Actualmente lidero un proyecto de bancarización, encaminado a generar condiciones para que el sector financiero atienda las necesidades y requerimientos en materia bancaria y financiera del sector, en especial, de la pequeña y mediana minería que constituyen la denominada minería de subsistencia o tradicional (que producen más de 80% del oro del país),
El tema de la legalización minera debe trascender, dejando a un lado la estigmatización a este sector. La legalización trae consigo el fin de las actividades ilícitas y las barreras ineficientes, que se convierten en generadoras de flagelos como el lavado de activos y la financiación del terrorismo, la actividad económica de la minería siempre fue, es y será de gran importancia para nuestro país.
Bancarización
Entre las barreras que deben superar los mineros, se encuentra el escaso acceso que tienen al sistema financiero, haciendo que sus esfuerzos por la formalización mueran antes de iniciar.
La imposibilidad de obtener créditos de inversión y la dificultad para vender y exportar hacen que su actividad esté condenada a la ilegalidad.
La estigmatización se ha hecho evidente, cuando los mineros se acercan a los bancos con el ánimo de abrir una cuenta y reciben algunas veces, el argumento de que constituyen un sector riesgoso y que por esta razón, les exigen muchos más requisitos, cuando en la realidad es que representan el 11% de las exportaciones del país.
Legalizar y bancarizar la minería ilegal sería la respuesta para atender los reclamos de las regiones más apartadas de Colombia. Con la reactivación de la minería legal, se busca un crecimiento y un progreso económico para el país, pues es claro, que las regalías que en la actualidad no se perciben del ejercicio de la minería ilegal, estarían destinados a generar un gran impacto en las necesidades de la sociedad.
Cuidar el medio ambiente
Las consecuencias de la minería ilegal las reciben directamente nuestros ecosistemas, es un hecho que la minería ilegal en Colombia crece velozmente y pone en riesgo la biodiversidad.
El primer reto que tenemos como sociedad es evitar que se siga extrayendo de forma ilícita los minerales de nuestro territorio nacional, pues la falta de un adecuado control ha generado un impacto negativo, que afecta de manera permanente los ecosistemas haciendo imposible recuperar su estructura.
Trabajar por la legalización y bancarización de la minería ilegal, disminuye la desconexión entre el ordenamiento territorial, la planeación del suelo y la entrega de títulos mineros y licencias ambientales.
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