A mis amigos…

«La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.» Aristóteles


Encenderé una palabra, es la ternura de la incandescencia que mi lejana presencia, quizá, hoy acompaña, de tiempos feroces, el melifluo espíritu rescata.

Las velas arden como las lágrimas que nuestras almohadas en otras noches secaban, y sé, que valiente has sido para en esta ocasión leerme y no rendirte cuando todo se quemaba. Comprendo la soledad que alecciona el alma. Recuerda, a mí y a muchos en silencio, tu bienestar nos importa, y en aquellas tardes de ansiedad cuando la mente fracturaba, también nos importabas, te lo recuerdo porque quizá, como yo, solitario tampoco lo notabas.

Si están cerca, abraza a tus seres queridos; y siempre, sin condiciones, ama. Quiero decirte ¡Gracias! porque has logrado superar el frío que tus sueños ya no congela, aunque supe que estabas resfriado y que tu cuerpo en ocasiones se agota de tristeza, por favor, acércate a la fogata de miradas que admiramos el servicio de tu existencia y bebe un té calientito como el cariño genuino que te corresponde por lo bonito de ti cuando desinteresadamente te entregas.

Me contaron que te vieron caminando a la intemperie, en la tormenta, buscando ir a muchas partes. Eres fuerte, ¿sabes?, pero estamos a una llamada de distancia para hacer las situaciones más amables, en una próxima ocasión me gustaría que nos permitas colaborarte, aprecio tu confianza y valoramos que gustes en nosotros confiarte. Te felicito, porque no hay éxito más honroso que el que implica de los tropiezos levantarse, ya venciste tus miedos porque aún con ellos hoy sigues saliendo adelante.

Este año me equivoqué y por ello debo confesarte en esta carta, que no pocas veces me bastó pensarte para entender que somos mucho más que las imaginadas frustraciones y los sentidos pesares, que nuestros momentos de alegría compartida serán hasta siempre inigualables. Inmensa plenitud la que tus sonrisas me otorgan y mi lealtad al brindártelas es el honor más grande. Conmigo cuentas como yo contigo, a quien mi personalidad no temo mostrarle.

El cambio apremia, con agria certeza debo escribir que es incierta la próxima fecha en que te encuentre para adorar la amistad como el vínculo en el que los seres humanos se humanizan y su naturaleza respetan, consiguiendo repararse mutuamente con la virtud de la franqueza; por eso compongo un texto para que sepas que nada ha sido fácil…

Y que se ilumina mi voluntad al evocar las memorias con mi Parce, donde somos soldados que no se dejaron morir en guerras que parecían holocaustos de nuestras verdades, que te agradezco Ami por permitirme conocer la generosidad y la rebeldía de las personas buenas cuando atentan contra su carácter, y mil gracias Pri por continuar creyendo en la esperanza cuando las cosas se tornaron insoportables.


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María Mercedes Frank

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