Adán García, una canción extraída de uno de los proyectos musicales más conocidos y aplaudidos del panameño Rubén Blades con la participación del Son del solar, titulado con el nombre de Amor y Control con el cual muchos hemos llorado, bebido uno que otro trago y abrazado a un padre o una madre. Pero, la canción que traemos a colación es muestra de lo que fue, es y esperemos que no sea la realidad del pueblo latinoamericano en unos años.
Todos hemos conocido a un Adán o en algún momento nosotros hemos sido ese personaje que solo sueña en un futuro mejor para él y para los suyos. Pero, por mas sueños que imagine y ansíe por las noches vive en una realidad distinta, donde simplemente nota que por más que trabaje no saldrá de las deudas, donde solamente es víctima de un sistema económico que se esfuerza por hacerlo cada día más pobre, donde no es persona ni mucho menos ciudadano, porque solamente cuando cruza la línea de lo ”bueno” es cuando se hace visible etiquetado como un delincuente.
Esto se vivió en las dictaduras de los 80, y se vive hoy. Es por esto que es importante recordar ese coro que dice «Esto se acabó, vida. La ilusión se fue, vieja, el tiempo es mi enemigo. Y yo pa` vivir con miedo, prefiero morir sonriendo, con el recuerdo vivo», Ruben siempre nos ha complacido con esas canciones llenas de carácter social, ya que, siempre ha entendido el poder que tiene la música, poder que ha permanecido imbatible en nuestro continente como punto esencial para hacer frente a los problemas populares y dar muestra de los crímenes atroces que se han cometido.
Fuera de esto, dicha canción es muestra de cómo la vida llega a un laberinto lleno de impuestos, de arbitrariedades e injusticias que nos llevan a decir: “esto se acabó” , sin dejar a un lado que con el pasar del tiempo se vuelve hostigante ver como las fantasías como una casa digna o una buena educación día tras día son más utópicas, es ahí donde “la ilusión se fue” para no volver, pues, el mundo sigue girando y las manecillas del reloj siguen su curso cobrándonos cada hora porque en este punto “ el tiempo es nuestro enemigo”, enemigo que nos presiona a gritar: “Y yo pa` vivir con miedo, prefiero morir sonriendo, con el recuerdo vivo” para poder justificar las acciones con el fin de cumplir esas ilusiones que en algún momento nos desvelaron noche tras noche y nadie nunca nos dio la oportunidad de hacerlas realidad.
Y sin más nada que decir solo citare un breve discurso dado por el dueño de esta canción en alguno de sus conciertos. «Y en esa misma línea de esta canción, algunas personas me dicen y me preguntan que por qué la tocamos todavía, hay que entender una cosa, por lo menos nosotros lo tuvimos claro en 1982. Cuando las dictaduras en el sur y centroamericana estaban matando miles de persona era importante en ese momento que el sector de la música popular dijera algo, que se manifestara y que hiciera que la gente que estaba pasando por ese drama supiera que no estaba sola.”
«Cuentan que al salir Adán corriendo del Banco se halló con una
patrulla parqueada al frente; que no le hizo caso al guardia que le dio
el «Alto»; que iba, «gritando y sonriendo como un demente».
Al otro día, los periódicos publicaban la foto de su cadáver en
calzoncillos. La viuda de Adán leyó, en la primera plana:
«Ladrón usaba el revolver de agua de su chiquillo».
«Esto se acabó, vida. La ilusión se fue, vieja. El tiempo es mi enemigo.
Y yo, pa’ vivir con miedo, prefiero morir sonriendo, con el recuerdo vivo»».
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