“El cambio nos está saliendo bien costoso. La incertidumbre se apoderó de la economía, de los ciudadanos y de la política.”.
Dicen las abuelas: “es mejor malo conocido que bueno por conocer” para advertir acerca del riesgo de cambiar lo que se conoce por algo desconocido. Sugiriendo elegir el camino de la certeza frente a un cambio lleno de incertidumbres y que puede no ser siempre para bien. Y al final terminar en una situación peor que la deseable.
En el caso de Colombia, 10 millones de ciudadanos decidieron emprender el camino hacia un cambio prometido bajo la recompensa de una “vida sabrosa”. Dos años después de iniciar esta aventura, muchos son los arrepentidos y muchos más los que hubiéramos preferido se siguiera el consejo de las abuelas.
Ahora sin margen para lamentaciones, cada uno vive el afán diario de resolver los golpes de su propia realidad, que traducido en datos es desalentador: la inversión se ha desplomado y se situó por debajo del 18% en 2023, ralentización de proyectos de infraestructura y vivienda según la OCDE[1]. El mercado laboral deteriorado, con aumento del 11.3% del desempleo en el primer trimestre del año[2]. Preocupante incremento en lo que va del año 2024 del 36% en la presencia y acciones de grupos armados en Colombia[3]. A todo esto, se suma el desmonte del sistema de salud que el gobierno ha estatizado a las malas, más del 50% de los afiliados al sistema de salud en el país hoy están a cargo del Gobierno[4], que ha interviniendo y ahogado a las EPS, acelerando la crisis para justificar el cambio de modelo de salud. Como experimento, tiene a los maestros contando muertos.
El cambio nos está saliendo bien costoso. La incertidumbre se apoderó de la economía, de los ciudadanos y de la política. Como si fuera poco, se amenaza con una constituyente para buscar la reelección presidencial, sea por la vía de derecho o la vía de hecho. Lo que resulte más expedito al propósito dictatorial.
Hemos llegado a este páramo sombrío desafiando el “statu quo”, subvirtiendo la ley y la realidad, dando crédito a narrativas creadas para esculpir la figura del Mesías, ganar fans y acentuar la polarización.
La realidad caótica de los países vecinos nos incita a tomar el camino de vuelta, porque si de algo hay certeza es que, no hay nada bueno por conocer y de continuar por este camino al final terminaremos semejantes a ellos.
Todas las columnas del autor en este enlace: John Fredy Arango
[1] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (2024). Panorama económico de Colombia. Recuperado de https://www.oecd.org/economy/surveys/america-latina/EO115SP-Colombia.pdf
[2] Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). (2024). Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) Mercado laboral – Empleo y desempleo. Recuperado de https://www.dane.gov.co/files/operaciones/GEIH/cp-GEIH-mar2024.pdf
[3] Organización de las Naciones Unidas (ONU). (2024, abril 26). Informe reveló alarmante crecimiento de la violencia y los grupos armados en Colombia. Infobae. Recuperado de https://www.infobae.com/colombia/2024/04/26/informe-revelo-alarmante-crecimiento-de-la-violencia-y-los-grupos-armados-en-colombia/
[4] La República. (11 de abril de 2024). Más de 25 millones de usuarios de las EPS ya están a cargo del Gobierno. Recuperado de https://www.larepublica.co/empresas/mas-de-25-millones-de-usuarios-de-las-eps-ya-estan-a-cargo-del-gobierno-3838554
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