Negroides o intelectualoides. ¿Quiénes somos?

Caminando desprevenidamente por la FILBO me encontré con el libro de Fernando Gonzáles Los negroides (ensayo sobre la Gran Colombia), un libro publicado en el año de 1936 y que la editorial de la EAFIT ha reeditado en una versión muy bonita para el año 2025. Siempre tuve la curiosidad de conocer la obra del filósofo colombiano por sus títulos, poco convencionales y que no pasaban desapercibidos empezando por obras como Viaje a pie (1929), El maestro de Escuela (1941) o Una tesis. El derecho a no obedecer del año de1919.

Pero en los negroides siempre tuve la inquietud de saber ¿quiénes son los negroides y porque caracterizar de este modo a la población colombiana? Y de este modo el aprecio fue más allá y haciendo una inmersión en sus páginas me lleve gratas sorpresas. Por ejemplo, se descubre una descripción anímica sobre los diversos caracteres que nos constituyen como colombianos y que, si bien se remonta a los tiempos de la gran Colombia, tiene asidero en la actualidad. De sus páginas quiero llamar la atención en la distinción entre los negroides y los intelectualoides y poder apreciar cómo el colombiano logra atravesar estos universos caracterológicos que dicen mucho de sus proyecciones morales en una realidad compleja y disímil en muchos sentidos.

Empecemos por partes: ¿Quiénes son los negroides? Una de las constantes de la historia patria tiene que ver con el advenimiento de una casta social que asumió los liderazgos políticos y la cual propendió por la liberación ante los procesos colonizadores ejercidos por España, en personalidades como Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. Si bien estas personalidades lograron superar los barnices de las vanidades (a pesar de que sus vidas fueron muy vanidosas), Fernando Gonzáles inicia su libro con una digresión filosófica que establece sutilmente la diferencia moral y espiritual entre la vanidad y la personalidad.

Los vanidosos son aquellos que se jactan de sus posiciones sociales, de su estatus, de su poder simbólico, de sus ingresos, de su reputación familiar, etc. Colombia se ha caracterizado por fabricar vanidades y en general el mundo moderno en su afán de progreso, éxito social y espíritu de emprendimiento, los troquela y los pone a circular. En cambio, la personalidad en lugar de la vanidad es un esfuerzo por mostrar el temple interno de un ser humano, su virtud, su sello de distinción. Siguiendo la idea de González y como se verá a continuación una personalidad negroide es la que debemos buscar en un más allá de la mentira en la que suele caer el vanidoso, despojado de personalidad y sentido de la individualidad.

Los negroides, en efecto, son esas otras realidades humanas que habitaron la diversa y variopinta realidad social colombiana y que hasta la fecha ha estado integrada por campesinos, indígenas, negros, mujeres, hombres, ancianos y niños provenientes de las profundidades del territorio colombiano. Palabras más palabras menos negroides somos las mayorías y es una categoría descriptiva sobre el carácter y la antropología de las gentes en un territorio y que logra abarcar comprensivamente la multiplicidad humana en todos los pueblos y las cosmovisiones que integran nuestra amplia y plural fauna social. Llama la atención que González reivindique una suerte de modo de ser antioqueño, habitados por otro negroides provenientes de la cultura vasca y judía.

Es decir, que los negroides son estas personalidades marcadas por un territorio, signadas por una corporalidad, una experiencia afectiva e intelectual de su tiempo, que no se margina de la condición de raigambre territorial y popular, la cual de cierto modo expresa autenticidad en su lenguaje, en sus maneras de pensar, de sentir y de actuar. De hecho, en el libro en mención Fernando Gonzáles declara que entre las representantes terrígenas del modo negroide se encuentra propiamente en los personajes y las historias de la literatura costumbrista del escritor antioqueño Tomás Carrasquilla.

Pero están los intelectualoides, esa otra raza de humanos que Fernando Gonzáles sitúa en la ciudad de Bogotá. Y ¿Quiénes son los intelectualoides? Es una comunidad de gramáticos que hizo las leyes de este país. Nombres como Antonio Caro, José Rufino Cuervo, Rafael Núñez (a pesar de ser de la costa quería parecerse a los gramáticos del centro) fueron algunos de estos personajes que ingresaron al poder en Colombia desde el ámbito lingüístico, siendo su pasa bordo vanidoso el dominio de la palabra y su capacidad para escribir las leyes que gobernaron este país justamente hasta la disolución del gran proyecto político y geográfico de la Gran Colombia, y que nostálgicamente Fernando González se despide, justamente por los deseos vanidosos de sus líderes en Ecuador, Venezuela y Colombia.

Este país ha tenido la confrontación directa o indirecta entre negroides e intelectualoides. Nuestra historia ha estado marcada por esta disputa en el carácter y de algún modo ha definido los abismos sociales y políticos que persisten entre el centro de Colombia y sus periferias. Propuesta la distinción, usted querido lector podrá resolver la incógnita siguiente: negroides o intelectualoides ¿quiénes somos?       

Bibliografía

González, Fernando (2025). Los negroides (Ensayo sobre la gran Colombia). Colección otraparte, editorial EAFIT.

Juan Sebastián Ballén Rodríguez

Amigo de los libros y de la buena compañía. Filósofo de profesión y profesor universitario:

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