Aldous Huxley al Rescate

Reseña – Otro Fin del Mundo es Posible – Alejandro Gaviria


“Al final en palabras del mismo Huxley, que Gaviria logró resucitar, existe una lección que ha de quedar de su vida y legado, un mensaje fundamental que él buscó transmitir en su pasar por este mundo y es la importancia de la atención y la compasión.”


El año 2020 pasará a la historia por la memorable pandemia del COVID- 19 que ha obligado a nuestra sociedad a frenar en seco la carrera desenfrenada en la que nos encontrábamos. Ahora, hay otra razón adicional y quizá más lamentable que también vale la pena resaltar. En sus cuantiosos escritos, el autor Quino introdujo en el mundo de Mafalda una famosa frase que sirve de contexto para el objetivo de este texto. «Viendo las cosas que hice en todos estos años me doy cuenta de que digo siempre las mismas cosas, y siguen vigentes. Eso es lo terrible.» En otras palabras, es observar a través de una ventana el mismo paisaje mientras el tiempo corre y la piel se arruga. De manera similar, el autor Alejandro Gaviria en su libro Otro Fin del Mundo es Posible – Cómo Huxley Puede salvarnos, tras aventurarse en los escritos de Aldous Huxley – desde sus libros más reconocidos hasta aquellas hojas sueltas que nunca llegaron a nada y las autobiografías que se hicieron en su honor y trascendencia – llegó a una misma conclusión. De manera reflexiva escribió Gaviria “Algunas de las ideas discutidas tienen […] una clarividencia extraña, parecieran haber sido escritas a propósito de este año extraño, inimaginable”.

El libro es un culto a uno de los autores más representativos del Siglo XX. A ese ser ejemplar que fue Huxley y a quién se le reconoce por su condición de humanista y crítico de la sociedad. Simultáneamente es también un acto de reflexión personal, a tal punto que se entremezclan los pensamientos particulares del autor con el homenajeado. Ahora, el resultado es ejemplar, un libro excepcional para leer en una sentada.

Su estructura asemeja un recorrido con varias paradas, pausas que invitan a la reflexión y a tomar atenta nota de frases sueltas que quedan en la mente rodando. Por ejemplo, al comienzo Gaviria, inspirado en el libro La Isla de Huxley nos hace una introducción que denota diez (10) razones para considerar un pesimismo cósmico. Quizá suena como una bienvenida agria y de rechazo, sin embargo, refleja sutilmente conceptos comunes a todo ser humano que se enfrentan a lo largo de la vida. Desde el sentido mismo de nuestra existencia y la ignorancia que padecemos. Una cuestión que elegantemente expresa mediante un recorte de Rafael Cárdenas “La ignorancia fundamental es en el fondo un no saber, es darnos cuenta de que todo lo construido está fundamentado en un desconocimiento sobre nuestra realidad primaria, el llamado origen de todo”. Adicional a otros temas como el amor, la ambición de ser hasta nuestro actuar en sociedad y la sobrepoblación que padecemos entre otros.

Al final en palabras del mismo Huxley, que Gaviria logró resucitar, existe una lección que ha de quedar de su vida y legado, un mensaje fundamental que él buscó transmitir en su pasar por este mundo y es la importancia de la atención y la compasión. La atención entendida como el llamado a tomar conciencia de la necesidad de socializar la vida diaria y la importancia de aprender a percibir – Los yanquis dirían To be aware. Luego la compasión, entendida como la necesidad imperativa de la ética y la solidaridad con otras criaturas con las que compartimos un fin común que es la muerte, la enfermedad y la desazón. Una frase que me dejó marcado del libro y que he ido incorporando es la de reconocer que “nuestra humanidad reside en entender que somos parte de una misma penuria (algo que Huxley llamaba el horror esencial)”.

Las siguientes paradas nos llevarán a descubrir las perspectivas de Huxley frente a numerosos temas. Frente alguno de estos temas, me permito reflexionar. Considerando la situación actual en la que nos encontramos, resalto inicialmente su perspectiva sobre la salud pública. Sin duda los avances tecnológicos han sido significativos durante el último siglo, no obstante, en términos de salud no hemos logrado mejorar. Y es que es importante distinguir como lo describe Gaviria en su libro que, para Huxley, la salud y la medicina no eran términos comparables. La medicina ha sido un invento humano, producto del desarrollo del conocimiento acerca de la fisiología y el estudio del cuerpo humano pero la salud es algo más sutil, es una construcción colectiva, una forma de adaptación y si se quiere de aprender a enfrentar la muerte. Se cita en el libro a Alejandro Jadad quien dice “la salud no es un estado de completo bienestar, es la capacidad que tienen las personas o comunidades de gestionar aquellos desafíos físicos, mentales o sociales que les presenta la vida”. Si bien logramos aumentar la expectativa de vida, ha sido a merced de la industria farmacológica. A mi modo de ver, nos hemos preocupado más por la curación que por la prevención. En otras palabras, hemos caído de nuevo esclavos de nuestra propia creación, el capitalismo. Un sistema que permeó la mismísima vida para hacernos sujetos en este caso de la industria farmacológica.

