Medellín, Colombia, 26 de Abril de 2016.
Señor
Pascual Gaviria, columnista El Espectador.
Cordial Saludo,
Respecto a su columna “Universidad de Cartón”, donde menciona mi nombre, quisiera hacerle algunas aclaraciones a usted y a la opinión pública, evitando malos entendidos
En primer lugar, veo con muy buenos ojos la veeduría y el control político que pueda hacer cualquier ciudadano respecto a los asuntos estatales. Todo lo que ocurre dentro de las oficinas oficiales debe ser de escrutinio público. Todos los ciudadanos depositamos dinero de nuestro trabajo en las arcas públicas y luego le damos la confianza a un número muy limitado de personas para que los administren. Pocas decisiones y acciones nos afectan tanto como las que están en cabeza de los políticos. Que el público supervise la forma de administración de estos recursos no es un derecho, sino un deber de todo ciudadano.
En este sentido y en aras de la veracidad, claridad, y objetividad quisiera hacerle las siguientes aclaraciones:
- Efectivamente, estuve a cargo del proyecto de Universidad Digital entre Febrero y Mayo de 2016. En dicho periodo, se hicieron avances bastante importantes en la materia aprovechando mis contactos y experiencias como egresado del MIT.
- Por motivos ajenos a mí, infortunadamente el Gobernador de Antioquia me relegó de la responsabilidad de la Universidad Digital y de la Empresa Agroindustrial de Antioquia desde Mayo de 2016. Hace casi un año. Del proyecto que hoy existe no conozco nada y no soy responsable.
- Mientras estuve a cargo del proyecto se adelantaron negociaciones con la fundación edX para que todos los estudiantes tuvieran acceso a cursos de las mejores universidades del mundo. Visité Cambridge para adelantar estas negociaciones y tengo correos electrónicos que prueban lo avanzado de las mismas y las condiciones de colaboración excepcionales que se presentaban. Los cambios en el enfoque del proyecto implicaron restarle importancia a estos acercamientos y suspender las posibilidades de colaboración con esta fundación.
- El modelo financiero del proyecto dependía totalmente de la plataforma tecnológica, que al ser masiva y soportar un número muy alto de estudiantes por profesor daba la posibilidad de costos irrisorios por estudiante. Cuento con pruebas documentadas de las visitas que estaban programadas con expertos de MIT a Colombia para transferir tecnologías de educación masiva a varias universidades de la región y algunas del país como la Universidad del Valle y del Rosario. Sin embargo, las nuevas directivas del proyecto decidieron dar prioridad a la formalización de la “Universidad Digital” ante el Ministerio de Educación, dejando relegada la construcción de la plataforma masiva de manera colaborativa con otras instituciones de Antioquia y el país.
- En los pocos meses que estuve al frente, las carreras que se iban a ofrecer a través del proyecto fueron sugeridas, modificadas, y aprobadas por el Consejo de Gobierno. Estas eran Administración de Negocios, Contaduría Pública, Ingeniería de Sistemas, Salud Pública, e Ingeniería Agroindustrial, además de otros programas que servían a objetivos específicos de la administración. No tengo conocimiento de cómo ha cambiado esta oferta bajo la nueva dirección del proyecto, ni de cómo será su modelo educativo.
Como puede observar, las afirmaciones que usted hace en su artículo hacen referencia a gestiones ciertas que se estaban adelantando cuando la dirección del proyecto estaba a mi cargo. Al cambiar la dirección del proyecto cambió su enfoque, sus prioridades, y su modelo.
Lo anterior obedece a las complicaciones características de los proyectos públicos donde existen elementos políticos, administrativos, y de diferente índole que obligan estos cambios. Como antioqueños y colombianos debemos esperar que los asesores del gobernante sean los más idóneos y desear al Gobernador lo mejor en sus proyectos. Debemos apoyar los proyectos del gobierno por el bien de todos los ciudadanos.
Creo en el compromiso del Gobernador por una revolución educativa a través de la tecnología y sigo acompañándolo en estos menesteres aunque en funciones totalmente diferentes a las que se me asignaron en un principio.
Por otro lado, una oferta de educación superior tipo «multiuniversidad» será una realidad de manera inevitable. Eso no depende de ningún gobierno. Desde el sector privado, yo estaré comprometido con que los jóvenes de América Latina tengan esa oportunidad. Como profesional, la inclusión en el acceso de educación superior de alta calidad es para mí un compromiso irrenunciable.
Le agradezco compartir con sus lectores, interesados en este proyecto,
Juan Pablo Durán Ortiz