Este perfil busca dar cuenta del legado personal y profesional del servidor público Gustavo Londoño Gaviria, quien se desempeñó durante 26 años como profesional universitario en la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Corría el año 1995 y entre los pocos profesionales que para ese momento habían ingresado a la naciente autoridad ambiental, Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), se comentaba la llegada de un nuevo ingeniero químico, con experiencia profesional en la hoy extinta sede en Medellín de la multinacional alemana BASF Química; también se decía de él que tenía un aspecto muy elegante, así recuerda Mario Rendón esos días previos a su llegada. “Cuando Gustavo Londoño llegó era todo un galán, ¡un galanazo!, de corbata y traje», cuenta este tecnólogo ambiental quien lleva 26 años en la Entidad, y quien, además, con un café y un pequeño recorrido por el lugar de trabajo, inició una amistad entrañable con él.
Hablar de Gustavo Londoño Gaviria es también remitirse a los inicios de esta Entidad. Actualmente los profesionales que, como él, ajustan más de dos décadas de trabajo como funcionarios públicos en AMVA y que han empezado a pensionarse o a proyectar su retiro, fueron los que crearon los cimientos sobre los cuales hoy se paran muchos procesos y la normatividad que se usa actualmente. “Empezamos con errores y aciertos, al principio había mucho desconocimiento, así que empezamos a reunirnos cada ocho días todos los viernes para contarnos las anécdotas y cómo se hacían las visitas, todo con el fin de mejorar los procesos», recuerda Rendón.
Para ese entonces, eran muchos los expedientes físicos cargados de polvo que estaban por revisar, heredados de otras entidades; también había un reto enorme por dar a conocer la función del Área Metropolitana en los territorios adscritos y sus alcances; estaba, además, la necesidad de identificar las problemáticas en términos ambientales en los territorios, e impulsar cambios con los habitantes y las empresas en el manejo de residuos, en temas de calidad del aire, en la movilidad, en fin, un abanico de procesos que empezaban a requerir una atención específica.
“En ese momento teníamos que fortalecer la Entidad. Casi todo el que llegaba sabía de aguas y tenía formación en ello o algunos en residuos sólidos ordinarios pero los residuos peligrosos era un tema que no conocíamos. Entonces, Gustavo Londoño se metió en esa área, pues se le favorecía mucho por la formación que había tenido en la empresa donde había trabajado; y yo más adelante me empecé a enfocar en el tema de la calidad del aire», cuenta la ingeniera química Gloria Estella Ramírez Casas, quien se jubiló el 30 de abril de este año, luego de haber impulsado procesos tan importantes como la investigación de las partículas PM 2.5; la consolidación del Pacto por la Calidad del Aire y del monitoreo de la calidad del aire mediante Red Aire, que luego pasó al SIATA, proceso que siguió articulado con su equipo; además de consolidar los aspectos técnicos que le dieron un respaldo a la normatividad en ese tema que ha sido pionera en el país.
Ese proceso de crecimiento no fue ajeno a los cambios tecnológicos, según cuentan algunos de estos profesionales sus informes los escribían a mano y una secretaria se encargaba de transcribirlos uno por uno en máquina de escribir; además, cuando necesitaban profundizar en conocimientos técnicos visitaban las bibliotecas públicas o el centro de documentación de la Entidad, pues para ese momento no había conexión masiva a Internet. De igual manera los procesos de comunicación entre ellos también fueron cambiando, pero el trabajo en equipo nunca se vio afectado.
“En la transición de sistemas de la Entidad, Miguel Ángel Álvarez Franco, quien murió en abril de este año, nos dejó un legado también muy importante. Era una persona muy especial, muy inquieta sobre todo por el tema de la Ingeniería de Sistemas, él nos generó unas herramientas que llamábamos el Arecnava, que consistía en un método de almacenamiento de información, que fue evolucionando hasta el que tenemos hoy. Su profesión base era como ingeniero civil, y también nos apoyó en los planes de manejo ambiental en las construcciones», recuerda el geólogo Mario Gil, quien también lleva alrededor de 26 años en la Entidad y cuyo trabajo ha estado enfocado sobre todo en la gestión del riesgo asociada al mantenimiento de la canalización del Río y las estructuras aledañas.
Conoce todo el perfil en: https://www.metropol.gov.co/Paginas/Noticias/ingeniero-gustavo-londono-gaviria.aspx
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