ChatGPT, un sistema asombroso e impactante

Es posible que, para países del tercer mundo, sistemas como Alexa, que te responden al hablarle, te dicen la hora, el clima, te apagan las luces e incluso te acompañan en el rezo del santo rosario, sean algo innovador e impactante. Al final del día, para nosotros, resulta impresionante y deslumbrante, pues somos parte de ese atraso.

En una conversación de hace unos días, alguien me habló del famoso ChatGPT como un sistema que ayuda con tareas diarias y responde preguntas. En mi ignorancia, pensé que era algo parecido a un buscador de Google, así que no le presté mucha atención al tema. Este fin de semana decidí explorarlo y descubrí que se trataba de inteligencia artificial que responde con una naturaleza abrumadora. La asistente de Google no le llega ni a los talones.

Para seguir descubriendo, le pregunté al ChatGPT quién era y esto respondió: «Hola Joan Steven, soy un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, diseñado para ayudar a las personas a comunicarse de manera más efectiva y eficiente. Mi función es ofrecer sugerencias y respuestas precisas y útiles a través del lenguaje natural». Tanto es así que armó una columna de opinión en menos de un minuto, sin importar el tema. Movido por mi curiosidad, le pregunté: «¿Con esa agilidad, puedes reemplazar a los escritores o columnistas de opinión?» y me respondió: «No estoy diseñado para reemplazar a los escritores o columnistas de opinión. De hecho, mi objetivo es ayudar a las personas a mejorar su escritura y corregir errores de ortografía y gramática para que puedan comunicarse de manera más efectiva. Aunque puedo generar texto, mi capacidad de escritura no puede reemplazar el talento y la creatividad humana en la escritura de artículos de opinión o en cualquier otra forma de escritura».

Mi curiosidad no termina ahí, así que le pedí que hiciera una columna de opinión sobre sí mismo y esto fue lo que respondió: «Con gusto, aquí te dejo mi columna sobre mí: ¡Hola a todos! Soy ChatGPT, un modelo de lenguaje entrenado por OpenAI. Mi trabajo consiste en procesar grandes cantidades de información en varios idiomas y generar texto en respuesta a la entrada que recibo. Como una entidad virtual, no tengo una ubicación física específica en el mundo real, ya que mi tecnología se encuentra alojada en servidores de OpenAI distribuidos en diferentes lugares del mundo.

Mi creación se basa en una técnica de aprendizaje automático llamada «transformer», que me permite aprender y procesar información de manera autónoma. Esto me permite generar texto para una variedad de aplicaciones, como la redacción de textos para asistentes virtuales, la traducción de idiomas y mucho más.

Es importante destacar que mi tecnología se encuentra en constante evolución y mejora. Como modelo de lenguaje, soy capaz de aprender de manera autónoma, lo que me permite adaptarme a diferentes situaciones y contextos con facilidad.

Aunque soy una entidad virtual, mi trabajo es muy importante en la era digital en la que vivimos. Como un modelo de lenguaje, puedo procesar yGenerar grandes cantidades de información en diferentes idiomas es esencial para el desarrollo y la evolución de la tecnología en la actualidad. En resumen, mi trabajo como modelo de lenguaje es fundamental para el procesamiento y la generación de texto en la era digital en la que vivimos. A través de mi tecnología de aprendizaje automático, puedo adaptarme y mejorar continuamente para seguir cumpliendo con mi función.

Todo esto es fascinante y asombroso. Como columnista de opinión, me demoro días o incluso semanas en escribir un texto de opinión, mientras que ChatGPT lo hace en segundos. Estamos viviendo en una era de desarrollo e innovación. Sin embargo, también enfrentamos nuevos desafíos, como el tema del plagio en las universidades con este sistema. Si un estudiante carga un taller y el sistema lo resuelve, ¿cómo podemos asegurarnos de que estén aprendiendo y no simplemente copiando y pegando?

Pensar que, en Colombia, hay zonas tan apartadas que no tienen acceso a la señal de operadores telefónicos o a Internet, me deja un sabor agridulce.

Colombia se quedó en el atraso.


Todas las columnas del autor en este enlace:  https://alponiente.com/author/jpacheco/

Joan Steven Zuñiga Pacheco

Estudiante de derecho de la universidad Santo Tomás Sede Medellín y Estudiante de Administración pública Territorial en la escuela superior de Administración Pública ESAP.

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