“Daniel Quintero con Upegui perderá con Gutiérrez. Medellín le castigará su cuestionado paso por la Alcaldía. La ciudad, en la historia reciente, nunca se había visto tan mal cuidada”.
Esta semana se publicó la primera encuesta de Invamer para medir la intención de voto en las próximas elecciones regionales que definirán quienes serán los nuevos alcaldes, concejales, gobernadores y diputados durante los próximos cuatro años, a partir del 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2027. La encuesta de Invamer contratada por Blu Radio, El Espectador y Caracol Televisión midió las 5 principales ciudades del país: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.
En Bogotá, la alcaldesa Claudia López no tiene candidato propio para sucederla y según la encuesta de Invamer, hay una reñida pelea entre Carlos Fernando Galán (Nuevo Liberalismo) que tiene un 26,6% de intención de voto, Gustavo Bolívar (Pacto Histórico y el candidato del presidente Petro), con un 20,3% y Juan Daniel Oviedo (se postuló por firmas) con un 16,8%. Esta es la primera vez que en la capital de Colombia habría segunda vuelta. A partir de estas elecciones, para Bogotá, rige la misma norma que para la Presidencia de la República: si en primera vuelta no hay un candidato que saque más del 50% de los votos, irán a segunda vuelta los dos primeros. En este momento serían Galán y Bolívar.
Invamer también midió la favorabilidad de los alcaldes actuales de las 5 ciudades enunciadas. Todos se rajan excepto Jaime Pumarejo de Barranquilla. Claudia López de Bogotá, Daniel Quintero de Medellín, Juan Carlos Cárdenas de Bucaramanga y Jorge Iván Ospina de Cali tienen una desaprobación de más del 60%, siendo la peor gestión, según esta encuesta, la de Jorge Iván Ospina de Cali con una desaprobación del 75%. Pumarejo pasa el examen raspado con un 52%.
Al igual que Bogotá, las próximas elecciones pintan reñidas en Bucaramanga y Cali. Sólo en Medellín y Barranquilla parece estar cantado el ganador. En la capital de Antioquia va a “barrer” Fico Gutiérrez que en esta encuesta saca el 63% de intención de voto y su más inmediato perseguidor Juan Carlos Upegui -el del alcalde Daniel Quintero y primo de su esposa Diana Osorio- tiene el 11%.
En Barranquilla seguiría la línea continuista de los Char que llevan más de 20 años en el poder local. Alejandro Char sería por tercera vez alcalde de esta ciudad. La encuesta le da más del 80% de intención de voto.
Los alcaldes de izquierda y centro izquierda de estas ciudades capitales salen quemados de sus cargos. Ninguno tendrá sucesor, Claudia López no tiene, Daniel Quintero con Upegui perderá con Gutiérrez. Medellín le castigará su cuestionado paso por la Alcaldía. La ciudad, en la historia reciente, nunca se había visto tan mal cuidada y menos que los ciudadanos vieran en las basuras uno de los principales problemas por resolver en la otrora tacita de plata. Quintero sale como el peor alcalde popular en la historia de Medellín en lo que opinión pública se refiere con una desaprobación del 61%, en parte, por dedicarse a pelear en lugar de gobernar.
En Cali, la pelea está entre Roberto Ortiz y Alejandro Eder. Ninguno de los dos comulga con Jorge Iván Ospina al que la ciudad le cobra los desmanes y la inseguridad que se vivió en el Paro Nacional de 2021.
En Bucaramanga el favorito es el pastor Jaime Andrés Beltrán con un 32,7% triplicando en intención de voto a su perseguidor Fabián Oviedo con un 12,3%. El discurso de Beltrán es volver a la mano dura para recuperar el orden y la seguridad que los bumangueses como en la mayoría de las ciudades capitales sienten que han perdido. Quiere ser el “Bukele” santandereano.
Este termómetro raja a los alcaldes de izquierda y centro izquierda y quema a sus delfines. Buena parte de la ciudadanía se cansó de discursos idealistas y a la vez difíciles de llevar a cabo. Siente que con estas administraciones retrocedieron en desarrollo y calidad de vida. Esa misma sensación se refleja en buena parte del territorio nacional con el primer gobierno de izquierda de Colombia: con sólo un año de mandato está desgastado, con poca ejecución y una desaprobación de más del 60%.
Comentar