Carta a Mayra Alejandra

La democracia es una vocación del pensamiento libre que se asume como postura política, la esencia de la pluralidad y las verdades inacabadas, por tanto, incompletas; el espacio para construir desde la diferencia.


Querida hermana, acabas de ser elegida Consejera Municipal de Juventud ¡felicitaciones!; el mismo año en que renuncio a mi posición como Presidenta de la Plataforma Departamental de Juventud y que junto a otros 40 jóvenes, aquel 8 de mayo, le pedimos al Presidente Iván Duque cesar la hostilidad y hacer efectivas las Leyes Estatutarias 1622 de 2013 y 1885 de 2018 para que los jóvenes no participen desde la ira y la ignominia sino desde la esperanza y el coraje, que marchamos juntas motivadas por la reivindicación territorial y que nuestras convicciones nos enfrentaron como hijas de una familia conservadora y ciudadanas de un país que lidia con el conflicto armado interno.

Empiezo por decirte que cuando supe que venías al mundo sentí una profunda felicidad que espero hayas experimentado o la experimentes en algún momento de tu vida; mi sueño de tener una hermana, una amiga que sería mi confidente de sangre y que, por honra y valor, te debería mi lealtad hasta mi último aliento y desde antes de que tú nacieras. Solo nosotras y mamá entenderíamos nuestra relación familiar; pese a nuestras diferencias, siempre nos guardamos admiración y espacios para la alegría.

Estudié derecho en una universidad privada que lleva por lema «Ciencia y Libertad», con una proyección inspirada en el progreso económico y la política de la técnica, mientras tú tuviste el brío de asumir un reto académico, con un número significativo de opiniones en contra, por la angustia que causa el saber; sosteniendo semejante determinación estudias antropología en una universidad pública situada en un departamento en el que pervive la guerra y comunidades ancestrales violentamente sometidas al ostracismo y que se rescatan desde la labor de tu claustro.

Por nuestra crianza casi conjunta y la virtud intelectual que compartimos con nobleza, respetamos y aprendemos la una de la otra. Sin embargo, el camino nos encontró en el diálogo político, quizá desde orillas distintas, con unas posiciones contrastadas y bandos electorales diferentes. Con sinceridad expreso que me es irrelevante porque te conozco íntegra y sé de tu honestidad, tu actitud contestataria que apela desde el amor, pues solo así podemos conciliar con el distinto para acordar agendas públicas con sensatez, recordando que lo público supera y trasciende las instituciones del Estado.

El estallido social del 2021 nos reveló, no solo como nación y el fuego que anida en sus entrañas, sino también como personas y nuestros arraigos más íntimos que al final primarán sobre cualquier dogmática hegemónica e ideología. Que hoy todo el gas lacrimógeno que soportaste, las aturdidoras y el ruido de los fusiles que escuchaste, el compañero que asesinaron mientras tú defendías derechos humanos en aquel enfrentamiento; se conviertan en una credencial obtenida limpiamente en una contienda legal y que por norma de nivel constitucional te otorga voz y autoridad para gestionar con la palabra, es motivo más que alto para aplaudirte mediante esta carta el ejemplo de coherencia y voluntad real de transformar positivamente.

¡Qué gallardía participar y salir a las calles a protestar con el silencio contundente del voto como mecanismo efectivo de la base para por un momento gobernar!

Villagarzón ha confiado en ti y te eligió en mayoría para representar sus sentires, sus anhelos y la fuerza que existe para construir sin destruir los sueños de los diversos grupos humanos y de la parte tan rica del planeta en la que nacimos, esa Amazonía andina que nos inspira a contarle al mundo que la naturaleza es vida y la debemos cuidar.

No quería pronunciarme sobre los resultados de los CMJ pues conozco los procesos juveniles desde adentro y sé que, aunque son un gran avance de la democracia participativa que camina decididamente desde 1991, la situación estructural de nuestra sociedad en general degrada cualquier proceso racional ya que se amordaza entre la necesidad, la ignorancia, la apatía y la desesperanza de que nuestra voz en la intimidad de la urna no logrará más. El reloj de arena corre de a granito y un voto hace la diferencia, por eso cuando se teme del criterio se promueve por acción y omisión la indiferencia. Nuevamente felicitaciones por emprender una campaña con un reto importantísimo para Colombia: la pedagogía cívica para activar a los electores.

No obstante mis reparos a la abstinencia, has ganado una curul y al igual que todos los demás consejeros electos del país, quería que sepas de tu responsabilidad generacional contra el populismo que se alimenta de emociones negativas ajenas sin intención de sanarlas, solo para manipularlas a conveniencia de pocos en las esferas más altas de gobierno, robando la libertad y las oportunidades como individuos únicos, pisoteando la dignidad humana que también se traduce como calidad de vida, y que una vez adentro del sistema comprenderás que ninguna idea es tan peligrosa como la ambición de poder absoluto que tienen muchas de las personas que ahora identificarás mejor cuando empieces a aprender entre veedurías a los programas, proyectos, procesos, políticas públicas y los contratos que se firman para materializar todo esto.

Confío en ti y en el método, ten carácter y templanza, te debes al pueblo que legitima el Estado con su trabajo cotidiano y no a incitadores de utopías desmedidas o intolerables miedos, calculadores de mentiras acordes al hambre y no de valor social ni presupuestos. Hemos probado la zozobra, pero te invito a pensar lo público con sosegado análisis y neutrales afectos, con información validada y apoyada en maestros que respeten la rigurosidad en el pensamiento. Buen viento y buena mar, se lidera con el ejemplo.

Para finalizar quiero decirte que cuando lo político en una democracia se vuelve un complot de amigos y enemigos atravesados por el odio, nos encontramos ante corazones enviciados de poder y cerebros egocéntricamente ciegos. Cuídate del entusiasmo de la maldad y sus tentaciones frenéticas pues ahora tus decisiones tienen un relevante efecto mucho más allá de ti y tu comodidad inmediata, que puede ser material o ideológica. No te dejes utilizar de nada ni de nadie, el juicio de la memoria llega, aunque tarde en hacerse manifiesto.

El día que la política rompa los lazos de amor fraterno, hay que romper lo político porque a los seres humanos estará destruyendo.

Te amo hermanita, espero que estés a la altura de los esfuerzos generacionales que te preceden y son hoy el próspero entorno que te permite ayudar y hacer por otros,

siempre para ti.

María Camila Chala Mena

Poeta. Abogada con énfasis en Administración Pública y Educadora para la Convivencia Ciudadana, Especialista en Gerencia de Proyectos y Estudiante de Maestría en Ciudades Inteligentes y Sostenibles. Fundadora de Ágora: Laboratorio Político. "Lo personal es político".

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