El Sistema de Alertas Tempranas Comunitario del Valle de Aburrá no solamente cuenta con los profesionales, los equipos técnicos de monitoreo y los planes de atención del Área Metropolitana, 26 grupos comunitarios apoyan la gestión de riesgos en la ola invernal.
En varias comunidades del Valle de Aburrá, ubicadas en zonas de alto riesgo de inundaciones y deslizamientos, han pasado del monitoreo empírico de los niveles de agua de las quebradas y afluentes, al manejo de equipos y planes de prevención de riesgos de desastres ante el recrudecimiento de las lluvias.
Todo esto, gracias al trabajo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá que lidera el Sistema de Alertas Tempranas Comunitario. 26 grupos han sido capacitados y operan en red para ser alertados e intercambiar información con el Siata, Sistema Integrado Alertas Tempranas del Valle de Aburrá, cuando el agua se convierte en un peligro. Como ellos mismos dicen, pasaron de usar pitos, ollas y otros elementos para alertar a los vecinos del sector y avisarles que evacuaran cuando había una inundación, a manejar alarmas y protocolos que salvan vidas.
“Todo lo que hacemos es en función de la ciudadanía y del territorio”, dice Olga Ramírez, líder del equipo social del Siata, que se encarga del proceso de las alertas comunitarias.
La comunidad se encarga de los sensores de niveles de agua y los pluviómetros, instrumentos que sirven para la medición de las lluvias; y Siata, activa las alarmas para que iniciar los operativos de los organismos de socorro.
La comunidad ha sido capacitada en identificación de riesgos, gestión de alarmas, seguimiento y monitoreo, autocuidado, protección del territorio y empoderamiento de líderes, un trabajo que da cuenta de buenos resultados en prevención de riesgos.
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