Una de las características más distintivas entre las diferentes administraciones del Ejecutivo ha sido el mostrar las banderas por las que van a luchar. Estas, son la esencia fundamental del proyecto país al que se pretende llegar y el epicentro del debate en la sociedad sobre dicha meta.
Por ejemplo, si le preguntamos a cualquier joven adulto en la calle: ¿qué fue lo más distintivo de los dos Gobiernos de Juan Manuel Santos?, la respuesta más común será la “búsqueda de la paz” y su Acuerdo con las muy vivas y activas FARC –aunque las traten de disidencias–. Otro buen ejemplo es el de Álvaro Uribe con su política de seguridad democrática o, acudiendo a tiempos más recientes, la de Iván Duque y su Economía Naranja, bastante truncada por la pandemia del COVID-19.
El punto es que estos sellos de marca dan a la sociedad en su conjunto, una respuesta clara y directa a la pregunta: ¿hacia dónde va el país? La importancia de la certeza sobre dicha respuesta es que permite una articulación más armónica en los diferentes planes de los individuos, tanto entre ellos, como con el Estado en sus diferentes instancias, dejando sentado el agravante de la adicción crónica que posee esta sociedad con lo público.
Este es el punto fundamental del por qué los anteriores Gobiernos ultra-procesaban una propuesta hasta sobre-simplificarla, de manera que les permitía sostener o ampliar su base de electores, así como asestar golpes certeros contra sus opositores. Tocando nuevamente el terreno de la ejemplificación, tenemos el “caballito de guerra” de Santos: la “paz”, principal arma con la cual se sentenció la carrera política del expresidente Álvaro Uribe.
Haber colocado a Uribe como enemigo público de la paz fue el tiro certero que empezó a resquebrajar su “buena imagen”, llevándose consigo un entonces sólido bloque político-social uribista. Como pueden ver, esta estratagema que le adjudicó el nombre de “proyecto país”, posee varias funciones que van desde fortalecer la imagen de la administración presente, así como la de destruir adversarios. Por supuesto, también funciona para sortear de la mejor manera la titánica tarea de conservar esos preciados puntos de popularidad.
Un Presidente sin norte
Entendida la importancia de aplicar correctamente la estrategia “proyecto país”, puedo abordar de mejor manera las razones por las que catalogo al Gobierno “del cambio” como un revoltillo de “medias intenciones”, improvisación, descaro y, como no puede ser de otra forma, ¡fracaso!
Sorprende bastante que alguien como Gustavo Petro, experto y magistral manipulador de masas y eminencia en la aplicación del populismo, no tenga las aptitudes mínimas necesarias para ejecutar, en forma, algo tan sencillo como dicha estrategia. Ello revela que, si bien como orador posee un talento puro, como administrador, es un desastre de dimensiones no conocidas.
Y no saco esta afirmación desde la visceralidad. Solo basta ver los estragos económicos que ha causado la impresentable e incapaz ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, para obtener la misma preocupante conclusión. Es increíble que, tras tener una fuerte tradición minera gracias a los aportes que hace a las finanzas públicas, hoy nadie en Colombia –ni siquiera el gabinete de ministros– sepa con seguridad si se entregarán o no nuevos contratos de explotación petrolera y gasífera. Un atentado directo a la estabilidad macroeconómica del Estado y, por consiguiente, a la del país.
Parece que el Petro que poseía todas las respuestas a las crisis de Colombia, además, en menos de 140 caracteres, ha desaparecido por completo. Y el adulto mayor –Ocampo– es quien tiene la batuta en cuanto al destino en materia tributaria, minera y, por si fuese poco, económica.
Por si lo anterior no fuese suficiente, y en aras de demostrar más casos, seguimos viendo a ese Petro candidato que se la pasa peleando, cual influencer, con todo medio de comunicación que demuestre las incongruencias, las mentiras y las opiniones críticas objetivas frente a su desgobierno. La cosa ha escalado tanto que, una organización bastante afín ideológicamente al progresismo, como lo es la FLIP (2023), ha salido a señalar los ataques que el todavía desentendido Presidente realiza a diario.
En el último mes, el presidente @petrogustavo ha publicado en su cuenta de Twitter por lo menos 34 trinos dirigidos a nueve medios de comunicación. Sus mensajes impactan en el debate público y en la libertad de expresión.
👉🏽 https://t.co/G1QOsD9zey
🧵 Abrimos hilo: pic.twitter.com/5jENlmxvOq— FLIP (@FLIP_org) February 1, 2023
El precio de la improvisación
La deriva estatal siempre se traduce en miseria generalizada, violencia, paros, incertidumbre y crímenes de lesa humanidad. Ahora, dado el antecedente violento de una sociedad como la colombiana, estos estadios pueden tener una nueva dimensión jamás vista. Los primeros brotes ya se empiezan a develar con el fortalecimiento del control territorial por parte de grupos al margen de la ley, caso concreto, el ELN.
Además, están las tres (3) movilizaciones anunciadas por, y esto es muy importante, sectores que apoyaron a Petro en campaña: la de los taxistas, los Alcaldes de Nariño y los estudiantes de la UNAL Sede Bogotá, todos, disgustados por el incumplimiento de las promesas infantiles que les hicieron. La cereza de este venenoso cóctel son esos repudiables “académicos” que bendijeron a semejante esperpento desde sus torres de marfil, ungidos por una superioridad moral sacada del más repulsivo basurero, que ahora empiezan a criticar al Gobierno desde todos los frentes.
Pero ello no acaba ahí, pues ya se empiezan a sentir los primeros estragos de vivir en un país “en decrecimiento” como lo desea la incompetente de Vélez y su delirante cruzada contra el “cambio climático”: las proyecciones del Banco de la República y Corficolombiana (dataiFX, 2023) comienzan a mostrar números negativos amenazando con una recesión para finales de año, de continuar con la tendencia.
La democracia colombiana ha cometido uno de los más grandes errores de su historia. Desesperados por buscar un “cambio” en los mismos verdugos a los que les vendían su voto durante años, eligieron al peor dirigente con vanos intentos de ser rey: uno que solo se le puede dar el título de improvisador, porque no tiene la más remota idea de lo que es gobernar un país.
Referencias
dataiFX. (2023, 31 de enero). Equipo técnico del BanRep eleva fuertemente su pronóstico de inflación para 2023. dataiFX. https://www.dataifx.com/post/equipo-tecnico-del-banrep-eleva-fuertemente-su-pronostico-de-inflacion-para-2023.
FLIP [@FLIP_org]. (2023, 1 de febrero). En el último mes, el presidente @petrogustavo ha publicado en su cuenta de Twitter por lo menos 34 trinos dirigidos. [Tweet]. Twitter. https://twitter.com/FLIP_org/status/1620825463412363264?s=20&t=qVrqvzaWK6iRPw2b_iZnEQ.
Este artículo apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.
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