La pandemia nos ha llevado a ponerle la lupa a la brecha digital que sufre Colombia y Medellín, ya que la virtualidad ha tomado un rol preponderante en el último año, dejando al descubierto las necesidades y carencias que tenemos en este renglón, y sobre todo en pro de unos objetivos específicos como la generación de empleo, aumentar el emprendimiento, mejorar la educación y aumentar el PIB del país para la generación de desarrollo y crecimiento económico.
Pero antes que nada, hay que mencionar que este no es un problema exclusivamente colombiano, y de hecho 193 países miembros de la ONU se han comprometido con el acceso universal y asequible a internet, y de hecho se encuentra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- que plantea la entidad multilateral. Al respecto, el Banco de Desarrollo de América Latina -CAF-, ha señalado que el 38% de la población de Latinoamérica no cuenta con acceso a internet.
En Colombia, según el Ministerio TIC, el país cuenta con 14 accesos fijos por cada 100 habitantes, siendo Bogotá la ciudad con más conexiones fijas (25,3 conexiones por cada 100 habitantes), seguido de Risaralda y Antioquia.
En Medellín, a excepción de comunas como Poblado, Laureles, Estadio y La América, todas las comunas de la ciudad tienen déficit de conexión a internet, y el panorama es mucho más desalentador en nuestros corregimientos, especialmente en Santa Elena y Palmitas, donde la desconexión alcanza el 50%.
También se debe señalar que, de los 316 mil estudiantes matriculados en colegios públicos en la ciudad, el 30% no cuenta con acceso a internet, lo que nos indica que más o menos 95 mil estudiantes de nuestra ciudad no cuenta con este servicio, que hoy por hoy se considera vital.
Es evidente la brecha digital en Latinoamérica, en Colombia y en Medellín, pero la pregunta que muchos se harán es ¿Por qué habría que cerrar esta brecha y qué se puede hacer para acortarla o desaparecerla? En este punto es vital señalar que acorde con el Banco Mundial, aumentar en 10 puntos porcentuales la banda ancha se traduciría en un crecimiento del PIB de hasta 1.38%, y según el DNP si triplicamos la velocidad de conexión, podemos incrementar el PIB per cápita hasta en un 18%. Eso es mayores oportunidades económicas para nuestro país, especialmente en tiempo de recuperación postpandemia.
Consciente de esto, el Gobierno Nacional ha implementado una serie de estrategias como la de subsidiar la conexión de nuevos hogares (estratos 1 y 2) a internet y tiene la meta de conectar a 3.658 al término del período presidencial, lo que implicaría una inversión de 3 billones de pesos.
Adicional a esto, desde el MinTic se ha detectado el rezago que existe en las autopistas digitales del país, ya que aún gran parte de la población tiene conexión 2G y 3G, por lo que otra de las acciones de Gobierno ha ido encaminada a la actualización de todo el sistema hacia las 4G, no obstante he sido reiterativa desde el Concejo de Medellín para que la ciudad empiece a pensar en las 5G con sentido de urgencia.
Estas acciones van complementadas a otras como la de conectar escuelas rurales a Internet y la creación de zonas digitales comunitarias, aunque en Medellín nos hemos dado cuenta que estas zonas en muchas ocasiones no tienen la capacidad de satisfacer las necesidades de la ciudadanía.
En Medellín estamos en tránsito a ser Distrito de la Ciencia, la Innovación y la Tecnología, lo que nos pone en una situación diferenciada, sobre todo con el reconocimiento de ser la sede de la 4ta Revolución Industrial, por lo que debemos ser mucho más incisivos y exigentes en la materia, y tengo que decir que los resultados hasta el momento dejan mucho que desear, no solo a esta concejala sino a la ciudadanía que sufre el rezago digital.
Sin embargo es importante mencionar que el Concejo de la ciudad ha respondido al reto que nos ha impuesto la realidad, y se han llevado a cabo importantes debates como el papel de Tigo-UNE en este nuevo escenario, y proyectos de acuerdo que responden a las nuevas necesidades como el del mínimo vital de internet en Medellín y CoWorking al Barrio.
Queda mucho por hacer, y hago un enérgico llamado a la administración a acelerar procesos, hacer diagnósticos y emprender acciones contundentes para reducir la brecha digital en Medellín y que el título de Sede de la 4ta Revolución Industrial o Valle del Software no se queden en el papel.
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