Combatir el “complejo del héroe” es una tarea de TODOS

Respuesta al artículo “Tarea para sociólogos” del columnista Norman Mesa Lopera, colega colaborador de opinión en Al Poniente, publicada el 28 de enero de 2024.


CLARIDADES

Utilizo la palabra “claridades” y no “aclaraciones” porque claridad, en una de sus interpretaciones, es brindar luces o entendimiento sobre un tema, asunto o acción al público o a una persona determinada. Aclaración, tiene un sentido más de subordinación, así sea simbólica o moral de un grupo o persona sobre quien expone los argumentos aclaratorios.

En cinco maravillosos años, donde como en la vida de todo ser humano y en sus facetas, he pasado por muchas cosas, la libertad de expresión, el respeto al ejercicio y valoración de la calidad de entrevistas, cubrimientos y argumentos que desde 2018 he desarrollado desde Bogotá y el interior del país para Al Poniente, son sin duda alguna una impronta de calidad, que me obliga no solamente a la gratitud, sino a contestar y exponer argumentos sobre las posiciones o exposiciones que no vayan de acuerdo a la razón y la realidad.

Una de las grandes fallas argumentales, sin adentrarnos en los terrenos de la lógica formal, elemental materia para cualquier persona que se desarrolla en el humanismo, es la totalización -erróneamente confundida con generalización, que no es más que mostrar las generalidades sobre hechos, objetos y sujetos, sin desconocer las excepciones. Sin generalización no habría básicamente el concepto de lenguaje-. Totalizar, es básicamente poner bajo el mismo paraguas a la totalidad de sujetos, objetos y hechos en un ejemplo, siempre hipotético que se enuncia con la intención de que parezca el reflejo de un fenómeno real.

“Todos los hombres son iguales”, “todas las mujeres son iguales”, “todo el que estudia licenciatura tiene parafilias con personas menores”, “todo el que vive con muchos animales tiene una enfermedad mental o parafilias”, “todo el que usa color rosado tiene identidad dudosa de su sexualidad”. Esas son las totalizaciones. De eso ha estado llena la historia humana durante siglos, y nunca ha traído nada bueno.

“TAREA PARA SOCIÓLOGOS”: MANUAL DEL “COMPLEJO DEL HÉROE”

¿Por qué traigo esta discusión? Porque como en otras ocasiones, sobre todo en temas políticos, si bien para algunos importantes analistas y columnistas que ha tenido la gloriosa labor periodística y literaria de Colombia, de que utilizar las editoriales de opinión de los medios para dirimir temas personales, era desde una herejía hasta una falta profunda de buen gusto. Pero, como los tiempos han cambiado, y siento que he manejado mi libertad de expresión por estos largos cinco años de manera responsable, me asiste el deber de por primera vez, desde 2018 responder un artículo de un colega columnista de este distinguido diario, en especial si este colega, es de Norte de Santander, al igual que mi familia materna.

Además, me resulta muy difícil escribir sobre algo que no me afecte y no sienta.

Me refiero a la columna “Tarea para sociólogos” publicada el pasado domingo 28 de enero en el portal de esta casa, donde a través de una cita bíblica de inicio que refuerza el cliché judeo-cristiano de exaltar la debilidad y la mediocridad existencial como algo normal, bueno e inevitable en el ser humano; seguido de una serie de prejuicios contra actitudes normales que cualquier persona por instinto de conservación quiere evitar dentro de su existencia y por las que lucha día a día, haciendo ver la mendicidad y toda la escalada de vicios, criminalidad, negocios y enfermedades físicas y mentales alrededor de una etapa negativa de marginalidad social, que es un vector negativo para cualquier civilización. Todo esto, rematado, con una narración utópica, romanticona e irrelevante anécdota personal sobre la indignación sobre que un guarda de seguridad retire de las puertas del centro comercial Ventura Plaza, el más importante de Cúcuta -que solamente tiene otra franquicia en el país, y está ubicada en Soacha, vecindades del sur de Bogotá- a un habitante de calle que se ubica a pedir sobras de comida a los visitantes del lugar.

Para consultar la lectura, dejo el enlace virtual: https://alponiente.com/tarea-para-sociologos/ (Consultado el 28 de enero de 2024)

La indignación, rabia y vergüenza ante el discurso cada vez más autodestructivo de normalización de la existencia de la mendicidad organizada de facto -ahora llamada  a las malas, gracias a los sociólogos y tecnócratas mamertos del Chicó o del Poblado “habitabilidad de calle”, que por cierto, jamás habrán dormido una sola noche de su vida en la intemperie-, que está generando que la amalgama de la crisis de valores de Occidente, empeorada por las crisis sociales cada vez mayores en países tercermundistas como los nuestros, hagan que haya un efecto de no retorno de la agresividad, el imponer dentro de las grietas del Derecho en el diario vivir, una nueva “ley de la selva” donde nadie está seguro en ningún momento, a ninguna hora, en ningún lugar.

¿Qué ha empeorado esta situación? El “complejo del héroe”.

El complejo del héroe es una convención sembrada en el inconsciente colectivo social de las civilizaciones de base moral judeo cristiana, que consiste en hacernos creer que tenemos un falso deber moral de “salvar” la vida de otros, aún en contra de nuestro propio bienestar y dignidad humana. De ahí surge de todo: relaciones tóxicas, comportamientos anormales entre las vidas virtuales y reales…hasta la destrucción de las familias.

