Tanto los manifestantes pacíficos como los “saboteadores” son parte del futuro del país y es aquí donde el título toma relevancia ¿Esta en buenas manos el futuro del país?
No es secreto para nadie que las últimas manifestaciones que han habido en el país han sido encabezadas por los jóvenes. Algunos manifestándose de manera pacífica y otros saboteando las manifestaciones con actos vandálicos. Tanto los manifestantes pacíficos como los “saboteadores” son parte del futuro del país y es aquí donde el título toma relevancia ¿Está en buenas manos el futuro del país?
La gran mayoría de las personas que participan en las manifestaciones quieren darle un cambio al país, exceptuando a los “vándalos” que para serles sincero no tengo idea de que sea lo que quieren.
Muchos jóvenes sueñan con ver a su país en lo más alto. Algunos quieren ser futbolistas, otros quieren ser cantantes, otros quieren ser científicos. Todos ellos con un objetivo en común, todos quieren representar de buena manera a su país. Además de ellos hay una minoría de jóvenes que en algún momento han soñado con ser presidente de la República de Colombia, pero tristemente por alguna razón han desistido de dicho sueño. (Cabe aclarar que de los jóvenes de los cuales hablo, son de estrato 1 al 4, no son jóvenes de grandes riquezas, de grandes apellidos)
Los antecedentes son claros, jugadores de fútbol que han llegado a lo más alto en su mayoría chicos provenientes de familias humildes, cantantes de misma procedencia y algunos chicos científicos que igualmente pertenecen al rango de estratos mencionados anteriormente. Pero ¿quiénes llegan a la presidencia? Llegan los hijos de políticos, los hijos de empresarios, los estudiantes de las mejores universidades del país, los que tienen posgrados en Harvard. (Con esto no estoy diciendo que estas personas no deberían llegar a la presidencia o a cualquier cargo público)
Por qué será que a los jóvenes no les interesa la política, si es desde las instituciones desde donde podemos hacer un verdadero cambio. Concejales, senadores, ministros, presidentes, estos puestos deberían ser ocupados por cualquier colombiano sin importar quien sea su familia, eso sí, cabe aclarar que para ocupar un cargo de estos hay que prepararse de la mejor manera y no tiene que ser en una gran universidad privada, tanto egresados de universidades públicas como privadas tienen las capacidades para desempeñar un gran puesto público y poder representar de buena manera a su país. Así como muchos futbolistas han salido de la nada y han podido llegar a la élite del fútbol, un joven de bajos recursos económicos puede llegar a la casa de Nariño como presidente de la República de Colombia.
Y muy seguramente muchos dirán que no todos tienen las mismas oportunidades en la vida, y es cierto pero así es la vida. “Nacer pobre no es tu culpa, morir pobre si lo es” (Bill Gates). Soy un fiel creyente de que en la vida hay dos tipos de personas, las que viven quejándose y echándole la culpa a los demás por la vida que les tocó y las que con trabajo duro, esfuerzo e inteligencia cambia su vida para bien. Ya cada quien sabrá qué tipo de persona es.
Tenemos un gran país y con buenos dirigentes podríamos llegar hacer una potencia en Sudamérica.
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