres con menores ingresos son las más afectadas, en razón de la incapacidad para acceder a procedimientos más seguros, que generalmente tienen costos exorbitantes.
En este sentido, es pertinente afirmar que el aborto inducido sucede independientemente de la legalidad o no del mismo. Lo que sí cambia es la probabilidad de muerte de las mujeres que deciden realizar este procedimiento. También se acaba el negocio de las clínicas ilegales que practican estos procedimientos a altos costos y venden las pastillas para inducir al aborto a precios exorbitantes.
Entonces ¿ser antiaborto equivale a ser provida?