La emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19 durante el 2020 y lo corrido del 2021, ha generado una caída significativa de los viajes en el sistema de transporte masivo Metro en Medellín; a la fecha se estima que los ingresos tarifarios dejados de percibir por la emergencia sanitaria ascienden a $721.086 millones (2020-2021); en el largo plazo, los ingresos dejados de percibir serán necesarios para cubrir inversiones futuras enmarcadas en sus planes rectores, por lo cual esta pérdida de ingresos generará un riesgo para lograr garantizar la sostenibilidad y operación del sistema en el mediano y largo plazo.
No todo es negativo, el Presidente Iván Duque y el Ministro de Hacienda José Manuel Restrepo, le apostaron al tema en la Ley de Inversión Social, estableciéndose el artículo 28, donde la Nación podrá cofinanciar hasta un 50% el déficit operativo generado por la pandemia. Hoy el Metro de Medellín tiene un déficit operativo acumulado (ingresos operacionales – egresos operacionales) de $542.062 millones, es decir, que el 50% cofinanciable equivale a $271.031 millones, valor que solo alcanza a cubrir el 37,6% de los ingresos dejados de percibir.
La semana pasada, el señor Gobernador de Antioquia, Luis Fernando Suárez, y el Gerente del Metro Tomás Elejalde, nos citaron a toda la bancada de congresistas de Antioquia, para informarnos que en las proyecciones de largo plazo de la empresa, se estima una pérdida estructural de pasajeros del 15% como consecuencia de la pandemia, derivado de: desempleo, migración a otros medios de transporte y cambios en los hábitos de vida por el teletrabajo, lo que representa unos viajes e ingresos que no se recuperarán. Otro dato que nos llamó la atención, es que entre el 2020 y 2021, la empresa aumentó su nivel de endeudamiento, recurriendo a la financiación como una de las medidas para contener el efecto en caja de la pandemia, contratando créditos por $63.662 millones.
En 2020 las entidades territoriales contaron con un importante alivio crediticio derivado de que las rentas pignoradas por la nación, pudieran utilizarse para programas asociados a la atención de la pandemia. Con esta medida se permitió que el 28 de abril se suspendiera el acuerdo de pago, estimando recibir $84.891 millones, sin embargo, ante la lentitud de algunos concejos de los municipios del Área Metropolitana, se tiene proyectado recibir durante esta vigencia un valor de $45.519 millones.
Ante la situación que se presenta casi $404.536 millones de ingresos se dejarán de percibir porque no estarían cubiertos. Se hace necesario que el Congreso de la República, repita la historia, y en Ley de Presupuesto General de la Nación 2022, similar a la contenida en la Ley 2063 de 2020, permita nuevamente la suspensión del acuerdo de pago con la nación para la vigencia fiscal del año 2022.
Desde el inicio de la operación del Sistema Metro en el año 1995, la empresa no ha recibido subsidios para la operación ni tampoco se ha constituido un Fondo de Estabilización de la Tarifa (FET), toda vez que los excedentes operativos que ha generado el sistema y su rigurosidad financiera han permitido dar continuidad a la prestación del servicio y garantizar la sostenibilidad del sistema a través de la reposición y repotenciación de equipos e infraestructura.
Hoy en nuestras manos está el futuro de esta entidad; para que la calificadora de riesgos Fitch Ratings, otorgue la calificación a Metro de Medellín de AAA (máxima), se tendría en cuenta que se contará con la suspensión del acuerdo de pago para los años 2022 y 2023; se hace necesario y urgente este apoyo que debe ser acompañado con el visto positivo del Gobierno Nacional.
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