Adiós Amelia

A nada, a escasos tres votos estuvo la ternada de ser nombrada en propiedad como Fiscal General de la Nación, y así le hubiera quedado como juguete al marido, el aparato judicial más poderoso del estado para pasar del insulto rabioso a la venganza en nombre de la justicia.


En buena hora los medios sacaron del cofrecito de los recuerdos, donde calculó don Gregorio Oviedo ya dormían el sueño de los justos, sus mensajes cargados de verdadero odio en Twitter (hoy X) contra el establecimiento, o contra la derecha colombiana, o coloquémosle nombre de persona de carne y hueso: lo que se pareciera a Uribe Vélez. «Matarife» fue el nombre más cortés o adjetivo utilizado por el locuaz esposo de Amelia Pérez para referirse a nuestro expresidente. A nada, a escasos tres votos estuvo la ternada de ser nombrada en propiedad como Fiscal General de la Nación, y así le hubiera quedado como juguete al marido, el aparato judicial más poderoso del estado para pasar del insulto rabioso a la venganza en nombre de la justicia.

A pesar de todo, Dios sigue amparando a Colombia y hoy deben estar pensando esos trece magistrados que votaron por misiá Amelia si volverlo a hacer y sostenerle esa confortable cuota inicial o desecharla y pensar en una de las dos restantes candidatas. Saben los 23 magistrados de la Corte Suprema de Justicia la responsabilidad que les cae sobre sus hombros, pues ellos mismos ya fueron víctimas de un encierro para que votaran sí o sí y eligieran Fiscal hace dos largas semanas y con mucha mesura dijeron No, no es cuando los manifestantes atizados por el gobierno y su séquito de simpatizantes quieran. Ahí demostró esta CSJ de qué está hecha, y así se empieza a convertir en una esperanza para los colombianos que pensamos totalmente diferente a como lo hace y ejecuta este gobierno. Y sí, del congreso ya sabemos qué esperar, o mejor, ya sabemos que la mermelada, herramienta criticada y utilizada por la derecha y la izquierda, mueve lo que sea y ahí no hay principios, ni doctrinas ni nada qué defender.

En este entuerto de mantener y fortalecer la separación de poderes como elemento para un buen funcionamiento de la democracia, algo de lo que nos dio cátedra sobre el terreno el exfiscal Francisco Barbosa cuando le hizo saber a Petro y de paso a los colombianos que él, Gustavo Petro, por fungir como Jefe de estado no lo era del Fiscal, piensa uno qué tan conveniente es que el Presidente tenga qué ver en la elección del Fiscal. Y bueno, si es que ese calificativo de Primer Magistrado (ya poco lo utilizan) amerita que sí tenga participación, valdría la pena analizar la propuesta de Alfonso Gómez Méndez de que sea la CSJ la que terne y que el presidente resuelva… lo mismo pero al revés, eso sí, la corte tendría juicios profesionales y jurídicos, en tanto el presidente, llámese como se llame, atenderá circunstancias políticas.

Misiá Amelia, como en esos reality donde eliminan participantes, debo decirle que hoy, usted, y por gracia de su pareja, está más afuera que adentro. Si el 22 de febrero estuvo de plácemes porque casi consigue ser Fiscal en propiedad, hoy los magistrados de la Corte deben estar mirando con más ganas las otras dos hojas de vida. Es que esas virtudes que deben adornar a una Fiscal y que se resumen en Confianza, en usted se perdió cuando se conocieron esos trinos. Ahora bien, el cuentico ese de que cada cual responde por lo suyo, si, sigue siendo cierto, pero de que la señora Fiscal pase más de la mitad del tiempo con una persona que necesita resolver un pasivo histórico emocional contra la mitad de los colombianos ya la descalificó. Así señora ternada, como decía mi tío Bernardo Lopera: si a eso vino, vuelva el jueves.

Ñapa: está llamando la alcaldía de Entrerríos a todas las fuerzas vivas y a la comunidad en general para que ayuden a construir el Plan de Desarrollo. Qué bueno que la gente se apropie de lo público. La Administración de la mano con la gente da más y mejores resultados.


Todas las columnas del autor: Norman Mesa Lopera

Norman Mesa Lopera

Comunicador Social de la Católica del Norte Fundación Universitaria. Activista de la cooperación como herramienta de crecimiento social y observador apasionado de la política. Las discusiones las termino con un silencio reflexivo.

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