“Baby reindeer”: Una mirada descarnada sobre el acoso

Richard Gadd, es el actor principal y el guionista de la historia, que elaboró a partir de su propia experiencia siendo víctima de acoso y abuso sexual


Hace varias semanas se estrenó en el mundo la serie de Netflix “Baby Reindeer”, la cual relata grosso modo las experiencias de abuso y acoso que vivió Donny, interpretado por Richard Gadd, un aspirante a comediante y bartender en Londres, entre 2015 y 2017. Su contraparte es Martha (Jessica Gunning) una abogada que se obsesiona con Donny, y que eventualmente, se convierte en su acosadora. La trama comienza, el día en que Martha conoce a Donny cuando ingresa al bar en el que él trabajaba.

Semanas después de su lanzamiento, la serie se ha convertido en la más vista de la plataforma. En el Internet Movie Database (IMDB) adquirió una puntuación de 7.9, y ahora muchos de sus fanáticos obsesionados por la historia se pusieron en la tarea de hallar a las personas detrás de los personajes que inspiraron la serie. Muchos usuarios de redes sociales fueron capaces de encontrar a la “real Martha”, que incluso ya fue entrevistada por medios ingleses ante la oleada de críticas y comentarios sobre su rol en la historia detrás de Baby Reindeer.

Richard Gadd, es el actor principal y el guionista de la historia, que elaboró a partir de su propia experiencia siendo víctima de acoso y abuso sexual. La plataforma difundió la serie como una historia real, aspecto le da a la un carácter bastante personal, que no suelen tener muchos relatos que abordan el tema. Con solo 7 episodios, pero es casi una confesión sobre las relaciones abusivas; sobre el peso de las propias decisiones, la búsqueda de afecto y validación, que a veces ocurre en los lugares más terribles. Una mirada distinta a esta temática donde es frecuente solo reivindicar a la víctima.

En la historia, Donny es también un narrador en primera persona, que frecuentemente nos deja ver lo que piensa, en su monólogo interno. No parece sentirse superior a su acosadora, ni apela a ningún discurso sobre su situación o su experiencia, ni antes ni después. En buena medida es consciente de que una parte de él permite que las circunstancias ocurran. El relato no busca otorgarle ninguna dignidad a la víctima, más allá del hecho de que es un ser humano lastimado por un pasado que termina por convertirlo en víctima de nuevo. La honestidad es la mayor virtud de esta serie.

En la primera escena de la historia Donny se dirige por primera vez a una estación de Policía a denunciar el acoso que vive, y cuando el oficial le pregunta el tiempo que lleva siendo acosado, él responde, “seis meses”, a lo que el policía pregunta: “¿seis meses? ¿y porque tardó tanto tiempo en denunciar…?” Luego la cámara se acerca a Donny lentamente, mientras él empieza a recordar todo lo que sucedió meses atrás.

La historia entre Donny y Martha comienza el día en que ésta llega al bar en el que trabaja Donny, y al ver que Martha no tiene dinero decide invitarla a un Te cortesia de la casa. Este gesto es lo que desata la obsesión de la acosadora sobre Donny, que en cierta medida, parece necesitarlo en medio de su fracaso como comediante:

“Pero así es Londres. Nadie te recibe con los brazos abiertos. Es como despertar un día y darte cuenta de que eres solo uno más del montón. Por eso, cuando alguien te ve entre tanta gente y te ve como la persona que viniste a ser, tu también lo notas. Ves a esa persona viéndote a ti”. Donny.

Es así como se mueve la historia, con monólogos de terrible honestidad, en la cual no hay un juicio moral definitivo. En cierta medida, Donny siente que a pesar de que las acciones de Martha afectan su vida y la de sus allegados, no puede evitar mantener la relación y todo lo que ella forza para acercarse. Según el autor, Donny recibió 46 mensajes en Facebook, 106 páginas en cartas, 350 horas en mensajes de voz, 744 tweets y un total de 41,071 e-mails, durante dos años de acoso.

La relación de acoso que se desenvuelve entre los dos no es de un solo color, está cargada de matices. Martha no es retratada solamente como una persona temperamental e inestable, también en ella se hace visible todos sus anhelos y carencias, que deposita en otra persona. Mientras que Donny no tiene una visión positiva de sí mismo, se percibe como alguien fracasado sin el talento para convertirse en un comediante exitoso. La existencia de otra persona que lo valida y le da un lugar de admiración, es una de las razones por las que Donny no logra superar este vínculo, que va escalando a lugares más violentos y opresivos.

La serie no parece llegar en mejor momento. Un contexto donde cada tanto es noticia un nuevo caso de acoso o de violencia sexual en diferentes esferas. Noticias sobre explotación laboral, abuso o acoso sexual por parte de un jefe, tutor, docente o persona reconocida se han vuelto más frecuentes con los años. Tanto en Colombia como en otras latitudes, la sociedad o una buena parte de ella, se ha tornado vigilante hacia las víctimas e implacable hacia los victimarios.

Esta serie es la oportunidad de adentrarnos en una relación de acoso, que no podemos dejar de mirar. No nos deja cargados de enojo, o ávidos de justicia. No parece invitarnos a que tengamos compasión por la víctima y odiemos al victimario. Solo nos deja en el silencio, ese que queda ante el resultado de observar una relación “tóxica” desenvolverse, en el que sabemos más de lo que quisiéramos, y solo podemos esperar a que el malestar nos abandone.


Todas las columnas del autor en este enlace: Camilo A. Vargas

Camilo A. Vargas

Sociólogo de la Universidad de Antioquia. Actualmente, residiendo en Nueva Zelanda

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