Carta al Papa Francisco

Juan Grabois y el Papa Francisco.

Como Pastor de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, de origen latinoamericano, es conocedor con detalle del contexto social de América Latina, y por tanto de Colombia. Para ello cuenta con un Consejo Asesor, conocido como el Dicasterio:

El Dicasterio promueve el desarrollo integral del hombre a la luz del Evangelio y en el surco de la Doctrina Social de la Iglesia; dedica especial atención al cuidado de los bienes de la justicia, de la paz y de la salvaguarda de la creación, así como a las cuestiones que conciernen al desarme, a los derechos humanos, a la movilidad humana, a la salud y a las obras de caridad, expresando la solicitud y la atención del Papa hacia la humanidad que sufre, en la que están los necesitados, los enfermos y los excluidos. Además, el Dicasterio sigue con la debida atención las cuestiones que afectan a las necesidades de cuantos están obligados a abandonar la propia patria o son privados de ella, a los marginados, a las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, a los encarcelados, a los parados y a las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud y de tortura, y a otras personas cuya dignidad está en peligro. (Tomado de Dicasterio para el servicio del desarrollo Integral Humano, El Vaticano)

Juan Grabois, defensor de derechos humanos, es miembro consejero de dicho Dicasterio, además de amigo personal del Papa Francisco. El mismo Juan Grabois que hizo parte de la Comisión Internacional para la verificación de la violación de derechos humanos, en el marco del paro nacional de 2021, a quien el gobierno de Duque impidió el ingreso al país, golpeado y expulsado por migración Colombia el 25 de mayo de 2021. A manera de hilo, transcribo sus trinos de aquel día:

“Viajamos a Colombia. Conformamos una Misión de Observación y Solidaridad con el pueblo colombiano, tal como lo hicimos en Bolivia. Vamos a recorrer el territorio para revelar si existen violaciones a los derechos humanos”.

 “Detenido y agredido nuevamente por un gobierno autoritario. Ahora en un cuartito. Esperando. Mis compañeros argentinos y colombianos intentando resolver afuera ¡no tenemos miedo!”

“Luego de una serie de agresiones físicas registradas por numerosos testigos y cámaras de seguridad, el gobierno colombiano me expulsa de su territorio por considerarme un” riesgo para la seguridad del Estado”

“Me han retenido la documentación y el equipaje. Me suben custodiado a un vuelo a Lima, sin explicación de ulterior destino. Son tiempos de cambio para América Latina. Nada va a ser fácil. Pero despertamos. Adiós Colombia”

Meses atrás, cuando arreció la represión brutal contra los jóvenes en Bogotá y demás ciudades del país, Juan Grabois recibió con destino al Pontífice Francisco, una carta de María José Pizarro Rodríguez, Representante por Bogotá e integrante de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, aquí su transcripción:

Bogotá, septiembre 18 de 2020

S.S. Papa Francisco

De nuestra más alta consideración

“Los jóvenes son la esperanza de Colombia y la iglesia”, oímos de tu voz los millones de colombianos que celebramos tu visita ecuménica a esta tierra que celebra la vida, en medio de poderes apocalípticos que pretender hacer trizas las paces firmadas y sepultar la esperanza.

Con tristeza, cumplimos el deber de contarte que cientos de esos jóvenes han sido perseguidos, encarcelados, detenidos, torturados y asesinados durante el período presidencial del actual gobierno. Hace solo una semana la “Noche de los lápices” que viviste durante la dictadura en la Argentina, ahora es una réplica en Colombia: los brazos de esos jóvenes, los ojos que le miraron con dulzura, las voces que hicieron eco a tus oraciones han sido cercenadas por la violencia policial y para estatal, provocando la indignación de las gentes de bien, que son la inmensa mayoría de nuestro país.

Son los mismos poderes nefastos que persiguen y asesinan a líderes y lideresas que defienden los derechos humanos y de la naturaleza, de la Casa Común,  que orientaste al mundo en la Encíclica Laudato Sí, continuación del legado de San Francisco de Asís: “esta hermana que clama por el daño que le provocamos a causa de uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella…La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en lo seres vivos”

Acudimos al Papa latinoamericano, para pedirte en esta carta, que anuncies al mundo que no renunciamos a ser felices en la tierra, pero para ello es necesario que nos ayudes a que no nos sigan matando porque proclamamos la justicia, la verdad y la paz.

Por eso te pedimos que demandes de los representantes del Estado colombiano, y en especial del presidente Iván Duque Márquez, que cesen los ataques atroces contra la juventud, que paren los asesinatos a los defensores de derechos y dejen de pisotear la dignidad de los humildes, a quienes tu amas, y nosotras y nosotros, también.

Paz y Bien para ti y nuestro pueblo.

Gracias Juan Grabois, defensor de derechos humanos, perseguido y golpeado, profeta y mensajero de paz.

 

José Miguel Sánchez Giraldo

Educador popular, profesional en ciencias políticas; magister en estudios latinoamericanos; PhD. en educación y mediación pedagógica por la Universidad de La Salle de Costa Rica.

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