Otro aspecto rescatable de la obra es la conexión entre Huxley y el medioambiente. Un concepto y temática que hoy es sin duda el mayor reto que como sociedad hemos de afrontar, algo que Huxley intuía. Decía, inspirado en la raíz científica de su familia, principalmente los trabajos de su padre Thomas H. Huxley acerca de los teoremas de Darwin y la evolución que:

“En la naturaleza no existen pueblos elegidos ni tierras sagradas, ni revelaciones históricas. La moral de la conservación no concede a nadie una excusa para sentirse superior ni tomar privilegios especiales […] Se nos permite vivir en este planeta solo mientras tratemos a la naturaleza con compasión e inteligencia”.
Vemos a partir de lo anterior cómo Gaviria nos deja entrever que Aldous llevaba una vida que promovía la importancia de la ecología y el respeto a la naturaleza. Incluso en su libro la Isla lo demostró haciendo alusión a las enseñanzas que se transmitía a los habitantes de aquel pedazo de tierra – “La ecología y el estudio sobre ella debe de comenzar a una temprana edad”. Una importante lección dado las recientes reformas educativas a lo largo y ancho del país. Reformas inspiradas principalmente en la instrumentación del ser humano, el utilitarismo de la sociedad y en si la producción masiva de mano de obra calificada para alimentar la maquinaria económica prevaleciente.

Por último, otro aspecto que resalto de la obra tiene que ver con el progreso. En lo personal, he sido un hipócrita frente a la tecnología porque la consumo y me envuelvo en ella, pero a su vez la reniego por las enormes consecuencias que nos ha generado múltiples frentes. Sean estos desde la intimidad y la privacidad hasta el acondicionamiento de nuestro actuar y las decisiones que tomamos. Lo cierto es que Gaviria rescató la visión de Huxley al respecto. Una visión que se anticipaba a la época actual porque consideraba éste que, en el largo plazo, una de las mayores amenazas a la libertad vendría de la misma especie humana, de una renuncia voluntaria y la tendencia humana a sacrificar la libertad por cierta comodidad. En sí, Huxley consideraba que a los seres humanos no necesitaban esclavizarnos a la fuerza sino, por el contrario, nos amarraríamos voluntariamente a las cadenas. Son palabras fuertes que, leídas una y otra vez, generan cierta angustia al revisar y reflexionar a nuestro alrededor cómo hemos sucumbido a un sistema que se ha apoderado de nuestras vidas en todo aspecto; haciéndonos merecedores de una recompensa solo en la medida que seamos capaces de producir, de hacer. No hacerlo significa inexistencia, conlleva la muerte y el fin del ser en sociedad.

Huxley preveía que no existía una relación positiva entre el avance tecnológico y el progreso humano. En parte, consideraba el progreso como como algo ilusorio, inalcanzable. “el avance tecnológico, los cambios culturales y el desarrollo institucional ha mejorado la vida de los seres humanos sin embargo siempre habrá miserias irremediables y eras de oscuridad”.

A modo de conclusión, puedo decir humildemente que Alejandro Gaviria nos ha entregado un lujo en su nuevo libro. Un recorrido por las ideas y pensamientos de uno de los personajes más representativos de todo un siglo entremezclado con sus propios aportes y enseñanzas que ha tenido como ilustre figura de nuestro país. Los aspectos que se tratan en la obra son sin duda ajenos al paso del tiempo y relevantes, incluso diría en un par de años más. Deja preguntas sin resolver, considero que existen aún muchas cuestiones que aún no hemos sido capaces de abordar sistemáticamente como sociedad. Lo anterior, consecuencia del mismo sistema que hemos creado, la incompetencia para ponernos de acuerdo en cuestiones trascendentales o alguna otra razón que quizá no sea capaz de contemplar. Lo cierto es que en el camino existen intelectuales, personajes como Huxley de otro mundo que nos hacen ver que otro fin es posible y nos pueden salvar.


Fuente: Libro «Otro Fin del Mundo es Posible – Cómo Huxley puede salvarnos. Alejandro Gaviria. Editorial Ariel. 2020.

Imagen: Elaboración Propia.

Santiago Zapata Serna

Soy un curioso innato, apasionado por la lectura y en general los temas financieros y de economía en general. Me encanta una buena conversación y de vez en cuando escribir sin tinta lo que se me viene a la mente.

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