Para algunos lectores el titular de este escrito puede ser exagerado, pues pensarán que el municipio de Bello a pesar de los inconvenientes políticos de los últimos meses sigue manteniendo su institucionalidad y la vida de los ciudadanos sigue con normalidad. Pero esta realidad puede ser percibida por una falsa sensación de normalidad debido a las publicitadas acciones que viene promocionando la administración municipal.
Para nadie es un secreto que el mandatario electo hoy cuenta con un alto desprestigio y unos niveles bajos de favorabilidad; no es sino ver las redes sociales para hacerse una idea de ello y este hecho ha significado desde la gobernabilidad un desajuste institucional, además del proceso judicial que hoy afronta, lo que ha llevado a que desde el inicio del periodo de la actual administración se ha presentado 4 cambios de gabinete de secretarios, los cuales corresponden al reacomodo de las fuerzas político electorales que hay al interior de la administración y del clan Suárez, propio de la dinámica para el mantenimiento del poder.
A lo largo del gobierno, la actual administración le ha tocado las manifestaciones del sector de la salud, los estudiantes, comerciantes de la plaza de mercado y de otros sectores que se han visto en la necesidad de reclamar los derechos que no son garantizados.
Pero a la crisis política mencionada hay que sumar la actual crisis en el orden público que vive el municipio de Bello, con el incremento en las actuaciones delictivas de los grupos armados ilegales que operan en este municipio y que hoy tiene en jaque a la institucionalidad, es preocupante para los habitantes de Bello el incremento de los índices de inseguridad que se han vuelto a presentar, con los sonados casos de asesinatos donde se enfrentan los combos criminales y donde terminan pagando con su vida personas que nada tiene que ver con estas actividades delictivas, pero también es necesario precisar que muchos de estos jóvenes que hoy engrosan estas estructuras armadas ilegales lo hacen arrojados allí, toda vez que la administración municipal no ofrece oportunidades de educación, recreación, cultura, deporte y demás actividades que no permitirán que este grupo poblacional pueda tener el camino de la delincuencia como única forma de vida.
Mientras siga existiendo una mancha entre connivencia de actores armados ilegales y las fuerzas políticas que rigen el municipio no habrá una salida que rompa con el sometimiento que hoy tiene los ciudadanos que prácticamente tiene que vivir bajo la zozobra de alguna balacera, la extorsión y el sentirse secuestrados en su propio municipio porque no se ve dentro de lo inmediato una salida a esta crisis de seguridad y convivencia, toda vez que por alguna razón, los grupos ilegales siempre van un paso delante de las acciones que quiere adelantar las fuerzas castrenses.
El llamado es a todos aquellos jóvenes que se ven forzados a ser parte de la ilegalidad para que devolvamos la dignidad al municipio de Bello y se dejen las rencillas propiciadas por los negocios ilegales para que volvamos a tener un municipio donde se pueda transitar a altas horas de la noches sin temor alguno y los ciudadanos pueda vivir tranquilamente sin la desesperanza de no tener un institucionalidad que acompañe. Este trago amargo pasará cuando los factores reales de poder dejen de someterse ante poderes ilegales.