En el corazón del proyecto del Túnel Guillermo Gaviria Echeverri reside un principio fundamental: el valor del diálogo. Las reuniones de avance entre el equipo del proyecto y las comunidades no son simples formalidades, sino encuentros cruciales que han marcado la pauta para entender los sueños y necesidades de las zonas circundantes. Aunque el proyecto abarca 18 unidades territoriales en los municipios Santa Fe de Antioquia, Giraldo y Cañasgordas, su impacto se extiende por todo el Occidente, transformando y progresando la región de manera integral.
A menudo, proyectos de esta magnitud generan inquietudes sobre su duración y el impacto en la zona. Sin embargo, desde el principio, el equipo social y ambiental de la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación de Antioquia ha mantenido un diálogo transparente y directo con las comunidades. El objetivo es proporcionar información precisa y, más importante aún, escuchar las necesidades de los habitantes de cada vereda, corregimiento y sector, potenciando los territorios y definiendo estrategias de compensación necesarias.
Estas conversaciones no son casuales; desde 2017, se llevan a cabo reuniones de avance para cumplir con lo establecido en la Resolución 1228 de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Esta resolución ordena mantener a la comunidad informada sobre el progreso del proyecto, no solo desde la perspectiva técnica, sino también en aspectos sociales y ambientales. Estos encuentros ofrecen a las comunidades la oportunidad de expresar dudas e inquietudes relacionadas con la obra.
En el segundo trimestre de 2023, se han celebrado 14 reuniones de avance con las comunidades del área de influencia, divididas en dos líneas, según explica Diego Alejandro Pérez, coordinador social de la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación de Antioquia. Una línea se enfoca en informar a la comunidad sobre el impacto territorial y cómo se mitigan los efectos sociales, mientras que la otra se centra en la apropiación y sostenibilidad de las obras que han transformado el entorno. Este enfoque bidireccional refleja el compromiso continuo de construir no solo infraestructura, sino también relaciones sólidas y sostenibles con las comunidades afectadas.
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