Caracas, 02/04/16
Ciudadano
Juan Manuel Santos
Presidente de la República de Colombia.
Presidente,
Inicio esta carta preguntando si es una burla tanto para Colombia como para Venezuela proponer a nuestro país para una intermediación en la negociación de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), es decir, intervenir en una “Mesa de Paz”, luego que su paisano agente cubano Nicolás Maduro de manera violenta y humillante, violando los Derechos Humanos de cientos de sus compatriotas quienes hacían vida pacíficamente en municipios fronterizos los haya expulsado de territorio venezolano cerrando arbitrariamente el pasado 19 de agosto la frontera y desplegando la “Operación Liberación del Pueblo (OLP)” en la región, que lo llevó a usted a declarar “No puedo permitir que Venezuela trate a los colombianos y al Gobierno de esa forma”.
¿Acaso sufre de amnesia en relación a lo degradante de estos hechos que fueron noticia internacional y que usted denunció en la OEA? Todavía guardamos en nuestra memoria imágenes de niños aterrorizados cruzando el río Táchira, y mujeres con sus enseres en la cabeza huyendo de la barbarie del “cucuteño de Miraflores”, suceso vergonzoso que quedó registrado en la historia reciente de ambos países. Pregunto, Maduro normalizó la vida en la frontera, no, ahora el contrabando y el narcotráfico es más selectivo, menos “democrático” pues, es decir, en el mero cogollo.
En la actualidad es fácil comprender para ambos pueblos bolivarianos quien controla y se beneficia de las casas de cambio fronterizas, atribuidas a Dólar Today. Casas donde cambian el dólar otorgados por la gracia presidencial a un grupo de generales para ser cambiados por bolívares devaluados y que permite a su camarilla recibir el contrabando de gasolina, tractores y hasta comida de Venezuela. Y de allá para acá el narcotráfico, bandas paramilitares, guerrillas y vacunas.
Puede además el gobierno venezolano ser “mensajero” de la paz cuando en nuestro suelo existe una delincuencia oficial armada por el régimen y un hampa común que ha desbordado la sangre en las calles de cualquier ciudad y pueblo del territorio nacional, dejando hasta la fecha un saldo rojo que sobrepasa los 240 mil muertos en lo que va de esta revolución. Y que según informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Venezuela está catalogada como el primer país más inseguro del mundo “cuya inestabilidad política y económica contribuye a la inseguridad ciudadana” ubicándolo en el segundo lugar del planeta en cuanto a homicidios con 53,7 muertes por cada 100.000 habitantes. ¿Eso es paz?
Ahora con esa propuesta el triunvirato viene por más, ese trio que pensó y sacó del juego al finado presidente del cual todavía los venezolanos no conocemos testamento, informe médico, autopsia y acta de defunción y que simultáneamente coronó a un ilustre desconocido paisano suyo, de canciller a Vicepresidente y luego Presidente, sin duda, en una de las criminales jugadas magistrales de la historia de la perversión política. Entonces hoy, de forma deliberada acuerda en la Habana que la Capitanía General de Venezuela (porque ya dejó de ser República) sea el escenario para una “Mesa de Paz” entre el ELN y su inmoral gobierno.
Que paz puede llevar a Colombia, si usted ni siquiera defendió con patriotismo el mar territorial frente al gobierno de Nicaragua y pretende en la actualidad adjudicarse para sus intereses personales el Golfo de Venezuela y poner a operar en él a sus empresas.
Su actuación tampoco me sorprende, cuando impidió a clérigos de la iglesia colombiana que facilitaran al padre José Palmar el acta de bautismo y partida de nacimiento de su paisano Nicolás Maduro, porque no cabe duda que usted forma parte de esa clase de políticos alumnos aventajados del corrupto General Santander, quien le propuso en carta al Libertador negocios compartidos, pero que el gran Capitán de América lo mandó bien largo al carajo y a ese lugar también irá gente como ustedes.
Pablo Medina
Exconstituyente y exsenador de la República de Venezuela
PABLOMEDINAML
Excelente artículo