“Los estatistas, de derechas o izquierdas, quieren dirigir la vida de las personas; los liberales queremos que el individuo sea el arquitecto de su propia vida, que sean felices y prósperos, que el Estado NO se meta.”
Nuestra sociedad ha cambiado, lo que una palabra significaba antes ya no es lo mismo ahora, en nuestro mundo globalizado y cambiante no podemos seguir hablando de una cosa como se hablaba hace siglos. No podemos seguir definiendo cosas que para nuestra época significan algo distinto a lo que era hace muchos años.
Seguir hablando de derecha e izquierda en el siglo XXI es algo anticuado, erróneo, descontextualizado y, sobre todo, que hace que el mundo siga confundido y sin un norte de progreso y esperanza.
Los términos derecha e izquierda surgieron en el calor de la Revolución Francesa cuando quienes estaban con el rey se hicieron a la derecha de la mesa y quienes estaban en contra del rey y sus aberraciones al lado izquierdo. A primera vista quienes se hicieron a la siniestra de la mesa tenían razón, estaban en contra de un monarca que empobrecía a los franceses mientras él y su séquito vivían sin tener necesidades. El problema fue cuando la izquierda se unió a los jacobinos y empezaron a matar a todo el mundo y a reemplazar los abusos del rey y hacer parte del Estado opresor.
La derecha como se conoce hasta el día de hoy la alinean con el fascismo y con el conservadurismo puro y duro. Los conservadores todos son autoritarios, son amigos del Estado y sus abusos y, en Colombia, no tienen identidad y votan proyectos de la izquierda y son vividores de los impuestos de los individuos.
Aquellos que se denominan conservadores NO conservan la vida, la libertad, la propiedad, la cooperación, el Estado Mínimo y/o el avance, lo que los conservadores hacen es imponer unas ideas retrógradas que no funcionan en nuestro tiempo, sino que nos devuelven a la época de la inquisición y de las cavernas.
Así que la derecha no significa que esté en contra de la izquierda ni la izquierda está contra la derecha. Por esto es que no podemos seguir hablando de diestra y siniestra porque en el fondo, a la hora de la verdad, son lo mismo. Claro tienen sus matices, pero en general son la misma cosa.
Quienes estudian la “Ciencia” Política, la sociología o la economía deben adoptar un nuevo lenguaje para referirse a las connotaciones políticas, ideológicas y sociales de nuestro mundo. La derecha y la izquierda ya no son diferentes, a la hora de tomar decisiones, la gran mayoría toma las mismas. Ahora tenemos que hablar de libertad o estatismo.
Alguien que se considera de derecha también es un estatista, porque aprueba Presupuestos Nacionales con déficit, porque apoya la expansión del Estado, porque apoya subir impuestos, porque defiende privilegios y porque no tienen una doctrina, no tienen valores, no tienen identidad.
Alguien que se considera de izquierda es por naturaleza estatista, siempre defiende la expansión del Estadio, defiende el déficit que se crea en el Estado, porque se mantiene cómoda con los puestos burocráticos, porque no les da vergüenza y no tienen cargo de conciencia cuando aumentan impuestos a expensa de los pobres, porque su religión es la idolatría al Estado.
Entonces, si la derecha es estatista y la izquierda también, ¿quién es liberal? Liberal NO es una ideología, ni un partido político, ni mucho menos una religión, liberal es todo aquel individuo que tiene respeto por el proyecto de vida del otro, no tiene tolerancia, sino que tiene respeto y es este respeto el que lleva a que una sociedad sea prospera y libre.
Quienes son estatistas quieren dominar la vida del otro, los de derecha quieren decidir cómo debe ser una familia, cómo comportarse y a qué religión ir porque de lo contrario nos condenamos; los de izquierda quieren decidir qué debemos comer, dónde estudiar y a qué ideas seguir. Tanto derecha como izquierda plantean decidir la vida de las personas y cuando están en el Estado quieren reemplazar a Dios.
Algún intelectual dijo una vez: “Alguien de derecha es aquel que no le importa con quien o quienes comercializamos, pero si con quien o quienes nos metemos en la cama; alguien de izquierda es aquel que no le importa con quien o quienes nos metemos en la cama, pero si con quien o quienes comercializamos, en cambio alguien que es LIBERAL no le importa con quien o quienes comercializamos ni tampoco con quien o quienes nos metemos en la cama.”
De ahora en adelante deberíamos hablar de quienes son defensores de la libertad (cero estatismo) y de quienes son estatistas (idólatras del Estado). Los primeros NO se meten en la vida de la gente y no quieren dirigir a nadie, los segundos se creen Dios y terminan arruinando a las sociedades – porque nadie puede ser Dios –. Cuando empecemos a utilizar los términos que son identificaremos a quienes nos quieren destruir y dejar en la pobreza y la ruina. Los liberales no queremos dirigir a nadie, los liberales respetamos el proyecto de vida del prójimo y defendemos la igualdad frente a la ley – la única igualdad que hay en este mundo – respetamos los derechos de los demás – mi derecho termina cuando comienza el otro – y respetamos la ley.
El mundo sería mejor si aplicamos los principios de la libertad y borramos la utopía del estatismo y el dirigismo.
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