La muerte del Ministro Carlos Holmes Trujillo tomó al país por sorpresa y deja un profundo vacío en la política colombiana, recordándonos a todos lo frágil que es la vida y el inmenso reto que tenemos los funcionarios y servidores públicos a causa de nuestra labor con las comunidades.
Carlos Holmes, oriundo de Cartago, fue abogado y tuvo una carrera amplia entre las que se destacan cargos como Alcalde de Santiago de Cali, constituyente en el 91, dirigió las carteras del Interior, Educación, Relaciones Exteriores, Defensa, y contó con una amplia experiencia en la diplomacia colombiana.
Además, fue profesor en la Universidad del Rosario, columnista en diversos medios de comunicación, pero más allá de eso, también fue un hijo, fue padre, fue hermano, fue un hombre de familia, y su pérdida nos duele a los colombianos, pero especialmente a su círculo fraternal.
El Dr. Trujillo le aportó muchísimo a la nación, con sus vastos conocimientos y con sus planteamientos en la construcción de una mejor Colombia; como se dice popularmente, le cabía el país en la cabeza y comprendía las diversas problemáticas que aquejan a nuestra sociedad.
Buena parte del país llora a un verdadero pro hombre de la patria, y digo buena parte, porque no han sido pocas las expresiones de odio en redes contra el Ministro Carlos Holmes, lo que nos debe llevar a una profunda reflexión acerca de esas pasiones negativas que abundan especialmente en Twitter, y que en muchas ocasiones llevan a que se difamen y se atente contra la honra de las personas.
El odio inoculado por algunos sectores, ha hecho que parte de la población pierda la total empatía por nuestros semejantes, por nuestros prójimos, y en ese sentido me pregunto, ¿La vida humana tiene importancia únicamente de acuerdo a las preferencias políticas?
Exhorto a que varios twitteros respeten la memoria de Carlos Holmes, y que más allá de eso, reflexionen sobre las palabras de odio que disparan a diestra y siniestra, sin consideración alguna por quienes lloramos la pérdida de un gran ser humano.
Siento una profunda tristeza ante esta pérdida, y le extiendo un abrazo solidario a la familia del Ministro Carlos Holmes, y a las más de 52 mil familias que tienen que afrontar un dolor igual a causa del coronavirus.
Hasta siempre Ministro Trujillo. Honor y Patria.
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