A veces es necesaria la presencia de uno que otro abogado del diablo, me toca cumplir esa función hoy, con una administración que nunca he defendido, que me ha parecido incoherente en el discurso, además de lejana de las personas y de los servidores.
Aníbal Gaviria no me gusta, pero el esfuerzo de este hombre por llevar a la administración Municipal a un alto grado de eficacia y eficiencia no se puede negar. Estudiaron, buscaron, debatieron (entre ellos, claro está) y definieron un modelo administrativo que al principio nos dio a entender que se trataba de mera burocratización, pero que al estudiarlo un poco, se encuentra que es un modelo exitoso, que permite gestionar soluciones más integrales dentro de la administración y mejor conocimiento de las prioridades y necesidades de los sectores de inversión y de los territorios, además de procurar priorizar procedimientos más efectivos y pertinentes.
Las Secretarías Vicealcaldías creadas por la administración de Gaviria tienen como objetivo “coordinar, acompañar y fortalecer el seguimiento a la gestión del Municipio en grandes temas estratégicos, facilitando además la articulación de esfuerzos entre las secretarías y las entidades descentralizadas relacionadas”.
Aparecen en la descripción anterior verbos trascendentales en el manejo de lo público: coordinar, articular, acompañar y fortalecer. Buscar que se puedan ejecutar acciones en conjunto, como llevar a la cultura ciudadana, a la equidad de género y a la movilidad humana, entre otros temas importantes, a que sean ejes transversales en el planear, el hacer y en el discurso, siempre y cuando hayan garantes. El problema de las Vicealcaldías no es que sean una excusa para generar burocracia, no es que nos guste a unos pocos, es que no han tenido el tiempo suficiente, ni los actores eficientes que se requieren para demostrar que el modelo es ganador.
Federico ha dicho que no va a nombrar vicealcaldes, también que le pondrá fin a esta figura, pero no da ningún argumento diferente al electoral, no se ha referido a que exista un estudio que señale a estas como ineficientes o innecesarias, basta con el capricho.
Sabrá Federico que para la eliminación de las Vicealcaldías tendrá que demostrar que son innecesarias, que debe reestructurar de nuevo al Municipio y para ello previamente debe solicitar facultades al Concejo (una figura con la que no estuvo de acuerdo en tiempos electorales) o dejarlo a discusión de la corporación. Quiénes harán las veces de vicealcaldes, quiénes irán a los consejos de gobierno en ausencia de estos, seguramente todo está planeado y no llegarán a improvisar.
Por qué no darle la oportunidad a este modelo, por qué no nombrar a personas capaces, que logren coordinar, cohesionar, ganarse el respeto de sus pares Secretarios sin desdibujar funciones. Por qué no pensar en reestructurarlas, quizá la propuesta de Alonso Salazar de convertirlas en Vicealcaldías territoriales no es tan descabellada, creo que es necesaria en esta Medellín que cada vez la sentimos más grande.
Esperar, estudiar, conocer el quehacer de las Vicealcaldías y en general el andamiaje administrativo (Federico viene se ser Concejal, no ha sido Alcalde, no ha desarrollado un solo proceso de los que habla) es más inteligente que dar bandazos con declaraciones primarias, caprichosas y electoreras.
Esta es la estructura actual del Municipio de Medellín:
Qué nos propondrá Federico, cuál será su visión para administrar eficientemente al Municipio. Mientras esperamos respuestas, sigamos asistiendo al nombramiento de expertos en lo público, o de personas cuestionadas como el futuro Secretario de Seguridad, del que se ha dicho mucho y aclarado poco.
Nota 1: Que si se dan una pasadita por la Secretaría de infraestructura física, parece que por allá no han ido a preguntar mucho y eso que ya pasó el empalme.
Nota 2: Ojalá el nuevo Secretario de Movilidad, de apellido -Martínez- uno de la encuesta de Al Poniente, sea en realidad un experto y no simple discurso.
Nota 3: Reconocimiento al doctor Jesús Aristizabal como el mejor de los vicealcaldes, es el único que le ha intentado poner –tatequieto- al peor secretario de movilidad que hemos tenido.
Nota 4: esperemos que con el nombramiento del doctor Luis Bernardo Vélez en Inclusión Social, se tome en serio el trabajo con la población LGBT de la ciudad, desatendida por un secretario que antepone las creencias personales al bien común.
Nota 5: Gratitud con mis amigos Alexis, María, Vivi, Ana, Manuel y Botero por ayudarme a entender muchos temas.
[…] critican sin conocer, luego de un amague de empalme, un modelo exitoso. En la columna titulada “De abogado del diablo (de Aníbal Gaviria)” publicada en este medio, hablé un poco sobre el tema, dije que son necesarias pues eso de […]