¿A Ciénaga qué le ha dejado los puertos? (Parte I)

En medio de la emergencia sanitaria por la propagación del COVID-19, en Ciénaga han surgido nuevas polémicas debido a viejos problemas. La polémica: la socialización –a través de la firma consultora INERCO- que Inversiones Delrayo S.A.S. pretendió realizar de manera sospechosa en días pasados con moradores del corregimiento de Cordobita sobre un proyecto de una terminal portuaria en la región de Papare para el recibo y despacho de hidrocarburos a granel. El viejo problema: la inoperancia y la falta de liderazgo de las dirigencias políticas locales en la planificación territorial y por consiguiente del desarrollo municipal. Esto nos obliga a hacer un balance general respondiendo la siguiente pregunta: ¿qué nos han dejado los puertos en Ciénaga?

Actualmente en el municipio hacen presencia Drummond, Puerto CNR (cuyo propietario es Murray Energy Corp) y Puerto Nuevo (que es público pero administrado por el Grupo Prodeco). Los tres están ubicados entre la región de Papare y los ríos Córdoba y Toribio. Según Dianny Rincón de la Universidad de los Andes, a inicios de los años noventa llegaron los dos primeros puertos a operar gracias a las concesiones otorgadas por la Gerencia General de la empresa Puertos de Colombia y la Superintendencia General de Puertos respectivamente. Desde ese instante, tanto autoridades competentes como pobladores de las áreas de influencia directa señalaron las implicaciones negativas sobre el entorno natural que producirían estos puertos carboníferos. Un ejemplo de muchos fue el estudio de efectos ambientales que realizó CORPAMAG en la época y determinó que 8 de los 10 lugares pesqueros de Ciénaga estaban situados en el área afectada por la construcción y operación del puerto de Drummond, asunto que luego terminaría por extinguir la pesca artesanal.

Ya en la fase de operación, Drummond y la Sociedad Comercializadora Internacional del Mar Caribe S.A. (posteriormente llamada Sociedad Portuaria Río Córdoba que luego vendería el puerto a Vale do Río y este a su vez a Murray Energy Corp) produjeron serias afectaciones en la calidad del aire, en la salud de los habitantes del sector y en la plantación de cultivos frutales debido al antiguo sistema de transporte de carbón a través de barcazas. Este, incidía directamente en la dispersión del polvillo del carbón) y provocaba la caída de grandes cantidades del mineral en el lecho marino.

Unas de muchas evidencias sobre lo anterior son la denuncia ante CORPAMAG del 5 de enero de 2005 del hundimiento la draga “Mary” en Papare (de propiedad de la Sociedad Comercializadora) y el vertimiento de 200 toneladas de carbón el 13 de enero de 2013 por parte de Drummond en una maniobra para salvar a la barcaza TS115. Todo esto sucedió por la falta de un sistema de cargue directo a buques.

En el caso del Grupo Prodeco, aunque el puerto público que administra es relativamente nuevo (2013) e inició labores con el nuevo sistema de cargue de carbón, este ha provocado los mismos problemas medioambientales de los puertos anteriormente mencionados: contaminación del área marina, pérdida de cobertura vegetal, alteración de la dinámica litoral y fluvial, reducción de hábitats, problemas de sedimentación y erosión, aumento de la concentración de material particulado en el aire, entre otros. Los datos enunciados están consignados en el informe Los impactos ambientales de la actividad portuaria en el municipio de Ciénaga, Magdalena (2016) escrito por Dianny Alejandra Rincón Garavito.

Teniendo Ciénaga una extensión territorial de 1.242 Km2, una biodiversidad inmensa gracias a sus conexiones con la Sierra Nevada y la Ciénaga Grande, además de poseer un alto grado de ruralidad (lo cual posibilita convertirla en una importante despensa agrícola), ¿por qué hemos permitido que nuestra economía sea improductiva y gire en torno a actividades que desequilibran los ecosistemas y a la naturaleza misma? ¿Qué será del municipio de aquí a 20 o 30 años si acolitamos la construcción y operación de un cuarto puerto?

Píldora 1: Según El Tiempo y De Racamandaca, entre 2003 y 2011 Ciénaga recibió 259 mil millones de pesos por conceptos de regalías del carbón, de los cuales 169.544 millones fueron entre 2008 y 2011 y alrededor de 74.219 millones se destinaron al pago de la deuda que Ciénaga tenía al acogerse a la Ley 550. Todo esto muy a pesar de que los recursos debían ser invertidos en salud, educación y saneamiento básico.

Píldora 2: Según el Observatorio de Conflictos Ambientales de la U. Nacional, el entonces coordinador del Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción, Camilo Navarro, anunciaba en 2008 la malversación de las regalías carboníferas en Ciénaga. En 2007 el Gobierno Nacional decidió suspender las transferencias de estas por el desorden existente en las finanzas municipales.

Píldora 3: El 16 de marzo de 2013 en entrevista con El Heraldo, el entonces Alcalde de Ciénaga, Luis Tete, denunció la contaminación ambiental que dejaba la actividad carbonífera en el municipio, además de haber destacado las riquezas agrícolas de Papare. También repudió el robo de las regalías municipales. ¿Cuál es la posición de él frente a la terminal portuaria de Delrayo S.A.S.?

Alan Gutiérrez

De Ciénaga, Magdalena. Politólogo y activista político. Me interesan los temas relacionados con derechos humanos, resistencia civil, movimientos sociales y procesos de construcción de Estado.

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