Por eso, aunque nunca hacemos algo real que cambie la vida por nadie, nos metemos en peleas que no son nuestras, en relaciones que no son nuestras y a ser defensores de gente a la que si no le importa su propia vida, menos que otros los defienden. Ahí está desde el popular “sapo” de toda conversación y barrio colombiano, hasta a los que la vida a las malas les dice “dedícate a lo tuyo” con una demanda, un golpe, una amenaza o hasta perdiendo la vida por culpa de una persona (hombre o mujer) que no vale la pena o personas que volvieron la mendicidad su estilo de vida y vicio. Sí, la mendicidad per se es un vicio. Buñuel y Dostoyevski en su obra retratan la realidad del mundo vacío, fatuo y primitivo de las mentes y almas de la mayoría de quienes deciden tomar como opción, aún pudiendo recuperar su vida, de la degradación y autodestrucción progresiva.

LA VIDA DE NADIE ES PROBLEMA DE NINGÚN OTRO, NI DE LOS SOCIÓLOGOS

El segundo mayor error en mi opinión aparte de todo lo malo de antes, es asumir que los científicos sociales tienen qué, vislumbrar a una población específica. Si nos adentramos dentro de este argumento, coincide mucho con los odiadores de las ciencias sociales y los estigmatizadores de los sociólogos -coyuntura que en Colombia tiene explicación en los énfasis derivados de las dos etapas prácticas de dicha carrera en la Universidad Nacional entre los años 40 a los 60, aún no superadas sus contradicciones internas de escuelas-. El sociólogo, el que dice analizar la realidad, debería ver las historias humanas detrás de cada indigente -actividad que si alguien quisiera realizar sería más pertinente desde la sicología o el trabajo social en enfoque de la etología, comportamiento humano o delimitando grupos, estratos, regiones y causas mediante instrumentos de investigación cuantitativos y cualitativos-. Moralina, utopía bobalicona e imprecisión técnica. Todo en uno.

¿Cuál es la fórmula más fácil de entender el comportamiento humano? Proyectando en el exterior lo que en el interior de tu vida sería lo correcto con tu dignidad e integridad. Y eso nos lleva a entender que en síntesis, la civilización es tener conciencia de la existencia de límites y prever las consecuencias de infringir esos límites.

Así de sencillo.

A MANERA DE EPILOGO

Las pocas líneas de la columna respondida ameritaría de mucho para destruir la farsa de su estructura conceptual, en la que el sensible promedio -aquel que no ha convivido con problemas económicos, familiares y con riesgo de su integridad por la vida sin propósito de alguien más; o en su defecto no lo roban ni vive en la Bogotá 3.0 de enero de 2024 heredada de Claudia López y…¿Bogotá tiene alcalde?-. Al igual que el columnista vivo en el país donde se ubican tres de las veinte ciudades más peligrosas del mundo -Pereira, Cali y Palmira-; igual que él vivo en el quinto país del mundo más peligroso para el ejercicio del periodismo (donde la ARL es muy costosa dado el riesgo y es una de las profesiones peor pagas, menospreciadas y prostituidas social y salarialmente). Pero no es con el “Complejo del Héroe”, con que vamos a ayudar a un familiar, un amigo, una persona. No es involucrándose y trasplantando a nuestras vidas el problema. Sí, hay que ayudar materialmente de manera inmediata en ocasiones. No defiendo jamás la indiferencia y el egoísmo, pero…¿Usted está dispuesto a hacer algo más que sentir pesar por esa persona? ¿Esa persona quiere realmente cambiar para bien su vida? ¿Esa persona que entiende el sentido de la vida? ¿Comprenderá que no madrugar, trabajar, pedir ayuda, reconocer errores, levantarse, formarse y pasar por encima de las dificultades es la única forma de crecer como ser humano? Si la respuesta interna a estas preguntas es no. Siga su camino, olvídese del tema. Hará más por el mundo luchando por tener una vida edificada, proyecto de vida buena, que sin duda, impactará inevitablemente en su entorno. Recuerde que los humanos somos seres sociales.

Evitar que haya más personas en la marginalidad extrema de la indigencia -y otras formas de marginalidad bajo techo y enmascaradas, que terminan en la muerte o la indigencia-, es el verdadero aporte. Empezando, por uno mismo, e intentando con su núcleo cercano. Como yo lo estoy haciendo en este momento, con gente cercana de mi familia.

¿Con qué estándares se hace un cambio para bien sin tener comparación?


Todas las columnas del autor en este enlace: Jhon Jairo Armesto Tren

POSDATA

Invito al columnista Mesa Lopera a que lea los siguientes libros:

  1. Sociólogos históricos de Colombia: estudio crítico, escrito por Gustavo Uribe Celis y publicado por la editorial de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia-UNAD. Enlace: https://libros.unad.edu.co/index.php/selloeditorial/catalog/book/178
  2. El Caballero de la Armadura Oxidada, de Robert Fischer. Enlace virtual: https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/edublog/ceipmarpequena/wp-content/uploads/sites/568/2020/03/el-caballero-de-la-armadura-oxidada-robert-fisher.pdf

Leer es gratis, ser serio es gratis y tener sentido defensa.

Jhon Jairo Armesto Tren

Con estudios en Administración ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas-Bogotá. Veedor ciudadano en presupuesto electoral de la Universidad desde 2011 hasta hoy registrado ante la Personería de Bogotá. Columnista de opinión en varios medios de comunicación digitales desde 2013. Actualmente director publicitario de El Nodo Colombia y columnista habitual, además en El Quindiano (Armenia) y Diario La Piragua (Montería, Córdoba)

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