Tengo muchísima ilusión con que los siete concejales que viajaron a México de cuenta de Empresas Públicas de Medellín (EPM) —a la que, parece, le sobra plata—, a conocer la planta de tratamiento de aguas residuales en la que EPM invirtió hace unos años, presenten pronto el informe técnico, esclarecedor, contundente e inédito que disipe “por fin” la incertidumbre que no han resuelto especialistas financieros y técnicos de por qué no están dándose los resultados financieros esperados.
Vi los videos de estos concejales “expertos”, ataviados de ingenieros con cascos y chalecos fluorescentes, viendo tubos de acero y bombas de presión, anonadados observando cómo entra agua por la punta de un tubo y sale por la otra, lo que seguramente permitirá que descubran, porque ellos sí saben de eso, por qué la inversión no rinde.
Como abrebocas a tan esperado informe que cambiará las metodologías hasta ahora conocidas de evaluación de proyectos, veamos una muestra de sus radiantes adelantos. Las damas primero. La concejal del Centro Democrático, Lina García Gañán, dijo, para sorpresa de todos, que: “urge de manera estratégica que, tanto desde EPM como desde el Concejo de Medellín, los concejales, la ciudadanía, EPM, haga un control riguroso de sus inversiones en el extranjero”. ¡No haber sabido antes! Siquiera fueron a México a descubrir lo que los expertos no han podido revelar.
El concejal Alex Flórez Hernández, egresado no titulado de Derecho, como aparece en la página del Concejo de Medellín, que de seguro aprovechó para darle una mano de “pinturita” a esos tubos para que la planta ahora sí dé ganancias, para fortuna de los medellinenses estaba en este selecto grupo y, con su antioqueño acento cartagenero, nos adelanta parte de sus hallazgos nunca antes conocidos sobre la planta: “que trabaja con alrededor de setecientos cincuenta litros por segundo y que presta servicios para más de quinientas mil personas aquí en México”. ¡No haber sabido antes! Siquiera fueron a México a descubrir lo que los expertos no han podido revelar.
El concejal Albert Corredor Bustamante, elegido con la camiseta del Centro Democrático, pero que por debajo tiene la camiseta del alcalde, o la de su pareja, como él estila, nos llena de ilusión de salir del oscurantismo en que está la rentabilidad del proyecto cuando dice que: “poder estar aquí, presencialmente en esta planta de tratamiento que hace parte de TICSA, una inversión que tenemos en México en cerca de cien millones de dólares, es estrictamente necesario. Tenemos que revisar muy bien qué es lo que está pasando con nuestros recursos, por qué esta empresa no está generando rentabilidades y cuáles son esas dificultades que tenemos para nosotros también proponer posibles soluciones”. ¡No haber sabido antes! Siquiera fueron a México a descubrir lo que los expertos no han podido revelar.
¿No se llenan de esperanza al oír semejantes adelantos, que, aunque breves, tienen el ADN de la clarividencia? ¡No veo la hora de que salga el informe! ¡Qué emoción! ¡Que viva México!
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