Comienza un nuevo año y la esperanza de los colombianos se mantiene viva, el alma nacional sabe que vendrán mejores días que los que han pasado. Recordemos aquél mito en el que Pandora recibe como regalo de bodas una caja en la que se encontraban contenidos todos los males del mundo, pero su curiosidad que la superaba por mucho, la llevó a abrir la caja y como consecuencia ver como el mal se esparcía por la humanidad, cuando atinó a cerrarla tan sólo pudo retener la esperanza; de allí surgió la expresión “la esperanza es lo último que se pierde”. A los colombianos nos han robado en mucho, pero aún conservamos la esperanza.
Este será un año trascendental para el porvenir de la República, la elección de un nuevo presidente y un nuevo Congreso definirá el rumbo que llevará el país durante los próximos años, es por esto que creemos que la responsabilidad con la historia debe ser atendida a cabalidad.
El actual gobierno, presidido por el que es considerado por la opinión pública, el peor presidente de la historia, por fin llega a su terminación, los ocho años de desgobierno de Juan Manuel Santos han manchado con tinta negra la historia de nuestro país. Llorar sobre la leche derramada no será la solución, habrá que trabajar sin descanso para que Colombia enderece el camino y retome el sendero virtuoso de la prosperidad.
Confiamos en encontrar una sociedad robustecida, unida contra quienes se conciertan para maltratarla, esperamos que las experiencias vividas sirvan para que los colombianos rechacemos todo aquello que nos arruina como nación, y que con grandeza abracemos el camino del crecimiento.
Tenemos una larga lista de propósitos colectivos, dentro de ellos anhelamos que los corruptos sean cada vez menos, que no estén tentados por robar el erario y que sobre quienes se resuelvan por hacerlo pese toda la fuerza de la ley. También aspiramos que los politiqueros que vienen a prometer puentes donde no hay ríos, eviten su postulación y que si lo hacen el pueblo los sepa rechazar.
Queremos que desde este año cese la violencia en nuestro país, que crezcan las oportunidades para los campesinos, que los niños tengan una jornada única escolar, que las madres de hogar puedan acceder a las prestaciones sociales, que nadie se muera en las puertas de los hospitales, que el empresario tenga menos impuestos, que el salario mínimo sea más alto que el IVA, que la selección Colombia de fútbol tenga una buena actuación. En fin, que estos 365 días sea de beneficio para los colombianos.
Nota: A todos nuestros lectores, feliz año nuevo. 2018 Lo trabajaremos con mucho entusiasmo, amor y dedicación por el bienestar de la patria.