El margen de oferta del sistema mide la capacidad de reserva con la que cuenta el parque de generación de energía eléctrica; esto es, la cobertura adicional de demanda de electricidad. Un sistema con un alto margen de reserva está en capacidad de atender el crecimiento de la demanda de energía sin que los precios varíen sustancialmente, soportar la llegada de temporadas hidrológicas críticas sin poner el riesgo de abastecimiento de la demanda y servir de respaldo ante la ocurrencia de fallas significativas. En este artículo presento la evolución de la estrechez oferta-demanda del mercado eléctrico de energía eléctrica, desde 2000 hasta 2024.
«Estamos peor, pero estamos mejor; porque antes estábamos bien, pero era mentira; no como ahora, que estamos mal, pero es verdad» Por estos días, en distintas temáticas y por diferentes condiciones, estas palabras de Cantinflas logran describir diferentes entornos, hoy las tomo como prólogo del análisis y como guía para el título.
La generación hidráulica mensual más baja que se ha dado en Colombia, en proporción a la capacidad instalada, fue en 2010 con la aparición de un fenómeno de El Niño con intensidad fuerte. En el año 2010 la capacidad efectiva neta del sistema era de 13,303 MW, de los cuales 9,044 MW eran hidráulicos. Allí, la generación hidráulica fue en promedio el 51% de la capacidad máxima para abastecer una demanda media de 156 GWh-día. En el mes más crítico, la generación hidráulica fue del 31% de la máxima capacidad.
De esta forma el margen del sistema en 2010 fue de 30% en promedio y, en el mes más crítico fue del 2%.
Se consideran en adelante tres escenarios de disponibilidad hidrológica: i) Promedio, ii) Mínimo y iii) Estrés. En el primer escenario se considera el aporte promedio de caudales cada uno de los años; en el escenario de mínimo se toma la menor hidrología mensual de cada año y la condición de estrés es la menor proporción de aportes mensuales de toda la historia (31% de generación hidráulica respecto a su capacidad máxima).
Otro año que merece ser caso de estudio es el 2015, cuando también se presentó un fenómeno de El Niño con intensidad fuerte. En promedio, el margen del sistema en 2015 fue del 28%, peor que en el 2010, y el margen mínimo del año fue del 12%. El margen del 2015 en el escenario de estrés fue del 5%. En caso de que los aportes hidrológicos mínimos del 2015 hubiesen sido como los mínimos del 2010, tan solo quedaba una reserva del 5% para atender la demanda. Con todo esto, el año 2024 tiene menos margen que el 2015.
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Margen del sistema (Oferta energía media – demanda media) / Demanda media (%) | |||||||
Escenario | 2000 | 2005 | 2010 | 2015 | 2020 | 2023 | 2024 |
Promedio | 61 | 50 | 30 | 28 | 31 | 37 | 22 |
Mínimo | 56 | 45 | 2 | 12 | 17 | 22 | 5 |
Estrés | 40 | 17 | 2 | 5 | 7 | 5 | 0.03 |
Para el año 2024 el parque de generación en Colombia tiene el peor margen de los últimos 24 años. En 2024 el margen promedio del sistema es peor que en el 2010 y el 2015; el margen mínimo es inferior al del año 2015; y el margen en el escenario de estrés no solo es inferior al del 2010 y a toda la muestra, sino que ni siquiera supera el 1%.
Mientras la demanda de energía eléctrica del sistema puede aumentar fácilmente más de un uno por ciento cada año, si se diera una condición hidrológica mínima como la del 2010 y la demanda continuara creciendo, el sistema no estaría en capacidad de abastecer el país. Allí el margen podría ser negativo.
La situación de estrechez del mercado eléctrico colombiano es un asunto que ha llevado mucho tiempo en consolidar, aunque algunos puedan no estar o no orgullosos de esto, los usuarios todos la están sufriendo. Como una planta de generación toma por lo regular entre cinco o diez años para ser construida, la estrechez presente hoy, por la que los usuarios están pagando, obedece las acciones y no acciones de todos los horizontes del tiempo en el pasado.
En caso de que se desee encontrar un responsable, ese somos todos. Afirmación que puede explicarse en artículos posteriores.
El estatuto de riesgo de desabastecimiento no solo no logrará aumentar las condiciones de lluvias para aumentar el margen del sistema, tampoco reducirá las condiciones de incertidumbre y mucho menos hará aparecer más plantas de generación. Un racionamiento está determinado por tres condiciones, un sistema con expansión retrasada, condición hidrológica crítica y falla de algún recurso significativo. Es necesario trabajar en las tres dimensiones, o mejor aún, hace más de diez años debimos estar trabajando más en las tres dimensiones.
El estatuto de riesgo de desabastecimiento es una herramienta para reducir el peor de los perjuiciosos debido a la hidrología crítica, entregándole al operador del mercado la decisión de quién genera y quien no, bajo el supuesto de que los generadores hidráulicos que llevan por décadas manejando sus recursos lo harán peor. Esta premisa queda por ser validada por la historia.
Las decisiones que se tomen para revertir la tendencia tardarán por lo menos un lustro en mostrar resultados. Entre tanto, estamos llamados a esperar que el azar, que viene de la mano de aportes hidrológicos y la no falla de plantas, esté de nuestro lado.
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