“Aparte de la minería, la economía de Buriticá está sustentada en agricultura, principalmente en cultivos de café, fríjol, maíz y hortalizas; también tienen ganadería, y en el turismo, un gran potencial por ser uno de los municipios más antiguos de Colombia”.
Por años, el imaginario que la opinión pública tenía de Buriticá era el de un pueblo sitiado por mineros ilegales y las consecuencias asociadas a esta problemática: prostitución, sobre costos en los productos y servicios, inseguridad, delincuencia y dificultades con el orden público; los temores asociados a la minería en Colombia se deben en parte a este tipo de espejos.
En el 2016, la Gobernación de Antioquia realizó una intervención en este municipio para combatir la informalidad y retomar el control del orden público, en una operación que duró más de 40 días. Desde entonces, la percepción sobre este municipio ha ido cambiando.
Buriticá siempre ha tenido en la minería una fuente de su economía. Hace más de una década llegó la empresa Continental Gold -hoy Zijin Continental Gold- para determinar, en ese entonces, el posible desarrollo de una mina de oro; en el 2016 recibieron la licencia ambiental para iniciar la construcción e infraestructura del proyecto, esta semana, el 23 de octubre, realizaron la inauguración oficial de lo que va a ser, hasta ahora, la mina subterránea de oro más grande de Colombia.
Según datos publicados en el periódico El Colombiano (ver), esta empresa genera actualmente más de 2 mil empleos, ha invertido 610 millones de dólares y se proyecta que paguen entre impuestos y regalías, cerca de 3 billones de pesos en 14 años de operación, adicionalmente, esta compañía, ha trabajado de la mano de los mineros informales para que legalicen su operación, la tecnifiquen y trabajen con mejores estándares.
El proyecto de Buriticá será un ejemplo más de minería moderna y tecnificada en el país; pero también de coexistencia y de cómo los territorios pueden desarrollar sus distintas potencialidades y vocaciones, en armonía con el medioambiente. Datos oficiales de la alcaldía de este municipio (ver), dicen que aparte de la minería, la economía de Buriticá está sustentada en agricultura, principalmente en cultivos de café, fríjol, maíz y hortalizas; también tienen ganadería, y en el turismo, un gran potencial por ser uno de los municipios más antiguos de Colombia, fundado desde la conquista. Su componente histórico y patrimonial, les da un potencial en este nicho.
Desde lo ambiental, Buriticá cuenta con una reserva ecológica denominada “La Guarcana”, ubicada a 4 horas del casco urbano, allí se pueden encontrar animales silvestres como tigres y osos; en el municipio también habitan otras especies que evidencian la riqueza que tienen en fauna y biodiversidad, como los pumas, tigrillos, guaguas, venados, armadillos y cusumbos. Distintas actividades y especies conviven.
Lo anterior lo menciono, porque demuestra que el proyecto minero no llegó a devastar un municipio, por el contrario, llegó a sumar y a generar nuevas oportunidades tan necesarias para países como el nuestro: la riqueza natural se mantiene y desde lo social, la presencia de esta compañía ha ayudado a cambiar un entorno negativo por uno más favorable, de la mano de la institucionalidad.
Sin duda, no hay por qué escoger entre una cosa u otra, cuando podemos tenerlo todo. Considero que debemos apoyar la presencia empresas como Zijin Continental Gold en Colombia, estas son empresas que generan empleo de calidad, inversión y que vienen a hacerlo bien.
Con Buriticá, Colombia suma un ejemplo más de minería bien hecha; de la cual, debemos sentirnos orgullosos.
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